Celarium [Editando muy lentamente]

Capítulo 19: El taxi

El soltó una carcajada. Alcé una ceja hacia él.

—Es un gran esfuerzo no responder a eso como mi cuerpo lo desea, pero como hoy estoy siendo un buen chico no diré nada estúpido.
—¿Gracias?
—¿Ya serás buena y serás mi pareja de baile?
—No, Andrew. Te dejé bastante claro que no te quiero cerca y realmente estoy planeando mantenerlo en pie, así que por favor ya alejate de mi. —Él me observó por unos segundos, su mandíbula estaba tensa —Adios, puedes quedarte en la fiesta.

Serví otro  y caminé hacia Margareth que se encontraba conversando con Thomas, bien, hoy seré la lamparita de mi amiga.

—Hm, hola. He venido a traerles un poco de luz —Me senté en frente de ambos
—¿Ya eres amiga de Andrew otra vez? —Preguntó mi amiga, Thomas apretó la mandibula.
—Eh, nope. Y no quiero hablar de nada que lo incluya —Observé a Thomas —Lo siento, se que es tu primo y todo pero realmente es un grano en el trasero. Estoy segura de que lo ayudaste con todo eso de prom, así que gracias —El me observó extrañado
—¿De que hablas? ¿Que cosa de prom? Tan siquiera tuve tiempo de hacer el mio.
—Alguien tuvo que haberlo ayudado —Hice una seña demostrando que estaba pensando. Él volteó a ver a Marja, quien se observaba sus uñas y no había opinado.
—Margareth Elizabeth Flynn —Ella alzó la mirada lentamente y luego batió sus pestañas hacia mi.
—Oh, oh —Susurró Thomas.
—Recuerdo que hace unos minutos el Dj me llamaba —Dijo Marja.
—Hablaremos de esto pronto.

Ella se puso de pie y caminó hacia el Dj, observé a los lejos a Andrew quien se encontraba hablando con una chica. Bien, se nota que quería ser mi pareja.

—Estas viendo de una extraña manera y estás sintiendo algún tipo de frustración —lo observe —O celos —Achique los ojos hacia él.
—¿De que hablas?
—Puedo sentirlo —Se encogió de hombros —Es mi poder.
—Pues tu poder te está fallando, no estoy sintiendo celos.
—Si tu lo dices.

Segundos después escuché a Marja hablar por el micrófono.

Querida Candace, esta canción es para ti.

Esperé que una canción cursi sonara, quizás algo de amistad pero nunca algo como lo que escuché.

Queremos darle una bienvenida a todas las mujeres que hacen vino por todo el mundo.

cubrí mi rostro con mis manos.

—Esto no puede ser cierto.

Thomas soltó una carcajada.

Yo la conocí en un taxi del camino al club.
Yo la conocí en un taxi del camino al club.

Todos se encontraban bailando, jodida canción de los mil demonios.

Me lo paró
El taxi