Cuando algo te impida hacer lo que mas amas es cuando sentirás el verdadero dolor, por que no hay nada peor para un pintor que el no poder pintar.
"Déjame pintarte una vez más..."
Donde Win es un modelo novato decidido despegar su carrera y Brigth u...
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Llorar nunca había sido una forma de expresarme, de hecho, no estaba seguro de cual era la forma en la que me expresaba. Siempre había hecho a un lado todo para seguir con mi vida pero definitivamente el haber llorado toda la mañana de ayer me hizo sentir mas liviano. Me levanté con mucho animo y me preparé para ir a una verdadera sesión con Phi, la verdadera primera sesión.
Mientras caminaba y pensaba en lo bien que me había hecho el consuelo de Phi, pronto me di cuenta de que sin proponérmelo ya me había acostumbrado a llamarlo de esa forma como si no fueramos a reunirnos apenas por cuarta vez (además de vernos en persona). Informé por un mensaje que en 15 minutos estaría allí y no esperé su respuesta para poder tomar el taxi que me dejaría allí.
Repetí el proceso de la vez pasada, entré recibiendo un saludo cordial y una sonrisa del portero, ya tenía la llave así que solo devolví la sonrisa e ingrese al ascensor que me dejó en el piso 13 sin contratiempos, con pasos más seguros me adentré en el departamento que Phi usaba de estudio, aún se sentía como invadir su privacidad pero al ser la tercera vez que entraba a aquella sala llena de cuadros y materiales podía sentirme algo más familiarizado con el ambiente.
El lugar se encontraba como si el día de ayer, el momento en el que lloré, haya sido eliminado de la historia, estaba todo preparado pero no había nada en el lienzo y Phi Brigth aún no llegaba, en ese preciso instante escuche golpes en la puerta que me hicieron sobresaltarme, era completamente una sorpresa que alguien golpeara ya que solo Brigth y yo estábamos citados a este lugar.
Una vez que estuve en la puerta la abrí con mucha lentitud, casi solté un suspiro de alivio al verlo en la puerta ¿Por que no entró directamente?
—Metawin Opas'iamkajorn— No pude evitar soltar una risa ante su tono, hice una pequeña reverencia antes de responder.
—Vachirawit Chivaree.
—¿Me dejarás pasar? — Me hice a un lado para que pudiera ingresar y él fue directamente hacia la habitación que era el estudio, cerré la puerta y lo seguí con curiosidad, no pude evitar notar la diferencia entre nuestras ropas, pensaba que tal vez estaba yendo demasiado formal pero, ¿Y si salía en el cuadro con ropas todas sucias y rotas? realmente no quería desencajar con mi vestimenta.
—Llegaste más temprano que de costumbre y golpeaste la puerta ¿Qué ha sucedido?— Él estaba acomodando cosas en el pequeño escritorio pero se detuvo cuando le pregunté aquello, por un momento me asusté pero no sabía si estaba en posición de exigir respuestas.
—Creo que la he perdido pero seguro que la encuentro luego— No entendí a que se refería hasta que se aclaró la garganta y, como si me leyera la mente, me respondió— La llave, creo que la perdí, es algo bastante inusual pero no importa.
Cada uno se sentó en el banco que le correspondía, el cerca de su escritorio lleno de materiales y yo enfrente suyo, esperando algo que me indicara que él comenzaría a pintar, dibujar o como sea que planeaba iniciar la sesión, noté que el también esperaba algo ¿quería que le confirme?
