Parte 11: Condicionado

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El calor llegó directo a la superficie de mi espalda. En un día cualquiera esto se sentiría cálido y cómodo. El sol golpeando tu piel, la mañana perfecta, sobre todo después de lo frías que han estado las tarde y noches.

Al mirar con más atención a la persona que dormía a mi lado, note unas pequeñas marcas bajo sus ojos, marcas por no haber dormido bien; unas arrugas que se mantenían en las esquinas de sus ojos. Había pensado que aquellas marcas solo aparecían cuando mew dormía, sin embargo ahí estaban y eran tan pequeñas que se veían adorables. Las pestañas espesas, largas, venas apenas notorias sobre los párpados traslucidos: la piel de mew es muy blanca.

Labios color malva, casi por completo rosados, ahora se veían húmedos y abultados, con marcas de mordida en el inferior. -"¿Fui yo?"-

El cabello se sacudió, enderezó su postura y quedó con la barbilla sobre mi frente.

Un par de manos sujetó firme desde la curva de mi cintura, yo mismo estaba abrazado con mi boca sobre la piel de un pecho duro que más bien parecía otro calentador. Sin abrir los ojos otra vez aspiré la fragancia masculina, pensé en las altas temperaturas de este cuarto. A diferencia de todas las mañanas hace un par de meses no se escuchaba ningún sonido burbujeante que me indicara que min había despertado, tampoco había oído los gritos de Román. Ni el traqueteo de mi padre haciendo cualquier cosa en el interior de la casa.

No quise levantar el rostro, conocía muy bien ese aroma y mi cuerpo tenía una capa de sudor que más bien eran mis nervios y vergüenza brotando por mis poros. Me moví lento para intentar liberar mi cintura de los brazos que sostenían mi cuerpo en una posición fija. El mayor gruñó bajito y su respiración movió el cabello de la parte más alta de mi cabeza. Agite mi cuerpo una vez más tratando de liberarme, los brazos se apretaron con más fuerza, sus manos se anclaron en mi espalda. "Tranquilo omega" ordeno, mi cuerpo sumiso solo quedó nuevamente estático, esa voz anoche había ordenado lo mismo en mi sueño. Las manos se soltaron y una bajo haciendo que de un pequeño salto en mi lugar cuando apreto mi glúteo por la parte interna. En un movimiento antinatural junte mis rodillas y con ambas palmas empujé a mew hasta llevarlo al borde de la cama, se intentó afirmar pero dio de golpes contra el piso, se agarró de la sabana y levantó la cabeza.

"¡¿Qué mierd... ?!" Miró en mi dirección " ay..."

"¿Ay? mew... ¿Qué pasó aquí?"

Mew estaba semi desnudo sentado en el piso observando con el ceño fruncido. De repente, leves imágenes pasaron por mi mente como si estuviera recordando un sueño, todo borroso e inestable. "ay" dije esta vez. Mew sonrió ladino, se levantó para sentarse en la cama dando su espalda hacía mí; afirmó ambos brazos sobre el colchón y dejó caer su cabeza.

"si, ay. Yo fui el que dio contra el piso, no sientes lastima" Mi omega gimoteo feliz, mi cuerpo entero cubierto del aroma del alfa y su cuerpo desnudo.

Vi su espalda con un poco de vergüenza, tenía marcas rojas largas que comenzaban en sus hombros y terminaban casi en su cintura, algunas comenzaban en su cintura hasta sus caderas y continuaban a un lugar que no alcanzaba a ver.

Un par de mordidas adornaban sus hombros y cuello. "¿Yo hice esto?" pase la punta de mis dedos por las marcas, parecían dolorosas. "esperá aquí" ordené bajo su atenta mirada, puse mis pies en el suelo tibio por el golpe de sol que llegaba.

Ignorando la vergüenza intenté levantarme pero aún mis piernas se sentían débiles; no quise pensar en lo peor así que batí mis pestañas y apreté los ojos para liberarme de esa sensación tan arrolladora.

En cuanto rodeé la cama en un intento por llegar al baño sus dos manos me sostuvieron pegando mi espalda a su pecho dejándome entre sus piernas. "¿A dónde vas?" gruño molesto con su nariz en mi hombro.

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