Parte14: Es él

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La temperatura de mew es naturalmente más alta que los demás. Su esencia es más fuerte, y su cuerpo es más grande. Quizás no tanto en altura ya que mi padre es unos centímetros más alto que mew; sin embargo su cuerpo es mucho más grueso y musculoso.

Esto puede o no ser una excusa creada en mi subconsciente para dejarme ser fácilmente guiado por él. Me siento maleable cuando me toca y difícilmente logró resistir su aroma.

Siendo honesto; es difícil contenerse mientras estamos cerca y sí, sé que aguanta de la mejor manera, prácticamente ha intentado terminar de sacarme la ropa desde hace dos días, la única vez que probablemente lo logro no llegó más lejos porque estaba fuera de mis sentidos.

En este momento, encerrado en un espacio tan pequeño, con el agua caliente recorriendo nuestros cuerpo, intensificando su fragancia, masturbandolo descaradamente entre ambos. Si me dice que me arrodille y lo deje hacer de mí lo que quiera, probablemente aceptaría. Es más, si no se lo exijo yo mismo es porque su lengua llega a mi garganta y no tengo espacio ni para capturar aire del exterior.

"bebé ¿Puedo?" jadeo contra mi boca, el sonido del agua no permitía escuchar todo con claridad pero entendí a lo que se refería. La visión borrosa ya sea por el agua o la excitación del ambiente entre ambos, su mano recorriendo con fuerza la curva de mi espalda llegando hasta mi trasero que era aplastado y estrujado con desesperación.

Dio un paso hacia atrás para distanciarse de mí, agarrando mis caderas con las cuales podía intuir tenía fijación. Dio vuelta mi cuerpo en un solo movimiento, tomó el borde elástico del pantalón y lo bajó casi hasta mis rodillas. Con firmeza y sin soltar mis caderas, me estremecí en cuanto sentí deslizar su miembro por el espació entre mis piernas. Gemí al instante que su pene rozó el mío por la parte inferior moviéndose lento de manera hasta burlona por así decir.

Sus labios se afirmaron en la base de mi cuello y arrastró los colmillos por la piel haciéndome jadear, el líquido más espeso que escurría por entre mis glúteos fue detenido por su mano que paso en forma vertical por la división de mi trasero hasta dejar solo dos de sus dedos jugar en mi entrada.

Gemía y jadeaba de forma animal contra mi cuello mientras embestía cada vez más fuerte entre mis piernas, masturbandose y torturándome. Creo haberme escuchado a mi mismo rogar porque entrara en mi pero él no se detuvo en ningún instante para dejar de embestir entre mis piernas y penetrarme para cumplir lo que mi mente pedía a gritos.

Después de varios minutos en que lo escuche gemir y gruñir mi nombre, bajo la intensidad de sus movimientos, su miembro parecía agitado entre mis piernas, temblando en el lugar haciendo que la excitación de un próximo orgasmo hiciera secar mi boca.

Uno de sus brazos marcó aún más la curva de mi cintura haciendo que afirmara mi pecho sobre las baldosas de la pared. Grité con mis labios pegados a ellas cuando sus dedos entraron en mi y comenzaron a dar fuertes golpes en mi interior con un ritmo salvaje. Los antes sonidos de lluvia en el interior de la ducha se volvieron sonidos de vació y choques. Sus dedos hacían un ruido incómodo pero a la vez excitante cada vez que golpeaba con sus nudillos mis gluteos. Nuestras voces comenzaron a sintonizarse mientras continuaba con las arremetidas contra mi cuerpo.

Sus dedos abandonaron el lugar que penetraron con fuerza. Su mano separó mis nalgas para reemplazar los dígitos por algo más duro y grueso entre ellas, deslizó la punta de su pene varías veces mientras hacía sonidos guturales.

Fui el primero en llegar al orgasmo, aun así el continuo masturbandose y deslizándose entre mi trasero, su frente estaba afirmada en mi nuca y escuchaba los jadeos que salían de sus labios, de vez en cuando daba algunos besos en mi cuello, raspando sus colmillos, volviendome loco por cada gruñido, gemido o palabra obscena que escapó casi inaudible de su boca, su propia excitación hizo que nuevamente me pusiera duro hasta que ambos terminamos juntos.

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