Purpura

Parte39: malas ideas, buenas ideas.

"¡Te dije que no puedes!"Grito Lauren en cuanto escuchó las opciones "Entiendo que las autoridades sean lentas pero no puedes ceder como si nada"

"Pero ellos quieren que vaya yo, sí, ustedes no lo comprenden, ninguno de ustedes cuida de min"

"¿Qué dices? Es mi sobrino y es su hijo"

"¿Si? Ninguno ha pasado tiempo con él nunca, se pueden relajar esperando que la policía haga algo... yo no puedo, me aterra saber que un niño tan pequeño está con quién sabe qué clase de gente, es mi bebé"

"Cariño, te entiendo, pero estás embarazado, si te hacen daño también no podrás hacer nada por él"

Con esto ambos alfas dieron por terminada la conversación. Gulf no se sintió conforme con ello y por esto pasó el resto de la madrugada y mañana encerrado en su habitación. Mew no obtuvo respuesta alguna. Más bien ni siquiera tuvo la oportunidad de hablar con el omega.

Las horas transcurrían y las personas en el departamento comían nervios pero nadie se atrevía a realmente volver a enfrentar al más joven.

Mew no deseaba dejarlo sólo pero comprendía a lo que se refería. No es que no le preocupara el niño pero ciertamente quería abarcar demasiado. Estaba preocupado y no poder proteger a todos los involucrados le sacaba de sus casillas. Estaba asustado, si algo le sucede al más pequeño gulf no se lo perdonará, si algo le sucede a gulf ¿cómo viviría? Ciertamente ese tipo de vida no tendría sentido para él, solo imaginarlo lo torturaba. Con una bandeja y algunas golosinas entro al cuarto. El omega estaba hecho una pequeña bolita, en el medio del nido del mismo alfa él más joven estaba envuelto en su ropa, aún se escuchaban cortos y pausados sollozos muy bajos.

"Bebé, lo siento por no poder cuidarlos a ambos"

Gulf se removió más no dijo nada. Realmente no culpaba al alfa, tener a min fue decisión de él, quién lo adoptó y lo llevó a casa fue él. En su mente el bebé era solo su responsabilidad pero siempre recibía ayuda y ahora estaba en peligro. "No es tú culpa, yo lo adopte, debí ser más cuidadoso con él, también se lo llevaron para llevarme a mi"

"Ambos estarán bien, no te pasará nada a ti ni min" Gulf levantó las mantas y ropas que lo cubrían dejando ver su pecho, el alfa dejó la bandeja sobre la mesa de noche y se acurruco junto a él. Ambos se quedaron un rato ahí. Esperando noticias quizás o buscando la mejor forma de encontrar algo de tranquilidad. Para ambos era imposible, habían hablado de forma ambigua y ambos tenían ideas contradictorias pero en algo ambos tenían la razón. Dejar a un niño pequeño con desconocidos que se lo llevaron a la fuerza es aterrador.

Mew recordo cuando era más joven, cerca de los diez años. Su madre quien siempre era irresponsable lo dejó en la sala de una casa desconocida, durante horas, tantas que no alcanzó a contarlas. Entraban y salían distintas personas, antes de que su madre regresará para llevarlo de vuelta a casa escuchó al hombre que más tarde terminó de alejar a su mamá de él -"Si puedes venir sin el niño nos podremos marchar, no quiero hijos que no son míos"-

El mismo hombre años después la abandonó por no poder darle hijos propios y su madre se volvió aún más interesada y cruel de lo que ya era, se volvió lo que es hoy.

Gulf sentía la aflicción del alfa, ni siquiera tenían un lazo pero aun así lo sentía y sufría por ello.

Era asfixiante la forma que el hombre sufría de vez en cuando y en muchas ocasiones comprendió que se sintiera desapegado a ciertas cosas, para mew lo único real y permanente era el omega y su hijo en camino, al parecer no podía crear lazos reales con nada más y eso estaba tan mal según gulf. Mucha gente amaba a mew, lo cuidaba y se preocupaba por él. Sus amigos aunque pocos realmente buscaban darle apoyo pero el alfa sufría siempre solo.