Sophia penso que tenia una vida buena.
Padres buenos...
Novio bueno...
Amigos buenos...
Pero no contaba con la incertidumbre de la vida...
Lo cual le hizo cambiar su modo de ser y pensar sumida por el dolor de una perdida. Pensó que solo necesitaba...
Cuando llegue al taller de Thomas eran las 6 pm, solo se encontraba su camioneta estacionada, había pasado la mayor parte de la mañana con Joe, me costó que Joe me perdonara, al final lo hizo sé que solo se hizo del rogar, no le había dicho a qué iba a Nueva York realmente, se ofreció a acompañarme lo rechacé porque le pedí el favor que viera a mi papá por mientras que yo no estaba, aún no sabía qué hacer, ya que el verano terminaba y él regresaría a Boston.
Apague el motor y baje de la camioneta, había cambiado mucho el taller estaba mucho mejor de cómo lo recordaba, camine a la oficina que es donde de seguro se encontraba Thomas y no me equivoqué, a tiempo que iba a tocar el se dio cuenta de mi presencia, se levantó enseguida.
—Patita. Le dediqué una media sonrisa al escuchar mi apodo. —Hola, Thomas. —No sabía que venías. —si bueno... quería darte las gracias por llevar la camioneta ayer, discúlpame que no te agradecí antes es que me la pase dejando todo listo. —¿Ya te vas? —dijo alzando las cejas. —Mañana viajó a Nueva York. —Ha...
Hubo un silencio incómodo.
—me voy a divorciar —le confesé y es como si me quitara un peso de encima, creó que decirlo en voz alta a alguien ayudaba bastante.
Vi la sorprenda en su rostro, no pensó que le dijera eso.
—Patita... —Espera, antes que digas algo yo quiero decirte lo que me ha costado decir todo este tiempo —tome aire —Te amo demasiado, pero por fin he entendido que he sido egoísta contigo y con Nate, tenían razón debo arreglar las cosas y eso quiere decir que debo quererme más a mi antes de a amar a otra persona, siempre e hecho las cosas que creí que los demás querían, no quería ir a la universidad por que tú habías decidido por los dos que no iríamos, me puse a pensar de qué si hubiera sido honesta contigo desde el principio no estuviera pasando nada de esto y no hubiéramos sufrido todo lo que hemos sufrido en este tiempo, como siempre actué como cobarde en no querer enfrentar las cosas, pero ya me cansé, ya no quiero ser una cobarde, mi vida es un desastre en este momento y no sé qué haré necesito poner en orden antes de hacer otra cosa —mi corazón palpitaba al mil por hora, di unos pasos hacia él —Thomas solo quiero que me contestes algo y tampoco quiero que te sientas comprometido en contestarlo ahora —tome sus manos, trague con dificultad— Era algo que debí preguntarte hace años ¿Hubieras esperado, aguantado por mi mientras yo estudiaba, mientras me iba a la universidad? —Si te hubiera esperado Patita, yo solo quiero que seas feliz. —Gracias Thomas.
Lo abrace con todo el amor que tenía para él, sentí sus brazos alrededor de mí, no quería soltarlo y esta vez no había nada que me impidiera no hacerlo, pero era necesario que lo hiciera, por su bien.
—Supongo que nos veremos después —le dije al separarme de él, mis manos se agarraron a las de él. —Sabes donde encontrarme. —Y tú sabes dónde encontrarme.
Aún mis manos estaban agarradas a las de él, aferrándose a Thomas, tuve que obligarme a soltarlo y lo hice.
—Hasta pronto —le sonreí antes de darme media vuelta y salir de ahí, lloré camino a casa de mi papá, tal vez no era un adiós definitivo eso no lo sabemos, ahora era momento de afrontar a mi papá, decirle la verdad.
Él se encontraba en el pórtico que últimamente era su lugar favorito, supongo que se aburre de estar adentro todo el tiempo, me limpie las lágrimas antes de bajarme de la camioneta.
—¿Qué sucede? —dijo algo asustado al ver mis ojos, le sonreí para tranquilizarlo. —En realidad papá si pasa algo, pero no quiero que te agobies por favor. —Ya lo estoy haciendo. —No, por favor, lo menos que quiero es eso, pero ya no puedo seguir ocultándote la verdad, Papá... —agarré valor, lo tome de las manos —Nate y yo... —se me quebró la voz —nos vamos a divorciar, es por eso que estoy yendo a Nueva York.
El bajo la mirada triste.
—Sabía que algo pasaba contigo, solo que quise darte tiempo, tal vez es por eso que extrañas más a tu mamá. —No digas eso, te extrañaría igual que a mamá, eres todo para mi —le besé sus manos. —puedes contarme Sophia, soy tu padre. —Lo sé, y muchas veces te he dejado afuera en algunas cosas, pero eso va a cambiar, no quería agobiarte de más, sé que también para ti no fue fácil lo qué pasó con mamá luego que yo me haya ido. —Yo te anime a ir, ahora eres una profesional, no puedo estar más orgulloso de ti, hija. —Gracias papá, y respondiéndote es solo que para ser honesta yo fue la que echo a perder las cosas, aunque Nate haya dicho que los dos tenemos la culpa, pero siento que fui yo, no estaba segura cuando me casé con él y no quise afrontar la realidad. —Lo sabía, por eso te pregunté. Le dediqué una media sonrisa. —No quería herir sus sentimientos y no tenía claros los míos, pensé que era pasajero y no es así. —¿Es por Thomas? —Algo así. —Sophie no quiero que tomes las cosas tan apresuradas. —Lo sé, es por eso que fui a hablar con Thomas y decirle como me sentía, no quiero lastimarlos más, no lo merecen ninguno de los dos, creo que me jodio bastante la muerte de mamá.
Me limpié las lágrimas que había derramado.
—Siempre me exijo pensando en lo que ella hubiera querido en lo que tú quisieras para mi, en lo que los demás pensaran de mi. —Lo único que debe importarte es lo que tú quieras, hija, siempre te lo habíamos dicho. —Si, aún así no quería decepcionarlos, no me gusta decepcionar a los demás y por eso termino haciéndolo. Creo que aún le guardo rencor porque no la disfrute como quise hacerlo. —No eres la única, pero todos cometemos errores, debes perdonarla y perdonarte. —Tienes razón. —Soy tu padre.
Los dos reímos con el llanto en nuestra garganta.
—Necesito saber que si te irías conmigo a Nueva York si es que decido quedarme ahí.
Él se quedó callado unos segundos.
—No quiero presionarte, sé que amas estar aquí... —Eres mi hija, Sophie y no quiero estar en un otro lugar que no sea contigo, pero tampoco quiero ser una carga para ti. —Papá si fueras una carga no te estuviera preguntando. —te amo hija. —Y yo a ti papá.
Prepare la cena y se sintió como si no hubiera pasado todos estos años separados, como si en cualquier momento mamá llegaría del supermercado y Thomas asomaría después de entrenar fútbol, a pesar de la añoranza esta vez no me sentí triste, tenía que entender que todo había cambiado y el tiempo se va tan rápido que por eso tenía que disfrutarlo, Mamá tenía razón en eso, las pequeñas cosas son las que hacen la diferencia en algo, tengo que aprender a apreciar las cosas buenas y malas que me han pasado, no puedo vivir toda la vida en mi pasado, no puedo vivir deseando las cosas que quería que pasaran conmigo, por fue lo que me llevo a todo este embrollo en el que sé que saldré de esto, superaré las cosas, tenía que hacerlo por mi propio bien.
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