Sophia penso que tenia una vida buena.
Padres buenos...
Novio bueno...
Amigos buenos...
Pero no contaba con la incertidumbre de la vida...
Lo cual le hizo cambiar su modo de ser y pensar sumida por el dolor de una perdida. Pensó que solo necesitaba...
Cuando llegue a las 5 pm al departamento, Nate aún no había llegado del evento, me puse a acomodar los regalos restantes que en estos días no me había dado tiempo acomodar, Habíamos recibido un montón de cosas, que poco a poco fui buscándome lugar, y eso que aún faltaba los que estaban en casa de los papás de Nate, subí a terminar mi maleta, ya que mañana temprano viajaría a Los Ángeles, fui a al armario donde tenía mucha ropa nueva y cara de alta costura.
Me senté en el afelpado suelo a observar toda la ropa tratando de idear conjuntos para llevar, escogí lo más veraniego que tenía y la metí a la maleta, eran las 7:30 pm, me acosté un rato a esperar a Nate para cenar juntos. Había olvidado poner la alarma y por inercia me levante sobresaltada.
Las 1 de la mañana y Nate no estaba durmiendo, baje con precaución porque no quería prender las luces, ya que ayudaban las luces de la ciudad, la gran puerta de cristal que daba hacia la terraza con alberca estaba abierta, era imposible que alguien haya entrando, conforme me acercaba, escuché música, Nate estaba sin su americana solo con la camisa blanca de vestir acostado viendo hacia el cielo con pocas estrellas, tenía su cabeza sobre sus brazos, no reconocí la canción ya que era en español.
Miraba hacia el cielo con añoranza y anhelo, no quería interrumpir su momento de relajación, pero inconscientemente mi pie chocó con la puerta provocándome dolor.
¡Mierda!
Nate se levantó al verme e inmediatamente guardó un papel en su bolsillo del pantalón, y se acercó a ayudarme.
—¿Qué te paso? —Me he golpeado con el cristal.
Me sentó en la silla que estaba más cerca de nosotros, y se agachó a ver mi pie.
—¿Te duele? —tocó donde pensó que me había golpeado. —No, tranquilo, fue en mi dedito.
Empezó a masajearlo para que no me doliera.
—Gracias —le dije con media sonrisa. —¿Tiene mucho que llegaste? —desde las 7 pm
Vio que fruncí el ceño confundida porque a esa hora no estaba durmiendo.
—No me avisaste. —él se levantó para ponerse de pie. —Pensé que estabas ocupada. —Debiste avisarme. —Si bueno... —¿Estas molesto? —dije sin rodeos.
Él pensó un momento su respuesta.
—Si.
Lo sabía, sin embargo me sorprendió que fuera directo.
<<La única que no es así, eres tú>>
Le puse los ojos en blanco a mi subconsciente.
—¿Por que no vendrás a Los Ángeles? —Y porque no me has acompañado hoy. —Te dije que no me gusta. —Lo sé Sophia, pero ahora eres mi esposa y se supone que nos debemos apoyar en las cosas que incluso no le gustan al otro.
Estaba herido, no creí que fuera tan importante para él esa gala.
—Todos me han preguntado por ti, ¿Como crees que me hizo sentir? Estamos recién casados. —Lamentó no haber ido a la gala.
Lo tome de las manos.
—¿Quieres ir a Los Ángeles conmigo? —Tengo otro compromiso. —No me habías dicho. —Bueno... desde que llegamos de la luna de miel has estado ocupada y apenas me enteré hoy. —¿Que pasa? —Tengo que viajar a Alemania, me veré con mis padres ahí, ni te digo que vengas porque de seguro te vas a negar por el trabajo.
Tenía razón, sé que estaba mal ¿Quien en su sano juicio se negaba a ir a Alemania con su esposo?
<<SOLO TÚ>>
—¿Cuándo te vas? —dije evadiendo sus palabras. —El lunes temprano. —Solo porque tengo que ir a Los Ángeles, de lo contrario si iría.
<<Mentirosa>>
Él sonrió sarcásticamente y negó con la cabeza, no se si no se creyó lo que le dije y es más seguro que sea eso.
—Ya no importa, entiendo que también tienes trabajo. Veo que no cenaste ¿Quieres que te prepare algo?
Lo miré con las cejas alzadas.
—Bueno... calentare la cena. —No esta bien, creo que debería dormir, a las 5 tengo que irme al aeropuerto. —¿Te ayudó? —No, yo puedo sola, tranquilo. No me quebré nada.
No sabía cómo sentirme en estos momentos, a veces me exasperaba porque sabía lo que tenía con Nate y sabía lo que tuve con Thomas y lo que tendría si me hubiera quedado con él, tal vez no merecía a ninguno de los dos, tal vez el problema soy yo y no Nate ni Thomas, tal vez soy una perra con ellos porque no puedo ser honesta conmigo misma.
Me he perdido a mi misma pensando en lo que los demás piensen y digan de mi, así cuando me había decidido no asistir a la universidad y quedarme con Thomas y mi papá en el pueblo.
Sin embargo pude salir de ahí, estudiar, graduarme y trabajar y agregándole que me case con Nate, ahora que ya tengo todo eso, siento que a mi vida le falta algo, siento saber que es, pero es imposible.
Pensé que era un capricho, no lo es, no ha pasado todo esto que tengo revolucionándose en mi, muchos sentimientos que tengo que procesar y siento que si no lo hago terminaré echándolo a perder como siempre lo hago.
Nate subió después de mi, me cambié por mi pijama y él se metió al baño, escuché la regadera, ahora no podía dormir y necesitaba dormir, miré la habitación perfectamente acomodada, todo lo contrario de lo que yo estoy acostumbrada a hacer.
Mi mente empezó a divagar de cómo fue que acabe aquí y así fue que termine cayendo dormida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.