10 | Rebeldes

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10 | REBELDES

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10 | REBELDES

Aunque todo aquello la entusiasmaba, una parte de ella estaba asustada. Teodora ya había conocido a Owen con anterioridad y lo que había visto de él no era precisamente agradable. Además, Shaun ya le había advertido sobre los peligros. Una parte de ella estaba mentalizándose para lo que iba a venir, porque habría más como Owen allí fuera, esperando para recibirla posiblemente entre gritos y amenazas.

Pero Teodora no iba a rendirse.

Mirándose en el espejo de bolsillo que llevaba con ella, Laila la animaba a su lado mientras se dirigían hacia Lejre a pie.

—Estás bien, Teo. Aunque... ¿Me dejas probar una cosa?

Esta vez iban andando hasta Lejre paseando bajo la luz del sol y con el sonido de los pequeños animalillos moviéndose por el bosque. Ante la pregunta de Laila, Teo asintió. Colocándose detrás de la guardiana, ambas se detuvieron y Laila le peinó el cabello pelirrojo con la punta de sus dedos.

—¿En serio, Laila? —añadió Shaun, parándose en medio del camino a mirarlas, incrédulo.

—¿Qué? —exclamó la joven de cabellos dorados encogiéndose de hombros mientras miraba a su amigo. Sus dedos peinaban el cabello de Teodora con suavidad—. Si va a mostrarse ante el mundo, más vale que enseñe sus bonitas orejas de humana, ¿no? —Shaun puso los ojos en blanco restándole importancia y siguió caminando.

Pasando sus dedos entre los mechones de Teodora besado por los rayos de sol, la elfo le hizo una bonita coleta alta que le llegaba a la altura de los omóplatos aún teniendo el cabello recogido.

—Ahora sí que estás lista —dijo Laila mirándola animadamente. Teo se tocó las orejas.

—¿No llamará demasiado la atención? —Laila rio ante la inocente pregunta de la guardiana.

—De eso se trata. —La guardiana, ya con el cabello recogido, suspiró—. Tranquila, todo saldrá bien —dijo mientras entrelazaba el brazo con el suyo y ambas empezaron a caminar de nuevo siguiendo los pasos Shaun.

Como Wonder Woman entrando al campo de batalla, Teodora caminaba decidida en su entrada a Lejre, solo que ella no era Wonder Woman ni Lejre un campo de batalla. La batalla era más bien interna: las emociones de Teo se batían entre el entusiasmo y el temor.

Al principio, no mucha gente se percató de lo extraño, pero a medida que iban avanzando por el centro del poblado más habitantes del poblado giraban sus rostros en dirección a la nueva guardiana. Unos se susurraban a otros sin preocuparse por disimular y otros gritaban «¡Es la nueva guardiana!», «¡Es ella!», a los cuatro vientos. Teodora no sabía dónde esconderse, lo suyo siempre había sido pasar desapercibida y refugiarse entre los libros. Todo aquello le resultaba incómodo. Sin embargo, Laila se veía feliz con su característica sonrisa en los labios, ahora ya no tan aturdida por la tristeza de los días anteriores. Shaun, al otro lado de Teo, se mostraba indiferente, limitado a observar el entorno. Parecía estar alerta, como esperando algún indicio de ataque en cualquier momento.

CRÓNICAS DE LA MADRE TIERRA : Los mundos de Teodora © (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora