12 | REALIDAD PARTIDA EN DOS
Hacía mucho calor, un calor excesivo teniendo en cuenta que aún faltaban varios meses para verano. Teodora volvió a mirar el termómetro de la farmacia que indicaba la temperatura: 25ºC. Con afán de respirar un poco, se desenrolló el pañuelo del cuello mientras se dirigía hacia el instituto. También le sobraba el abrigo, pero decidió dejárselo por tal de no ir demasiado cargada.
Cuando llegó por fin a su centro de estudios, una sensación extraña la invadió. Era como si hubiera pasado mucho tiempo fuera de su mundo, como si hubiera estado en una especie de mundo paralelo –en cierta forma, así fue– y hubiese desconectado totalmente de la realidad.
Su realidad ahora estaba partida en dos.
—Hola Teo. —Sara le sonrió cuando se sentó a su lado en el aula, aunque tenía una expresión extraña en el rostro.
—Hola Sara, ¿cómo estás? —dijo Teodora dejando la mochila en el suelo y quitándose con ansias el abrigo.
—Bien, ¿y tú? Pareces acalorada.
—Lo estoy. —Teo se dejó caer sobre el asiento, sintiéndose bochornosa—. ¿Cómo puede hacer tanto calor a estas alturas del año? ¿Cómo es posible? —Se quejó Teodora.
—El calentamiento global, supongo...
—Ni que lo digas. Nos estamos cargando el Planeta. —Sara asintió.
Hubo unos segundos de silencio mientras Teodora sacaba su estuche y sus folios de la mochila, ordenándolos sobre la mesa. Sara la observaba en silencio, pero pronto rompió el hielo:
—Teo, ¿te pasa algo? —La pelirroja la miró sorprendida.
—¿A mí? No —se encogió de hombros, negando con la cabeza—, ¿por qué me iba a pasar algo? —Frunció el ceño.
—No lo sé... Hace días que te noto rara, distante. Ya no vienes conmigo ni con Charlie, te saltas clases. —Teo se mantuvo en silencio sin saber muy bien qué responder a eso—. ¿Es por algún chico o...?
—¿Qué? —Una risa irónica salió de sus labios ante la pregunta de Sara, interrumpiendo a su compañera. De todas las cosas que podría escuchar, aquella era la que menos esperaba—. ¿Un chico? —preguntó incrédula—. ¿En serio Sara me tomas por ese tipo de personas?
—Bueno, no, pero es que no sé muy bien...
—Sara, no me pasa nada. —Interrumpió a su amiga, tomándola de la mano—. Es solo que... Estoy teniendo algunos asuntos y no puedo contaros nada, pero no es grave. No tenéis por qué preocuparos.
—Me parece muy egoísta eso, Teo. Claro que nos preocupamos. —Justo entonces entró la profesora y todo el mundo hizo silencio—. Si te pasa algo, nos gustaría saberlo —susurró Sara. Teodora miró a su amiga a los ojos y tragó saliva antes de decir nada.
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CRÓNICAS DE LA MADRE TIERRA : Los mundos de Teodora © (1)
FantasyTeodora Evans nunca imaginó que aquella rutinaria visita a la biblioteca de Montgomery la llevaría por sorpresa a un nuevo mundo y, lo más sorprendente, a descubrir una verdad inquebrantable sobre ella misma. Siendo la nueva guardiana de los mundos...