1: El Guardia

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El tiene una carita preciosa, mejillas suaves, labios carnosos y de un ligero color rosa, el solo hecho de verse reflejado en aquellos ojos de distinto color era un logro para cualquiera, su andar despertaba suspiros a cualquier persona que lo viese, no era para menos considerando la sensualidad qué desprendía.

Su bello cuerpo era deseado tanto por compañeros de trabajo como por los prisioneros a los que cuidaba, el joven era algo bajo de estatura, tenía unas caderas espectaculares, esos pantalones del uniforme qué solía usar, tan solo hacía resaltar más su trasero, casi pareciera que lo hace a propósito... Aunque considerando como es él, puede ser posible, al caminar suele dejar el ruido del taconeo de sus zapatos negros recién pulidos, un sensual conteneo de caderas y el dulce aroma de su perfume.

Sin duda es un hombre hermoso y sexy a más no poder, él es uno de los guardias de aquella prisión y el favorito de sus superiores, prueba de ello era qué era el consentido del director Josecristo, desde luego rumores no faltaron respecto a que tan cercanos eran, pero esto no era de la importancia del chico.

El joven fue avanzando por los pasillos en compañía de un par más de guardias, Betra y Deqiuv, habían recibido la indicación de levantar a los prisioneros y pasar lista, según la rutina diaria.

Conforme los tres iban pasando cerca de las celdas de prisioneros, los silbidos por parte de estos no se hicieron esperar, Auron tan solo sonreía hacia sus adentros al escuchar esa manada de miserables que hacían tanto escándalo, como si eso sirviese de alguna manera para persuadirle de que se acostara con alguno de ellos.

«Panda de imbéciles sin futuro»

Betra y Deqiuv comenzaron a golpear los barrotes de las celdas con las porras para calmar a los indeseables sujetos, todo el tiempo era lo mismo, siempre eran ruidosos y salvajes si se trataba de Auron, pero a la vez también sabían sus límites, por más calientes qué estuviera no serían capaces de tocar a Auron, si lo hacían estaban acabados, ese chico no era un simple guardia como los demás.

Finalmente Auron llegó a la tercera planta de las celdas, sus compañeros se repartieron entre la planta baja y segunda, el chico fue avanzando hasta llegar al final del pasillo, se paró de pie justo frente a la última celda y sonriente habló.

- Buenos días Fargan ¿Dormiste bien preso problemático favorito?

El hombre búho estaba recostado sobre la cama, mirando hacia el techo, sus brazos cruzados sirviendo como apoyo a su cabeza, al escuchar la voz del guardia, tan solo chasqueo la lengua ignorándole.

- Fargan te hice una pregunta deberías ser más respetuoso... Supongo que es lo normal viniendo de alguien taaaan lamentable como es tu caso

- ¿Puedes irte? - cuestionó el hombre sin inmutarse

- No digas estupideces y sal de esa puta cama qué tengo que pasar lista

- Ya me viste ¿No? Entonces sabes que estoy presente

- Insolente - Auron tomó sus llaves y abrió rápidamente la celda, seguidamente para plantarse frente a la cama del prisionero

- ¿Qué haces? ¿Acaso me la vas a chupar como lo haces con el director? - Fargan se sentó en la cama mirando al guardia - no te hubieras molestado, sé que siempre quisiste algo conmigo pero no esperaba que fuera tan repentino

- Que desagradable eres... Me das asco - Auron cambió su semblante sonriente a una mirada de desprecio total hacia Fargan

- ¿Sabes? Esa mirada de justo ahora me gusta más que la miradita de niño inocente qué sueles poner, deberías mostrar más al mundo la víbora qué eres en realidad

- Disfruta tus últimos días qué te quedan en prisión Fargan... Aunque conociendo la clase de basura que eres, supongo que te veré de vuelta aquí más pronto de lo que espero

Auron fue avanzando a la salida de la celda, a lo que Fargan soltó un bostezo para enseguida frotarse los ojos, fue en eso que repentinamente su cabeza chocó contra la pared con una fuerza increíble, un dolor punzante e intenso se adueñó de él y cálidos hilos de sangre se deslizaron por su rostro.

Auron le había golpeado con la porra, no era la primera vez, pero siempre le tomaba por sorpresa la enorme fuerza que un chico tan bajo como Auron era capaz de tener, esos ojos ardiendo en ira era lo último que Fargan vio antes de marearse y dejarse caer en la cama.

- Fargan está lastimado, descansará un poco antes de salir - habló el chico desde su planta dirigiéndose a Betra quien pasaba lista en la planta de abajo

- Vale pues - respondió sin más el chico de acento argentino, después de todo aquello era algo más que común

El resto de la rutina se dio sin más conflictos, todos los prisioneros del bloque estaban y una vez terminadas las tres plantas, se les dirigió para que saliesen a sus áreas creativas correspondientes, los tres guardias hablaban de cosas triviales como lo que desayunarian o que cosas habían hecho el día anterior mientras miraban a los prisioneros en sus actividades.

- Buenos días chicos - una voz se dirigió a los chicos, a lo que Auron sonrió y se dirigió a la persona en cuestión

- Subdirector qué gusto verle - habló el joven mostrando una pequeña sonrisa

- Auron ¿Qué tal te ha ido? - dicho esto el hombre con bata blanca fue acariciando la cabeza del chico

- Nosotros ahora regresamos ¿Vale? Vamos a dar una ronda - pronunció Deqiuv al sujetar el brazo de Betra y alejarse inmediatamente, pues no quería interrumpir el evidente ambiente entre ambos

El hombre de bata miró a los dos guardias alejarse, para enseguida centrar toda su atención al adorable chico frente suyo, le encantaba Auron, le parecía el chico más dulce y puro que había conocido nunca y siempre se había preguntado ¿Cómo un chico tan dulce podría trabajar en un sitio como ese?

- Auron ¿Tienes algo que hacer esta noche? - cuestionó el castaño al posar su mano sobre la mejilla del más bajo

- ¿No estará usted ocupado subdirector?

- Cariño por favor, llámame solo Luzu, llamarme subdirector es algo demasiado respetuoso y muy distante, en cambio yo quiero sentir que soy un poco más cercano hacia ti

- Luzu ¿Qué cosas dice? - el joven colocó su mano sobre la de Luzu - me gusta mucho el que me toque de esta forma... Es muy dulce de su parte

- La única dulzura aquí eres tú

- Oh vamos por favor... Hará qué me sonroje

- Bueno, dime ¿Saldrás conmigo esta noche? Me gustaría hacerte pasar un momento espléndido

- ¿No será que tiene otras intenciones conmigo? - cuestionó el chico al apartar la mano de Luzu

- Corazón, yo jamás podría pensar de esa forma tan vulgar, eres demasiado especial para mi - dicho esto, Luzu tomó delicadamente la mano del chico y la beso tiernamente

- En ese caso... Si, saldré con usted esta noche

Auron rodeo sus brazos por el cuello del castaño, mientras qué este le abrazaba, en ese instante Fargan iba acercándose, se frotaba la cabeza aún adolorida y al ver esa escena tan solo se quedó de pie mirando, el guardia aprovechando que Luzu no podía ver por el abrazo, se tomó la libertad de mover los labios formulando una frase que solo fue entendible para Fargan.

«Dices algo y estás muerto»

Luzu era el subdirector en el área de medicina de la prisión, llevaba meses intentando acercarse a Auron y tal parecía que lo había logrado, aunque claro que él era el único ingenuo al tragarse el cuento de que Auron era un chico inocente y puro, una mentira que Auron estaba dispuesto a mantener por un poco de diversión extra.

Continuará...

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