"Corazones Sanados" -Un Fanfic de Helluva Boss-

Capítulo 3: Una pérdida y una esperanza.

Eran las siete de la mañana y los rayos del sol revelaban lo que hace un día era el lugar de descontrol total y que ahora lucía como un refugio de vagabundos y drogadictos, los cuales estaban esparcidos por todo el lugar y (N/A) no era la excepción, pero él se encontraba en cuarto privado acostado en una cama. El chico recién iba despertando con una ligera molestia en la cabeza.

—Ugh... qué noche, —bostezó para después mirar a su lado y notar que una chica estaba a su lado. «Vaya lo hice... y con Hazel... no creí que llegaría tan lejos», pensó —¡Ja! Y (T/N) dijo que no los iba a usar, creo que le debo de ir a presumir.

(N/A) salió de la cama con cuidado de no despertar a su amante, de la cual se despidió con un beso en la frente. Al llegar al vestíbulo encontró a muchos compañeros tanto hombres como mujeres durmiendo en el suelo y algunos encima de muebles, parecían hormigas después de haber sido rociadas con insecticida pues estos no se movían seguramente por el estado letárgico que padecían. Entre todos esos alumnos llegó a divisar en una mesa a sus amigos Norman y Samuel los cuales igualmente estaban durmiendo con el rostro recargado sobre la mesa. Aunque no vio por ningún lado a (T/N) cosa que lo extrañó bastante ya que su mejor amigo no solía separarse de ellos.

«Bro, ¿Dónde estás?», pensó mientras avanzaba entre las personas regadas. «Tal vez está en la habitación que estaba cerca de la cocina»

(N/A) salió del vestíbulo para ir a dicha habitación, al entrar notó que estaba un poco a oscuras y había más chicos igualmente noqueados por el alcohol y probablemente también por narcóticos descansando en los sofás que había, (N/A) buscó con la vista alguna señal de (T/N), mientras buscaba algo llamó su atención, frente a una ventana pudo ver una persona tirada. Al principio (N/A) pensó que se trataba de otro simple chico que se había excedido tomado, pero algo no se veía bien ya que debajo de la persona había una mancha que debido la poca iluminación que entraba en la habitación se veía muy oscura por lo que no se distinguía muy bien lo que era.

«¿Qué diablos es eso?»

Él chico a medida que se acercaba a hacía el sujeto que le daba la espalda, pudo ver mejor aquella mancha que tenía debajo la cual era de un color café rojizo y emanaba un leve olor metálico, no había que ser un genio para deducir que eso era sangre seca, el sujeto en cuestión tenía la parte occipital derecha de la cabeza reventada aunque eso no fue lo que más sorprendió al chico, sino que aquel pobre desdichado traía las mismas prendas con las que había visto por última vez a (T/N).

«No, no me digas que es él... ¡NO POR FAVOR!», pensó con terror mientras volteaba el cuerpo rápidamente para encararlo.

Para ese punto y para sorpresa de nadie confirmó que se trataba de (T/N) el cual estaba una expresión inquietantemente tranquila, debido a que el lugar donde se suponía que debía de estar el ojo derecho había un asqueroso agujero del cual había sangre seca con restos unos pocos restos de lo que alguna vez fue su globo ocular mientras que su ojo izquierdo estaba cerrado como si estuviese durmiendo.

—¡(T/N)!, ¿¡QUÉ MIERDA TE PASÓ!? —preguntó sacudiendo el cuerpo de su amigo esperando inútilmente alguna reacción de su parte. —¡DESPIERTEN TODOS!

El grito de (N/A) hizo que algunas de las personas que estaban ahí se despertaran exaltadas, las cuales al escuchar los gritos rápidamente acudieron a su llamado.

—¿Qué sucede? —preguntó una chica quien aún no se había percatado del cadáver.

—¿¡QUÉ SUCEDE!?, ¡QUÉ MATARON A ALGUIEN! —gritó (N/A) histérico. —¡LLAMEN A LA PUTA POLICÍA Y A UNA AMBULANCIA RÁPIDO!