Capítulo 2: Así que siempre fue real.

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Después de aquel disparo (T/N) no vio nada más que oscuridad, aunque de un momento a otro se despertó algo confundido y bastante mareado dentro de lo que parecía ser un contenedor de basura, ¿Cómo fue que terminó ahí torcido y cabeza abajo?, no lo sabía y no pudo cuestionarse muchas cosas pues un dolor muy fuerte se empezaba a presentar en su cabeza.

—Uhg... mi-mi maldita cabeza, me-me duele horrible —gruñó aun estando dentro del bote —Agh ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí?

Trató de recordar lo que había pasado, pero le era casi imposible concentrarse, el dolor no le dejaba pensar con claridad. Mientras (T/N) se encontraba retorciéndose por el dolor alguien había salido del edificio que se encontraba a un lado del callejón donde él estaba, ese sujeto tenía un aspecto como el de un reptil y este traía lo que parecía ser una bolsa de basura la cual vació justo en el contenedor en el que él estaba, ensuciándolo por completo de sea lo que sea que había en esa bolsa, (T/N) empezó a sacudirse con brusquedad tratando desesperadamente de salir del bote, cosa que no pasaría desapercibida por el sujeto que recién había vaciado su bolsa de desechos.

— ¡Joder que maldito asco! —dijo mientras el bote se tambaleaba para después caer al suelo —Agh mi cabeza me sigue doliendo.

—Bueno si yo me hubiese caído desde el cielo y hubiese aterrizado en un bote de basura también tendría la cabeza hecha una mierda —el sujeto reptil habló con tranquilidad.

—Ugh... no es eso viejo, siento una jaqueca, pero de las buenas —(T/N) intentaba de levantarse mientras utilizaba la pared como apoyo.

—Ah vaya, un clásico.

—Creo que acabé pedo, pero... ¿Dónde diablos estoy? ¿Qué me hicieron Samuel y Norman? —se incorporó para observar al reptil de enfrente —Y tú tienes apariencia de lagarto, creo que hasta me drogué o quizás me drogaron y por eso estoy viendo o soñando todo esto.

—No colega, aunque lo parezca esto no es un sueño, esto... es la realidad... —habló en un tono más grave al decir esa última palabra —y estás en el infierno.

¿Qué? Acaso dijo el infierno, ese lugar ficticio que la iglesia siempre utilizó para meter el miedo en las personas para que fueran a misa a dar el diez por ciento de sus ganancias, (T/N) jamás fue alguien muy creyente por lo que le dijo al reptil (que creía que era un visión provocada por algún narcótico) que no viniese con cuentos absurdos, seguramente por el efecto del alcohol o las drogas había caído dormido y todo lo que veía era solo una visión de su subconsciente, sí eso debía de ser, un sueño lúcido del cual se despertaría y se encontraría en aquel salón tal vez tirado en algún sillón, en el piso o incluso en ropa interior dentro de un baño embarrado de su propio vómito, pero de ninguna manera podría estar en ese lugar mitológico del que tanto hablaban y juraban las religiones era real.

—Mira chico no me voy a poner a discutir sí me crees o no, estás en el infierno y será mejor que te vayas de aquí a menos que quieras que te hagan daño o te violen. En ese caso quédate —dijo en un tono desinteresado.

—Oh claro, ser violado o tocado por una alucinación, que surreal se oye eso jeje —se mofó sobándose la cabeza.

—Como sea, busca un trabajo, vende tus órganos, chúpale el pene a alguien o yo qué sé, porque aquí es casi igual que estar en el mundo de los vivos así que vas a tener que rehacer tu vida, aunque eso ya no es problema mío.

Al terminar de decir eso el sujeto reptil salió del callejón para después entrar en el edificio donde aparentemente vivía.

«Aja, el infierno», pensó aún con incredulidad —. Si claro, y Latinoamérica es primermundista, en los sueños justamente suceden y se ven cosas irreales como ese tipo que me habló, seguramente si me pudiese ver en algún espejo tendría una apariencia muy diferente.

"Corazones Sanados" -Un Fanfic de Helluva Boss-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora