La vida tiende a dar de miles de vueltas, y muchos nos dicen que hay que ser positivos ante todo, pero nadie habla sobre los posibles resultados desastrosos que harán que nuestra misión se vea truncada, solo se mira el final deseado, pero casi nadie piensa en qué harán si eso falla y las cosas no salen como lo planeado.
A lo largo de esa semana nuestro protagonista fue recordando esta frase de vida, desde aquel fatídico día en que el encontró I.M.P. y cruzó caminos con la sabueso, todo se estaba volviendo un verdadero infierno, casi comparable a cuando se desvelaba para poder estudiar más de cuatro materias para las evaluaciones. La carga de ser el conserje del edificio y los entrenamientos que Blitzø le ponía, no eran nada comparado con lo verdaderamente jodido que era ser el "esclavo" de Loona, él hacía casi todos los trabajos que el diablillo le encargaba a ella y no conforme con eso tenía que soportar las crueles jugarretas que a veces se le ocurrían. Su único consuelo eran las sesiones de entrenamiento que la pareja de diablillos le daban, pues estos eran muy comprensivos y tranquilos (si no tomábamos en cuenta los asesinatos y masacres ocasionadas), pero ¿cuánto aguantaría o tendría que soportar?
El diablillo peliblanco disparó justo al corazón de aquel drogadicto, quien debido a las sustancias se quedó de pie unos cuantos segundos antes de desplomarse.
—Misión cumplida, querido. — dijo Millie mientras limpiaba su cuchillo ensangrentado.
—Excelente, y, ¿cómo te encuentras por ahí (T/N)?
El chico perro se encontraba lastimado de su pómulo izquierdo, pues este estaba hinchado y sangraba un poco, trataba de forcejear con el sujeto, el cual igualmente intoxicado por el alcohol no parecía sentir dolor, como pudo se trepó sobre su espalda mientras comenzaba a enterrar el puñal en el abdomen de aquel ebrio.
Esto hizo enfurecer al drogadicto el cual bruscamente tomó por los costados al chico y como si de una almohada se tratase lo arrojó contra el suelo, se sacó el puñal y se dirigió rápidamente hacia él, pero antes de que pudiese llegar Moxxie le disparó, el tipo cayó con fuerza mientras se sostenía una parte de lo que alguna vez fue su rodilla, que ahora estaba hecha añicos.
—Gracias, Señor Moxxie, — dijo para incorporarse del piso. — no esperaba que uno de ellos me hubiese visto. — siguió con un tono cansado rematando al sujeto enterrando el puñal en su cabeza.
— ¿Estás bien (T/N)?, ¿no hay ninguna herida grave? — preguntó la diablillo azabache llegando a socorrerlo.
—No, solo unos cuantos golpes, pero nada grave. — soltó una pequeña risa mientras se sobaba por detrás del cuello.
—Todavía te falta mucho por mejorar, pero estoy seguro de que a este paso dentro de unos meses estarás a la altura.
Después de cerciorar que todos los sujetos presentes estuvieran muertos, llamaron a Loona para avisar que el pedido había sido completado, el portal de regreso al infierno se abrió, la pareja de diablillos entró al instante, pero el chico perro antes de entrar se quedó contemplando esa escena de todos los cadáveres ahí regados.
«Y en la universidad siempre bromeábamos sobre los médicos "matasanos", y mira lo que haces...», se reprochó internamente por recordar todos los valores que le fueron enseñados, aunque trató de buscar una excusa para justificar sus actos. «Supongo que el fin justifica los medios, dije que haría todo lo necesario para volver, después de todo ellos no son más que un desperdicio de seres humanos... intoxicados, envueltos en mafias y cárteles»
De vez en cuando ese tipo de pensamientos asaltaban su cabeza, como una picadura constante que le gustaba atormentarlo, pero estos se quedaban cortos y desvanecían al ver a la sabueso, sentía miedo por lo que ella fuese a decirle o hacerle, aunque durante esa semana otro sentimiento hacia ella crecía (y no era especialmente cariño o empatía), sino que empezaba a generarle rabia verla, ver su sádica sonrisa cada vez que le jugaba esas llamadas "bromas", se burlaba de él o le hacía daño, le provocaba repulsión, quería borrar esa sonrisa, pero ¿cómo?, él no tenía la altura ni la fuerza para hacerle frente y tampoco quería ser despedido o provocar que sus preciadas "joyas" fueran derribadas. (T/N) realmente quería terminar con todo eso y a veces deseaba solo tomar el libro y con él golpear no solo a Loona sino también a Blitzø por su actitud irritante y la poca atención que ponía al comportamiento de los empleados, solo soltó un suspiro de resignación y fue a buscar a Millie y a Moxxie para realizar otro encargo.
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"Corazones Sanados" -Un Fanfic de Helluva Boss-
FanfictionEsta historia empieza con un joven recién salido de la carrera de medicina que, durante la fiesta de graduación, recibe un fatídico disparo. Al despertar se percata de que ya no estaba en el salón de eventos, sino que en un callejón en nada más y na...