7. Ángeles Caídos

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Jayden.

—¿Estás bien?

El hombre que dice ser mi padre y que no he visto desde hace más de un año, se atreve a preguntarme si estoy bien, no quiero responderle, ni siquiera quiero mirarlo.

—Jayden —menciona mi nombre de nuevo, esperando alguna respuesta de mi parte.

—Sí —por fin contesto no muy contenta mirando al suelo. Si tenía algún tipo de felicidad, esta se ha ido y ha sido reemplazada por temor e ira.

—Te he dicho que me mires cuando te hablo —no hay una voz más fría y seca que la de papá, es capaz de crear un iceberg solo con sus palabras. Le miro como el desea, y mientras tanto me estoy debatiendo entre correr o golpearlo.

—¿Qué sucede contigo? Tu cara está roja, ¿Tienes fiebre?

Toca mis mejillas con sus dedos, odio que mi sangre esté en mis mejillas justo ahora, soy de sonrojarse fácilmente, y mi piel clara siempre me delata, por eso me empeño en utilizar un poco de rubor para tener la excusa de que es el maquillaje y no mi cara la que está así, no me importa que no me guste si me va a salvar de estas situaciones, debe de haber sido por estar pensando en el desconocido y atractivo que robó el collar que me dio papá, no estoy segura 100% de que lo haya hecho, pero es una excusa válida para pensar en él.

—¿Parece? estoy bien papá, solo... Hace mucho calor —deja de tocarme y automáticamente bajo la cabeza.

—Shawn me comentó que quieres hacer la boda en un jardín al aire libre —por la forma en la que lo dice, no parece a gusto con la idea.

—Bueno, creí que...

—Quiero que busques el lugar con Shawn durante todo este mes —interrumpe.

¿Un mes? Por favor, ni siquiera Shawn puede hacerlo, tardó un mes y medio en buscar el salón tan mencionado que ni siquiera yo conozco y además, a penas si puedo pasar un día con él, no duro más de 24 horas viendo su decepcionante amargo y medio guapo rostro, no, no es guapo, es asqueroso, me retracto, lo odio.

—Papá, es muy poco tiempo, sabes que acabo de entrar oficialmente en la empresa.

—Entonces dile a tu asistente cuales son tus gustos y que te ayude —claro, tan calculador como siempre —es su trabajo no?

—Pero... 

—No quiero retrasar la boda Jayden —interviene en medio de mis palabras otra vez.

No lo contradigo más. Esta boda solo le ayuda a la empresa, Shawn es director de una compañía tecnológica, provee elementos muy importantes a varias empresas, que estemos juntos, nos asegura que cada que algo relacionado con la tecnología (que es básicamente todo) se arruine, tendremos mejor acceso a los elementos tecnológicos y demás, aparte de eso, tenemos el "honor" de promocionar y atraer más clientes a su empresa, la cual, no recuerdo el nombre.

—Perdón por faltar a tus cumpleaños —no hay ni una pizca de sinceridad en su tono de voz.

—Está bien papá —me besa en la frente.

—Mañana viajarás —me dice y gira para irse por dónde yo vine, tengo algo seguro, va a ser el peor viaje de mi vida.

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Lo confirmo, es el peor viaje de mi vida, llevo unos días aquí, extraño mi oficina, mis pies se hunden en la arena blanca de la playa por la que camino con Hartley, es México, creo que se llama Riviera Maya, no estoy muy segura. Pensativa por la estúpida boda y extrañando a ese tipo con el que literalmente sueño besar, Keiran, no creo haber imaginado tanto con alguien, pero él se me aparece cada que estoy sola, inicio a pensar que estoy obsesionándome con él. Estoy harta de esto.

Esperadamente InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora