Ese alfa será mío (OMEGAVERSE)

Mi alfa Kacchan

-¡Pido ser el padrino del bebé!- Gritaba el Omega rubio muy entusiasmado por la idea. Ya lo podía ver el mejor tío Denki, no sonaba nada mal.

- Estás loco, es obvio que yo seré su madrina ¿No, Izu? - El peliverde solo veía como sus amigos peleaban por quien sería los padrinos de su cachorro.

- Tú que vas a saber de un bebé, tan solo el agua se te quema. Izuku no vas a dejar que esta niña cuide de tu cachorro ¿Verdad? En cualquier descuido y lo mata de hambre-

- ¡Oye!-La beta tenía un perro, así que sabía cuidar de otro ser vivo. Aunque la verdad su perrito Fufu no lo a visto desde hace dos semanas. Tal vez fue porque no lo dejo dormir en su cama o cuando sus padres salieron y se le olvidó darle de comer por dos días.

- Nada, a demás yo y mis ideas fueron la razón de que estén juntos, si fuera por ti seguirían igual- Dio su veredicto final, postulándose como el ganador.

- Izu~ - La beta lloro. Miró a su amigo con ojos tristes- Verdad que vas a tener otro cachorro más adelante y me dejarás ser la madrina.

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Era la hora del almuerzo. Un alfa bicolor seguía a su Omega destinado por los pasillos, al fin estaba solo esos malditos de la beta y el Omega rubio lo seguían a todas partes como moscas. Después de lo sucedido en la subasta, su papá recomendó tener un bajo perfil por el momento. Así que no fue a la escuela hasta ahora, y cuando piso un pie en la escuela, se encontró con cientos de rumores de su Omega destinado, pero el que más le llamó la atención fue que un alfa ya mayor venía por el, en un auto de lujo, y los rumores decían que el era su alfa. Como se atrevía, desconocía cómo fue que escapó, debió de ser por la policía, pero el Omega como se atrevía a estar cerca de otro alfa, el era suyo. Nada más de estar a metros de él se podían oler las fuertes feromonas del alfa en el. Era obvio que estaba marcando su territorio, la sangre le hervía, ese Omega iba hacer de el.

El Omega dio la vuelta y el también. Fue raro que no lo haya detectado. El pequeño fue directo al salón de gimnasia. Perfecto, nadie estaba ahí. Nadie molestaría al momento de tomar al Omega, esta vez lo haría suyo y nadie lo impediría, ni siquiera el Omega. Se escondió en la entrada del baño, cuando el pecoso pasara lo atraparía. Escucho los pequeños pasos del peliverde cerca y ahí lo tomó del brazo y lo jalo a él.

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- Bueno eso es todo señor Amajiki Tamaki - El beta de pelo rojo apuntaba en su libreta ya había interrogando también al Omega de pelo rubio. Afortunadamente lograron rescatar a muchos.

- Mi padre era Tamaki yo soy Takamaki- El Omega estaba en el hospital, ya que su hogar no estaba cerca decidieron que se quedaría en el hospital.
Sus abuelos ya habían llegado y estaban más que feliz por tener a su nieto sano y salvo.

- Ah si lo siento - El pelirojo estaba cansado había sido un operativo muy largo y todavía no se recuperaba del todo. Así que por error confundió el nombre del Omega por el de su padre.

- ¿Eso es todo oficial Kirishima?- No era por ser grosero, pero de verdad que estaba cansado, y era interrogación tras interrogación. Sus ojeras no se iban de los días que no dormía. Y quería que las ojeras se fueran rápido, porque quería verse bien para cierto oficial rubio.

- Ah.. si es todo....- El beta miró la habitación del Omega. Era un cuarto de hospital normal, sencilla, con la diferencia de que estaba plagado por ramos de flores bien adornados que eran todos para el Omega.
Su compañero si que se había excedido.
- Me retiró - El Omega solo asintió.