🗼|Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ Dᴏs

838 67 0
                                    

Pov Normal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Normal

—Llegas tarde. —Le dijo la chica de cabellos negros a su hermana.

—Bueno tuve que hacer horas extras creo que lo sabes bien. —Harumi suspiró por la escusa de su hermana moverse sola por la calle solo atraía a más peleas innecesarias en su vida.

—Si, si ¿Estás bien? ¿Esos imbéciles no te hicieron nada? —La de cabellos rojos solo asintió con la cabeza ante las preguntas de su hermana—. En serio Hanami deberías tratar de buscarte menos problemas.

—Sabes que no es mi culpa, además mira quien habla de problemas cuando siempre envías los tuyos a volar. —Harumi suspiró ante el alegato de su hermana, habían nacido con una fuerza sorprendente para poder defenderse pero eso solo atraía a más personas pensando que eran delincuentes.

—¿Sabes cómo nos apodan? —Le preguntó la mayor mirando con aquellos ojos azules llenos de fastidio.

—Si, lo he oído somos “Loto Rojo” ¿Ridículo no? —Habló sentándose en el suelo mirando a su hermana de arriba a abajo.

—Será ridículo pero estamos resaltando de más, solo queremos tranquilidad y tú deberías tener algo de paciencia. —Le señaló la chica sirviéndole la comida que había traído del restaurante dónde trabajaba.

—Lo sé, lo sé pero es que me sacan de mis casillas ¿Qué quieres que haga cuando solo saben buscarme los puños. —Hanami se encogió de hombros tomando la comida que su hermana le ofrecía.

—Yo también sé que es difícil pero algún día no podrás salir de esos secuestros o esas peleas ilesa. —Los dorados ojos de Hanami se posaron en los de su hermana, quien lucía una expresión entristecida, tal vez por todo lo que le andaba pasando.

—Ru-chan, te prometo que trataré de controlarme más. —¿Cuántas veces no había prometido lo mismo? Harumi sabía sobre la increíble fuerza que tenía su hermana en los puños y lo fácil que le hervía la sangre cuando hablaban mal de ellas, sin embargo también sabía que dentro de esos puños feroces existía alguien con el corazón noble.

—No siempre estaré para ser tu niñera ¿Con cuántas personas acabaste hoy? —Harumi simplemente dejó escapar un suspiro lleno de frustración nada haría cambiarlas y menos un sermón de los que siempre le daba.

—No sé, perdí la cuenta cuando iba por cuarenta. —Le dijo con la boca llena comiendo la comida—. ¡Esto está delicioso! Le tienes que decir al chef que me pasé la receta. —Harumi solo le dio un leve golpe mirándola, quien diría que esa niña que tiene tanta fuerza le gustaba tanto cocinar.

—Se lo diré si prometes al menos el día de mañana no buscar peleas con nadie. —Se levantó de donde estaba para dirigirse a prepararle el baño.

—¿Y si me buscan? —preguntó inocentemente la pelirroja con los palillos en los labios.

Tokyo in Red «Draken»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora