Loto Rojo, era como llamaban a aquel par de hermanas que acababan con cualquier banda de delincuentes que estuviese en su camino. Dos chicas que debieron dependerse de ellas mismas si querían sobrevivir en las frías calles de Yokohama. No eran amant...
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Pov Hanami
Estaba feliz de que al menos Draken hubiese salido de la línea fina entre la muerte y la vida, parecía en la ambulancia como si se estuviera rindiendo desistiendo a todo, aquello solo me había asustado, ese sujeto solo me daba sustos que no requería.
—Él está a salvo por ahora, pero estará bajo vigilancia médica debido a que no sabemos cuando pueda despertar ¿No tiene un familiar que se quede con él? —Nos preguntó y todos empezamos a pensar porque él huérfano.
—Yo le avisaré a sus familiares pero por el momento me quedaré con él. —Le dije a los doctores quienes me tendieron una tabla para que rellanara unas cosas, primeramente tenía que decirle al lugar donde vivía él al menos aunque no lo pareciera las chicas y el gerente se preocupaban mucho por él.
—¿Estás segura? —Mi hermana se me acercó poniéndome una mano en el hombro.
—¿Qué más voy a hacer? Viste donde vive, nadie de su casa va a venir a cuidarlo al menos tengo que hacer esto. —Ella pareció suspirar mientras negaba con la cabeza regalándome una sonrisa, conocía ese gesto como si fuese mío—. No te preocupes estaré bien. —Los demás chicos solo me miraban preocupados, Mitsuya se me acercó tratando de decirme unas palabras que al parecer no encontraba—. Tranquilos chicos no se preocupen. —Les traté de tranquilizar, Mikey se me acercó mirándome raro no entendía muy bien porque.
—Yo iré a casa de Draken a avisarles, Harumi te traerá alguna ropa para que te cambies. —Cierto con todo esto se me había olvidado que casi estaba en ropa interior.
—Si quisiera darme un baño pero me parece que tendrá que ser en el hospital. —Les dije y ellos asintieron.
—Si ocurre algo solo me marcas Hanami-chan. —Mitsuya me trataba como si no fuese capaz, se estaba haciendo costumbre lo de quedarme en el hospital cuidando a miembros de la TouMan heridos.
Ruchan se acercó a darme un abrazo de despedida, todos se marcharon del hospital y me quedé sola. En mi mente solo surcó la idea de ir a la habitación de Draken y llenar lo que el doctor me había entregado, mentía si dijese que extrañaba mis días donde solo llegaba a casa cansada de una larga pelea con unos imbéciles, era más divertido pero también más doloroso no me gustaba ver a uno de mis amigos en una cama de hospital sabiendo dios cuando iba a despertar.
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