Pov Harumi
Miedo esa sensación que sientes que se te reseca la boca como si nada creía que nunca iba a volver a sentir la sensación en mi boca recorriendo mi cuerpo pero ahí estaba de nuevo hormigueando en cada célula mientras sostenía a Mikey, él se separó un momento de alzándose en pie firme como una roca, mirando a las tres personas que nos quedaban por derrotar. Ellos corrieron hacia nosotros, algo lento tal vez cansado por sentir nuestros puños en su cara les estaba pasando factura, pero aún así apaleado como Mikey estaba logró esquivar el golpe de uno de ellos y yo al otro solo pude dejarle casi sin dientes en la cara. Con cada golpe me acababa perdiendo en la sensación de lucha, aquella que a veces experimenta mi hermana cuando se concentra demasiado en las peleas, su cara en mis puños me relajaba, no iba a dejar que lastimaran más a Mikey estaba decidida. Manteníamos la ventaja nosotros quienes habíamos hecho volar a los otros, uno agarro al rubio por los hombros pero este le metió con su cabeza un golpe rompiéndole la nariz. Los gritos agonizantes del chico corrían sobre mi oído como música para mi deleite, Nachan no era la única que tal vez no estaba un poco cuerda del todo y me arriesgué a dar una de mis patadas al idiota que me estaba buscando pelea, sus ojos se pusieron blancos y ellos dos cayeron, el otro pareció huir ante aquello.
—Ganamos. —Me deje caer sobre el suelo cansada y miré como Mikey caía desmayado, no tenía más fuerzas y parecían que vendrían a por nosotros, aún quedaba el del cubrebocas ese que me jaló y ahora se dirigía hacia nosotros con una panda de miembros.
Coloqué al rubio en el suelo y con las pocas fuerzas que me quedaban me dispuse a levantarme, nada ha acabado yo aún puedo luchar, y los miré con fiereza clavando mis ojos azules en cada uno de aquellos tipos que subían por los autos, allá abajo se libraba un intensa pelea y no quería que vieran que la vicecapitana de la tercera división era débil.
—¡Vengan a por mi si se atreven! —les grité casi rugiendo mirándolos con furia, no sabía como era que me quedaba aquellos impulsos pero iba a defender a Mikey.
Y uno se alzó contra mi tratando de darme con un bate pero no le servía de nada porque con mi fuerza lo dejé incrustado en aquellos carros por si quería hacerse listo, no necesitaba ayuda yo podría cubrir mi terreno por mi cuenta y arriesgándome protegiendo a Mikey a toda costa para que nadie se quisiera pasar de listo, miré a los chicos ocupados mientras recibían golpes y daban palizas nos e podían casi mover eran más de cincuenta los que rodeaban a mi hermana, pero no debía preocuparme por ella sino por mi, porque empezaron a escalar la montaña de autos más y más personas que con mis puños trataba de derribar pero era como un bucle que se repetía sin fin.
—¡Voy a matarlos! —Les dije haciendo que muchos se quedaran noquedos, sola sin ayuda protegiendo a mi amigo.
El del cubrebocas venía a por Mikey en ese momento mi mente colapsó solo en cámara lenta pude ver como por poco su arma impactaba con la cabeza de él, me lancé encima como si fuese un animal atacando por instinto, apartando a todo ser de los estúpidos que se me lanzaban encima reteniéndome, pero apareció Kisaki nunca me había alegrado tanto de ver su feo rostro y como en sus votas se quedaban el rostro del tipo. Mis piernas fallaron dejándome caer en aquel suelo, mientras aparecían miembros de la tercera división que pertenecían a la Mobious.
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Tokyo in Red «Draken»
أدب الهواةLoto Rojo, era como llamaban a aquel par de hermanas que acababan con cualquier banda de delincuentes que estuviese en su camino. Dos chicas que debieron dependerse de ellas mismas si querían sobrevivir en las frías calles de Yokohama. No eran amant...