Loto Rojo, era como llamaban a aquel par de hermanas que acababan con cualquier banda de delincuentes que estuviese en su camino. Dos chicas que debieron dependerse de ellas mismas si querían sobrevivir en las frías calles de Yokohama. No eran amant...
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Pov Harumi
—¡Baji! —Le grité mientras corría detrás de él, no comprendía porque estaba actuando de esta manera tan idiota con Takemichi, sí sé que no se llevaban bien pero empezó a decir unas cuántas mierdas y se marchó el cabrón.
—¿¡Qué es lo que quieres Harumi!? —Me gritó en respuesta deteniéndose en seco, pude ver como en sus labios no eran adornados con esa sonrisa única en él.
—¿¡Cómo que quiero!? Hiciste un alboroto y te fuiste con el enemigo, muy bien sé que no eres de las personas que nos subestiman pero hablaste de que la pandilla era débil con nosotras ahí ¿Qué es lo que te pasa? —Lo tomé por la camisa de su uniforme negro mirándolo a los ojos, esperando que me dijese ese actuar tan egoísta e inesperado.
—No me ocurre nada Harumi, muy bien sabes que esta alianza con esos solo va a destruir a la pandilla, antes de que pase algo prefiero yo con mis propias manos destruir la Touman. —Por Mobious, por Kisaki, me sentí aliviada al saber que no era por nosotras, por primera vez había encontrado algo y lo tenía que perder aquella idea no me agradaba mucho.
—Podías hablar con Mikey, él de seguro te entiende y los expulsa no tenías que hacer el espectáculo como cuando estábamos reunidos. —Traté de en su mirada encontrar la verdadera razón para ese actuar en él, sin embargo su mirada se desvió hacia un lado y me tomó del brazo haciendo que lo soltara.
—Yo tomé mi decisión, Mikey tomó la suya esta vez me haré caso de otra manera de los escorias. —Me sentía triste al verlo, él no quería hacer nada de eso lo tenía claro por la manera en la que evitaba mirarme a los ojos, siempre creí que él era la persona que más amaba a los chicos y siempre había tenido razón.
—Está bien Baji haz lo que quieras pero cuando estés cansado estoy segura que Mikey siempre te recibirá con los brazos abiertos. —Le sonreí y por primera vez del momento que me soltó pudimos entrelazar miradas, él era terco a veces entendía que ese era la manera de porque se llevaba mal con Nachan, sin embargo en esos momentos pude ver un brillo en sus ojos.
—Déjame en paz. —Se giró para darme la espalda, solo pude contemplarlo irse sintiendo como una parte de mi se rompía, Hanami tiene razón al decirme que soy como una madre cuando protejo demasiado a las personas que quiero
Yo también me giré para volver con los demás, sé que la reunión se debe haber acabado pero a lo mejor él esté allí contemplando la luna por el dolor de que su amigo renunciara. Yo más que nadie sé cuanto Mikey quiere a Baji, tal vez un poco más que a Draken, siempre pude ver la sonrisa cuando me hacía las anécdotas de su época de niñez, es sonrisa en la cara cada vez que dice su nombre y la mirada que le dio cuando Baji le dijo que se iba. Puede ser que ambos quieran decirse mucho pero nunca consiguen decirse nada, son como dos niños chiquitos que se pelean por sus juguetes pero que al final es Mikey quien acaba cediendo por el cariño que le tiene.
