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Yoongi se había encargado de hacer esa habitación una que parecía propia. Su ropa en la silla de la esquina, sus almohadas por toda la cama de Jimin, e incluso su cepillo de dientes en el baño. Entre la bruma que eran sus pensamientos, no recordaba en que minuto se había sentido tan seguro para llegar a eso.

Pero ahora no era más que un desastre de brazos, sabanas y respiración pesada, no estaba en condiciones para pensar en eso. 

—¿Estás bien? ¿Necesitas algo? – preguntó Jimin un poco nervioso. No era primera vez que estaba con un omega en celo, pero por algún motivo con Yoongi todo terminaba sintiéndose distinto. Como si por el hecho de ser él, le diera otra gravedad al asunto. 

—A ti – masculló enojado y el alfa no pudo evitar sonreír.

Se quitó la camisa del pijama dejándola caer al piso, y se deslizó por la cama gigante, hasta estar junto a él.

—Vas a estar bien – susurró quitando un par de mechones de la frente de Yoongi.

El omega tenía los ojos entrecerrados, dejando escapar leves gemidos. Definitivamente el celo había llegado, y no había vuelta atrás para ninguno. El pelo rubio de Yoongi se expandió en la almohada, y abrió sus ojos por completo al sentir la palma fría de Jimin sobre su vientre, el omega dejó escapar un sonido que indicaba cuánto le gustaba el tacto del alfa sobre su piel hirviendo.

Jimin se sorprendió, esperaba que Yoongi fuera más tímido, pero estaba amando lo vocal que era. Así sabría si hacía o no las cosas bien.

Jimin rio y unió sus labios provocando que la espalda de Yoongi se levantara de la cama. Amo que fuera tan sensible y amo que su aroma se intensificara cada vez que sus pieles rozaban. Sin embargo, la temperatura del chico no bajó absolutamente nada, preocupándolo.

—¿Vamos a...? — Yoongi pregunto sin atreverse a abrir los ojos al notar que Jimin no había dicho absolutamente nada. —¿Vamos a...o no? —empezó con una voz que se le volvió áspera.

—¿Vamos a...? —repitió Jimin a la vez que acariciaba la mejilla del omega— No, por Dios. Tu temperatura está muy alta, primero vas a tomar un baño.

Yoongi suspiró hastiado.

—¿Es en serio?

— Muy en serio – le dio un corto beso en los labios antes de levantarse.

Yoongi abrió los ojos a regañadientes y observó al alfa de pie ante él, que se cruzó de brazos y frunció el ceño al ver que el omega no hacía ningún movimiento para pararse. Sin dejar de regodearse, Jimin le lo levanto de la cama y lo empujó hasta el baño.

—Toma un baño—logró decir por fin— dije que me iba a hacer cargo de ti, y prometo hacerlo, pero primero el baño.

El agua estaba deliciosamente fría y, al sumergirse, sintió un cosquilleo en las piernas, como si se le clavaran millares de agujitas. En un taburete, había un jabón bastante caro. Se vertió un poco en los dedos y se lo extendió por el pecho y los brazos. Tenía las manos muy torpes y los dedos se negaban a obedecer sus órdenes. Tras hundir la cabeza en el agua, alargó la mano para tomar un poco más de jabón. Se lavó el pelo, refunfuñó cuando empezaron a escocerle los ojos y con las manos se vertió agua en la cara.

Jimin se acercó a la bañera y empezó a acariciar su espalda, su cuello, su cuero cabelludo,

—Echa la cabeza hacia atrás —ordenó antes de verterle el resto de agua limpia sobre el pelo enjabonado — ¿Se siente mejor?

Yoongi asintió, al sentir su cuerpo menos caliente que antes. Se secó, se vistió con la camisa de seda negra que encontró en el piso. Jimin ya estaba recostado cuando volvió a la habitación, apenas vestido con un pantalón de pijama y se acurrucó contra él, hundiendo su nariz en su cuello.

Alfa.

El aroma a jazmín y mandarinas inundó la nariz de Yoongi, tranquilizándolo un poco.

Observó los ojos entrecerrados de Jimin y frunció el ceño, porque ese no era el trato. De verdad necesitaba de él. Así que tomó el asunto en sus manos y se subió a horcajadas sobre el alfa,  apegando su boca al cuello de este.

—Estoy cansado — murmuró este acariciando la espalda del omega cubierta con su camisa. Sonrió sin abrir los ojos —¿Y dónde está Yoongi y que hiciste con él?

—Jimin— advirtió, no estaba para juegos.

—Está bien, pero no quiero quejas.

—No las tendrás.

Jimin se quitó los pantalones del pijama y unió sus labios con los de Yoongi a medida que este deslizaba uniendo ambos cuerpos. Estos encajaron a la perfección, y solo entonces Yoongi sintió su cuerpo lleno, saciado y completo. Jimin lo tomó por las caderas obligándolo a quedarse completamente quieto para que se acostumbrara a la sensación al tiempo que depositaba pequeños besos por su pecho.

—Puedes moverte cuando quieras – susurró contra el pecho del omega, este solo asintió.

Se comenzó a mover una vez que la sensación extraña desapareció y solo el calor y el placer inundaron su cuerpo.

Yoongi había lidiado con celos antes, pero nunca era así de fácil. Se había asegurado de tomar supresores, encerrarse en su departamento, y evitar tener relaciones cuando el calor y la excitación eran más fuertes que sus pensamientos.

Era primera vez que su cuerpo no se sentía ajeno, y se sentía tan bien. Tan correcto.

Sus movimientos se hicieron rápidos y erráticos, y los besos de Jimin más que provocarle calma, avivaban el incendio que era. Se movió más lento una vez que se sintió al borde del precipicio, sabiendo que Jimin aún no estaba cerca, por como seguía creciendo dentro de él.

— ¿Esta bien? — jadeó.

—Me vas a matar — susurró este, mordiendo levemente su cuello.

Yoongi solo rió un poco, apoyando su frente en el hombro del alfa. Este volteó los cuerpos dejando al omega protegido bajo su cuerpo.

—Estoy cerca – masculló entre dientes.

Yoongi solo pudo asentir porque estaba demasiado perdido en las sensaciones que Jimin le estaba provocando.

Cuando este se vino dentro de él, Jimin no pudo evitar morder levemente el hombro de Yoongi para silenciar sus gemidos a medida que se anudaba, Yoongi gritó sin importarle mucho quienes lo escucharan.

Porque estaba en celo, necesitado y Jimin era él único que podía ayudarlo. Era mil veces mejor que supresores en té, calmantes o juguetes que nunca hubiesen podido satisfacerle de esta manera.

Jimin siempre evitaba anudarse con alguien debido a que eso llevaba a acurrucarse. Y él definitivamente no se acurrucaba. Pero Yoongi no esperaba nada de él, así que lo apresó en sus brazos y acarició su espalda calmando la respiración agitada de este.

—Eso estuvo bien — susurró entre sus brazos — ¿Crees que podríamos agregar al acuerdo pasar los celos juntos?

—Definitivamente — sonrió Yoongi adormilado —Definitivamente.

...

Holaaa, estoy de vuelta! Perdón por haber dejado esta historia en hiatus, de verdad espero poder actualizar más seguido :(

 Me costó años escribir este capítulo porque el smut no es lo mío, pero los próximos son mucho más fáciles, así que espero leerlas pronto. 

Mucho amor, y cada comentario y estrellita son serotonina para mí, así que se los agradezco mucho. Nos leemos 🤍🌿

to be so lonely // ym // omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora