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Jimin suspiró al ver como Yoongi se acercaba hasta él tambaleando y no pudo evitar sonreír por la falta de equilibrio de este. Quería estar molesto con Taehyung por haberlo incitado a tomar más shots de los recomendables, pero no podía quejarse al ver lo adorable que lucía con sus mejillas sonrojadas y ojos a medio abrir.

Se habían ido de la fiesta hace ya una hora, luego de que uno de sus compañeros de equipo se había puesto un poco más que insistente con Taehyung, y si él no estaba cómodo, no se podía quedar de brazos cruzados. Sabía cómo podían ser algunos alfas y no iba a exponer a su amigo a eso.

-¿Todo bien Yoon? – preguntó cuando este se dejó caer a su lado, asintiendo apenas y recargándose sobre su costado. Jimin quiso rodearlo con su brazo, sentir su aroma a lavanda y algodón más cerca, pero aún no estaba muy seguro que tanto eso le iba a gustar a Yoongi.

Había aprendido un par de cosas del rubio durante la noche, era tímido, había estado casi temblando antes de que lo encontrara, pero al mismo tiempo era seguro de sí mismo y no le importaba mandar a alguien a la mierda si era necesario. Era competitivo, y sus ojos habían comenzado a brillar luego de haber derrotado a cinco alfas en un juego de beer pong. Había notado su sonrisa, y su sentido del humor un poco seco pero preciso que le hacía sonreírle de vuelta dijera lo que dijera.

Pero sobre todo, había aprendido lo mucho que odiaba el contacto físico innecesario, y como casi se había visto envuelto en una discusión y amenaza de golpes a un tipo que lo había tocado más de lo necesario.

-No mucho – la voz ronca y baja hizo que el interés del lobo de Jimin se intensificara más. Pero trató de controlarlo un poco, no estaba muy acostumbrado a que este hiciera apariciones.

Normalmente sus noches luego de alguna u otra fiesta, no terminaban así con un omega entre sus brazos, adormilado y siendo completamente adorable. Sus noches siempre terminaban siendo un poco más intensas y bastante menos prudentes. 

Yoongi era absolutamente distinto a su tipo, pero no había podido evitar decir que si luego de ver sus labios rosados y su mirada en las fotos de la aplicación. Se había convencido de inmediato que quería una cita con él, pero ahora que ya llevaban dos, no estaba muy seguro de que estaba pasando o si siquiera quería seguir viendo al chico. 

Las cosas solían ser simples para él, era directo, mostraba interés y era claro con sus intenciones, pero con Yoongi no tenía idea que hacer. Las dos veces se habían divertido, se habían sonreído, y la química estaba más que presente. ¿Pero le gustaba si quiera de vuelta? ¿Había algún interés de parte del omega por él?

Yoongi hablaba de su carrera, de sus proyecciones y lo seguro que estaba de conseguirlas. Era serio, y no tenía tiempo para jugarretas o pérdidas de tiempo. Él en cambio, se estaba tomando su tiempo, su carrera no lo consumía y había un montón de cosas por hacer antes de dedicarse de lleno a lo anterior.

Y el detalle más grande de todos, es que definitivamente Yoongi no se veía como alguien con quien solo tener algo sin compromiso. Y era más que obvio que él no tenía idea cómo funcionaba eso.

-¿Me quieres decir tu dirección ahora? – la presencia del omega en su departamento después de todos esos pensamientos, lo estaba poniendo muy nervioso. ¿Debía preguntarle que eran? ¿Qué buscaba Yoongi en una relación? ¿O dos semanas era muy pronto para eso? ¿Estaba siendo muy intenso?

Salió de ese hilo de pensamientos, al sentir como este negaba contra su hombro y se acurrucaba un poco más contra él.

Ya eran las cinco de la mañana, y de verdad sus opciones de que Yoongi le dijera donde vivía o le diera número de alguien de confianza, eran cada vez menores al sentirlo abrazarse a él, y acomodarse en su sofá. 

-Bueno, supongo que hoy habrá pijamada – suspiró un poco rendido. Definitivamente no era como esperaba que fuera la noche pero tampoco estaba siendo tan terrible, al menos Yoongi no había vomitado ninguna de sus pertenencias.

Se levantó y sujetó contra sí el delgado cuerpo del omega, arrastrándolo hasta su habitación. Lo sentó en la cama y acomodó las almohadas para que estuviera más cómodo.

-Yoongi, me iré a dormir al sofá, si necesitas algo...-comenzó a explicarle, pero este le tomó la muñeca.

-Vueltas – musitó este casi en un susurro.

-¿Qué cosa?

-Vueltas.

-No entiendo Yoongi.

-Que da vueltas – pero antes de que pudiera terminar de decir la frase, Jimin vio con terror como el cuerpo de este casi se iba de bruces. Lo sostuvo contra su pecho, aún con el corazón latiendo desbocado y rogando para que el omega no lo notará con lo cerca que estaban sus cuerpos, sintió como la lavanda se mezclaba con su olor a mandarinas, y su lobo saltó satisfecho. Jimin quiso rodarle los ojos, acaso no se daba cuenta que la cercanía de romántico no tenía nada, y que lo hacía simple y llanamente porque si Yoongi se hacía daño, probablemente lo terminaría demandando.

Alzó la vista un poco para ver el rostro pálido de Yoongi, y su respiración se entrecortó al ver sus ojos completamente centrados en los suyos. Unos ojos demasiado bonitos para su bien. Apartó la vista cuando el rubio lamió sus labios y giró un poco su rostro acercándose. 

-Creo que deberías dormir ahora - murmuró suavemente, a medida que se apartaba. 

-¿Solo?

-Si Yoongi, solo.

-¿Y tú?

-Yo voy a estar en la sala.

-Me va a dar frío.

-Puedo arreglar el termostato.

-Me va a dar frío – insistió frunciendo el ceño. Jimin sacó todas las mantas del closet y las dejó sobre la cama.

-Ahora no.

-Te va a dar frío a ti.

-Buenas noches Yoon – le sonrió divertido a los intentos del omega, pero no iba a invadir su espacio cuando quizás al día siguiente se arrepintiera o le incomodara despertar junto a él. Lo ayudo a taparse con las mantas, y en menos de un par de minutos este ya estaba durmiendo.

Jimin se quitó los skinny jeans que ya le resultaban un poco incómodos, y se dejó caer contra el sofá. Definitivamente había sido una larga noche, pero no se arrepentía de nada, le gustaba la presencia de Yoongi en la habitación contigua, hacía a su lobo feliz. 

... 

to be so lonely // ym // omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora