Tras días de insistencia pura de Hoseok, Yoongi decide ceder e instalar tinder en su casi obsoleto teléfono, de todas maneras ¿que tan mal pueden salir las cosas?
Tras un test positivo en su último semestre, se podría decir que bastante.
Angst.
MPr...
El dolor de ojos lo estaba matando y ya eran las doce del día, si bien el café y las galletas que le habían regalado habían sido de ayuda, su estómago ya estaba exigiendo algo más.
Pero a pesar del dolor de cabeza inminente y que su espalda no aguantaba un segundo más sentado, de verdad necesitaba terminar lo de economía en la mañana.
En lugar de ir hasta la cafetería, caminó hasta el hall donde habían sillones cómodos y una máquina expendedora. Se encargó de dejar los apuntes ordenados y el Ipad apagado.
Se compró unas oreo y un agua, porque eran las únicas cosas sin ingredientes animales. Podía durar una hora más comiendo eso por lo menos.
Se sentó en el sofá y se puso a revisar los mensajes no leídos. La mitad eran de Hosek preguntándole si ya había comido, pero uno de los otros era de unos de los chicos de la aplicación.
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Cuando cerró la conversación con una sonrisa en la cara, vio a Hoseok parado en la puerta con dos bolsas en las manos.
-¿Almorzamos? - le sonrió a pesar de que Yoongi le estaba enviando una mirada asesina.
