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Terminó de secar un poco su pelo, y se puso solo unos boxers negro y su polera beige favorita, con apenas dos letras estampadas. Si bien Hoseok lo molestaba por no quitársela nunca, era la más cómoda que tenía.

El baño lo había ayudado mucho, y estaba más relajado que en semanas. Logró conectar la laptop al televisor, y le puso play a un capítulo de la serie. Si bien llevaba apenas un capítulo no estaba muy seguro si le estaba gustando, pero estaba demasiado interesado en saber el trasfondo de Marianne como para dejar de verla.

Se estaba quedando casi dormido, cuando sintió el timbre. Caminó a abrir la puerta esperando encontrarse a Hoseok, no a Jimin vestido de negro de pies a cabeza, con pantalones que casi brillaban debido al contraste de la luz y el material que estaban hechos.

Tragó saliva, porque definitivamente no lo estaba esperando.

-¿Puedo pasar? Hace frío.

Yoongi asintió, y solo entonces se dio cuenta del viento helado golpear sus piernas desnudas. No iba a cambiarse ni ponerse algo más, honestamente ni siquiera estaba seguro que Jimin fuera a quedarse mucho.

-¿Aún está disponible la oferta de la película?

-¿Qué paso con lo de Taehyung?

-Preferí estar acá.

-Oh. Si sigue en pie la oferta, elige la película que quieras mientras voy a buscar algo para comer.

En la cocina puso sus manos frías en sus mejillas, tratando de que el calor que emanaba de ellas no fuera tan intenso. Era obvio que estaban rojas pero Jimin no tenía porque saber eso. Miró la pizza a medio comer, y desistió de inmediato, busco unos bowls y puso papas fritas y otras cosas que encontró en la cocina. Sostuvo el pack de cervezas con la otra mano y las dejó en la mesita de centro.

-Yoon, ¿tienes algún chándal o short que me prestes? Estos pantalones no son muy cómodos.

La vista de Yoongi se dirigió a los muslos de Jimin y definitivamente le quedaban ajustados, sintió más sangre viajar a sus mejillas y tuvo que toser un poco. Cuando por fin lo miró a los ojos, vio una sonrisa amplia en su rostro y como en sus ojos brillaba una risa contenida.

-Si tengo – fue lo único que logró formular, antes de pedirle que lo siguiera. Le paso un chándal negro que sabía no le iba a quedar tan ajustados, si bien eran de la misma altura definitivamente sus proporciones corporales eran sumamente distintas. Lo dejó escoger una de sus camisetas, y tuvo que casi rogarle a su lobo que no hiciera un escándalo por ver a Jimin con su ropa.

Sentir el aroma a jazmín y salvia, mezclado con el suyo hizo que su cabeza diera un par de vueltas. Su lobo estaba disfrutando más de lo que hubiese debido.

-¿Importa si me cambio delante de ti o...?

-Lo siento, estaré en el living. Si necesitas algo del closet, solo sácalo.

-Gracias.

Jimin tiró su chaqueta de cuero sobre la cama, y la satisfacción que sintió no fue muy normal.

Se sentó en el sofá, y se contuvo de cambiar la película. ¿De verdad iban a ver el Diario de Noa? Para cuando el alfa volvió, le puso play a la película y se sentó junto a él.

¿Cómo se supone que sacaba el tema? Jimin estaba demasiado concentrado viendo la película como para empezar a hablar del tema.

-¿No te parece un poco manipulador que se cuelgue del así solo para que ella le diga que si? – soltó al ver la sonrisa de Jimin al ver la escena.

-Creo que es romántico.

-¿Romántico? Si yo me colgara del algún balcón y te obligara a salir conmigo, ¿Creerías que romántico?