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Durante toda la mañana su estómago había dado vueltas interminables, provocándole náuseas y ganas de aferrarse al portal del departamento, cuando Hoseok lo amenazaba con hacerlo salir forzosamente. Había razones por la que no tenía citas con desconocidos, el secuestro era la primera, el no querer ni necesitar una pareja estable la segunda, pero la tercera era que le provocaban crisis de ansiedad.

Bastaba que la hora se acercara, para empezar a cuestionarse todas las decisiones que había tomado en su vida, pero sobre todo decir que si a una cita.

–Vas a estar bien, Yoongi, lo vas a estar, y sino me llamas, y vamos al cine o algo. 

–No quiero ir – se quejó terminando de guardar su billetera de todas maneras, de verdad que se veía incapaz de cancelar, sobre todo cuando faltaba tan poco. 

–Lo vas a pasar bien, tú solo ve.

Yoongi asintió y terminó de salir por cuenta propia, a pesar de que Hoseok estaba más que dispuesto a empujarlo si no lo hacía por cuenta propia.

En el metro sintió sus manos temblar un poco, pero lo controlo a base de respiraciones profundas y tratar de no ser tan fatalista. Jimin iba a llegar, se lo había prometido.

Cuando llegó y subió el twit para informarle a Hoseok y sus conocidos donde iba a estar, se dejó mirar alrededor, pero no fue hasta que un olor a jazmín, mandarina y salvia, invadió cada uno de sus sentidos. Su boca se hizo agua al percibir las notas de mandarina, era su fruta favorita.

A pesar de sentir la presencia de alguien justo tras de sí, solo se giró cuando sintió una mano cálida en su hombro.

–Hola, ¿Yoongi, verdad? – le saludó el pelirosa, acompañando sus palabras con una amplia sonrisa y sus ojos achinados debido a esta.

–S–sí, soy yo.

–Disculpa la demora, pero tuve problemas con el metro. ¿Entremos? Hace un poco de frío.

Yoongi asintió y siguió al alfa en silencio, al entrar les explicaron las reglas del café, como no debían molestar a aquellos gatos que estaban durmiendo, tomarlos sin que estos quisieran o alimentarlos con chocolate. Yoongi asintió porque no era primera que venía, pero Jimin prestó atención y no despegó los ojos de la beta hasta que esta los dejó pasar.

–¿Si hago algo que no debo me avisas?

–Claro, pero no estés tan nervioso, si te equivocas o algo, no les vas a hacer daño, es solo para que estén cómodos y la gente respete sus espacios. ¿Si?

–Está bien – se sentaron en una mesa alejada para poder conversar bien, y leyeron la carta que estaba en la mesa. Cuando la beta se acercó, ambos se sonrieron tímidamente.

–¿En qué les puedo ayudar?

–Yo quiero un latte con leche de soya, ¿y tienes algún pastel que no tenga productos animales? – preguntó luego de haber escaneado la carta y no haber encontrado en ella ningún indicador de esto.

–Sí, tenemos un bizcocho de vainilla relleno con manjar de dátiles y leche condensada de coco, ¿está eso bien?

–Está perfecto, muchas gracias.

–¿Y tú? – pregunto Yoongi al ver que Jimin estaba en silencio.

–No sé qué pedir en realidad.

–¿No te llama la atención nada? – Yoongi reviso la carta y habían muchas opciones que sonaban bien.

–Es que... quiero el cheesecake tres chocolates pero...

to be so lonely // ym // omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora