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Yoongi dudo si seguir avanzando porque todavía no estaba completamente seguro de que era una buena idea. Mordió su labio inferior y miró alrededor, tratando de encontrarlo con la mirada, pero bastó un segundo para que Jimin apareciera corriendo hacia él con una sonrisa en la cara.

-Yoon, ¿Qué haces acá? – preguntó mientras secaba el sudor de su cuello con una toalla,  ignorando por completo como sus compañeros de equipo les empezaron a gritar cosas - ¿Viniste a verme?

Al parecer el entrenamiento había terminado justo cuando Yoongi lo había calculado, pero no lo suficientemente bien para asegurarse que el resto se había marchado. Podía sentir las orejas ponerse rojas y calor emanar de ellas debido a la atención no solicitada.

-¿Eso es para mí? – cuestionó el alfa, al ver divertido como Yoongi se negaba a hablar.

-Sí, toma – le puso la botella de agua y las barras de proteína que había comprado en el camino en el pecho con un poco más de fuerza de la necesaria. Había leído eran buenas para gente que entrenaba tanto como Jimin – Eso es todo, ahora me voy, tengo que hacer.

Dio un paso lejos, y con las mejillas completamente rojas empezó a caminar lejos de Jimin. No aguantaba un segundo más de la atención del equipo de futbol, menos las miradas de las chicas y chicos en las gradas.

-Hey, Yoon espera- pero antes de escucharlo decir algo más, escuchó a alguien gritar cuidado y el golpe de algo caer al piso. Miró ligeramente hacía atrás para encontrarse a Jimin en el piso, sosteniendo su nariz con ambas manos.

Quiso reír pero estaba seguro que Jimin no iba a apreciarlo. Se agachó a su lado, y quito un par de mechones rosa de la frente del alfa.

-¿Me dejas ver?

-Es tu culpa, todo es tu culpa – las palabras fueron mal articuladas debido a las manos cubriendo su boca, Yoongi no pudo evitar una sonrisa divertida. Pudo ver como Jungkook se intentó acercar, pero Taehyung le sostuvo el brazo y solo le sonrió, mientras arrastraba al pelinegro lejos.

-¿Y eso por qué?

-Me distraes Yoongi, me distraes mucho.

-Tendré que compensarlo entonces – tomó las manos del alfa entre las suyas y pudo ver como la nariz le había comenzado a sangrar. Sacó un par de pañuelos de su bolso, y los sostuvo con cuidado mientras Jimin lo miraba con un puchero en los labios - ¿sabes que no es grave, verdad?

-No subestimes un golpe de pelota, podría ser la última vez que me veas.

-Si si, que triste. Una tragedia. ¿Quieres ir a otro lugar?

-Por favor, una risa más y mi autoestima podría destruirse.

-No lo veo posible, pero mejor no arriesgarnos.

Yoongi ayudó a levantarse, y notó como los shorts blancos de Jimin se habían manchado con pasto.

Si era honesto consigo, no le interesaban mucho los uniformes ni los deportes. ¿Pero Jimin? Hasta podía verle el atractivo. Apartó la mirada con las mejillas rojas, mientras el pelirrosa se alejaba a buscar su bolso y equipo de entrenamiento.

-¿No te vas a duchar? – pregunto al verlo volver sin intenciones de ir a los cambiadores.

-¿Es una queja? – el alfa alzó una ceja divertido.

-Una sugerencia.

Caminaron en silencio, mientras Jimin continuaba sosteniendo unos pañuelos limpios contra su nariz. El sangrado aún continuaba y Yoongi se estaba sintiendo un poco mal por él. Decidieron ir hasta el escondite en el último piso del edificio que habían estado el día que Yoongi se había quedado dormido casi acurrucado a Jimin (ninguno había vuelto a hablar de eso).

En cuanto Jimin vio el sofá, se lanzó sobre él y cerró los ojos dejando caer su bolso y mochila sin cuidado alguno.

-Odio la sangre – murmuró.

Yoongi se sentó a su lado, y quitó los pañuelos con cuidado. Puso unos nuevos, y no pudo evitar hacer una mueca al ver que la zona estaba poniéndose un poco morada. Sacó su botella de agua que aún estaba fría y la puso en la frente del alfa, quien agradeció en un murmullo.

-Sabes, como soy el culpable de esta tragedia, voy a darte esto.

Si bien era cierto que lo había preparado especialmente para él, no había tenido el valor de entregárselo. Así que esto le daba la excusa perfecta.

Jimin abrió uno de sus ojos, y sonrió de oreja a oreja al ver el bento con la comida cuidadosamente ordenada. Era lo más adorable que había visto en semanas, y siguió sonriendo incluso si le molestaba infinitamente la nariz.

-¿Seguro que no lo hiciste para mí?

-Obvio que no, es lo que almuerzo siempre.

-Claro.

-Es cierto.

-Te creo.

-Un cuestionamiento más y me lo como yo.

-Ni te atrevas – Jimin tomo el bento y lo abrazó contra su pecho con su brazo libre. 

(...)

Hola! He vuelto<3 Le agradezco mucho a quienes votan y me dejan sus estrellitas, me alegran muchísimo. Espero que estén bien y cuídense mucho! 

Un beso de Jin! 

Un beso de Jin! 

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to be so lonely // ym // omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora