1. Nada estara bien ♡

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Los acolchados en los que ruedo son calentitos y me revuelco divertida. Al terminar veo una mesa que no vi antes y aparece lo que más amo y es comida.

Sonriendo voy corriendo descalza y me siento en una silla mirando con apetito cada postre y tostada. Pero luego de comer una cucharada de pastel de chocolate veo manos tomando mi plato queriendo quitármelos. ¿Qué? No me quitaran mi comida.

Lucho por quitárselos hasta que empiezan a gritar mi nombre para soltarlo pero aun no lo hago.

Y mi vista desaparece llevándose la comida que me quede con ganas de probar.

Me llevo las manos a los ojos y siento como soy sacudida una y otra vez. Mis parpados me sientan pesados y no quiero abrirlos, quiero volver a mi sueño. El calor de mi sabana desaparece trayendo una oleada de frio, me estremezco y lo busco con mi mano y volver a sentir calor en mi cuerpo.

No me quiero despertar porque si abro los ojos ahora no volveré a cerrarlos.

Me vuelven a quitar las sabanas y siento un peso al lado de mi cuerpo que me instan a abrir los ojos asustada por el peso que luego siento encima de mí y el grito que pegan en mis oídos.

— ¡Valeria!— me tapo los oídos pero detienen ambas manos— ¡Ya despierta!

Me sobresalto y me siento en la cama con ellas cayendo a cada lado de mi cama. Asustada miro a ambos lados e inflo mis pulmones para gritarles cuando logro reconocer los rostros.

¿Cómo pudieron despertarme así? Y encima que estaba teniendo un lindo sueño.

— ¡Pero qué les pasa!—me retuerzo enojada y frustrada tomando también las sabanas y agitándolas haciendo berrinche— ¿No saben qué hora es?

Miro pensando que es súper temprano para que mis mejores amigas estén aquí en este momento. Suspirando pesadamente me levanto de la cama y tomo mi teléfono para ver la hora y mis ojos se explayan al ver lo tarde que es mientras me acuerdo que dia es hoy.

Ellas me miran diciendo con la mirada el porqué de sus gritos y mi queja.

— ¡Mañana es nuestra fiesta de graduación!— me desespero poniéndome mis pantuflas rosadas— y todavía no tenemos nada que ponernos.

— Y eso fue culpa de Lara que decía una y otra vez que deberíamos preocuparnos en pasar más tiempo juntas y todo ese sentimentalismo— comenta mi amiga rubia con los brazos cruzados.

— Es que es ya no pasaremos más tiempo como antes por la Universidad y el estudio—aprieto los labios lamentando lo que viene y el momento que dejaremos atrás en la Secundaria. Hace pocos días ya terminaron las clases pero ya lo extraño.

Me quedo mirándolas con nostalgia a mis locas mejores amigas, dos personas distintas que nos completamos mutuamente con nuestras personalidades. Mis más grandes cómplices en toda la secundaria y los momentos juntas me ponen muy melancólica.

Siempre estuvimos juntas y ahora esta noche todo cambiara y en un pocos meses cada una seguirá su vida.

El miedo a no verlas a que todo quede olvidado me invade queriendo volver a empezar la secundaria. Pero ya termino y agradezco tomas el consejo de Mama cuando me dijo que viva este ultimo año a lo máximo con ellas y si que la vivimos.

— Las quiero muchas chicas— suelto sorprendiéndolas a ambas que me miran con los ojos abiertos por la sorpresa de mi comentario. Las veo y ya las empiezo a extrañar— como agradezco que Andrea me haya jalado del cabello en primero por tomar algo suyo sin querer.

el mejor amigo de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora