Hay muy pocas cosas que cuando estas decaída te hacen sonreír, pero una sonrisa de verdad, no de las que dudas si es real. Aunque en este punto, en que mi cabeza estalla de cosas sin decir, cuestionar, pensar y mostrar no lose. Creo que empiezo a ya no distinguirlo y algo punzante se instala en mi pecho cuando miro el comedor vacio, la cocina vacía, la sala vacía. Y yo sola en el vacío. Pero como dije a pesar de lo que suceda siempre tengo a mi pequeño y medio molesto rayo de sol. Mi hermana es mi salvación en el ahora profundo mar dentro de mí.
Me doy vuelta y vuelve a poner de frente mi rostro. Contengo la risa pero no puedo. Sin duda tengo a la mejor compañía de vida. Y me peina el cabello porque vio un peinado en una serie en la tele y le gusto. Ahora me encuentro obligada pero no importa porque al menos no me corto el cabello que venía con el look nuevo que necesito según ella porque ya mañana es navidad. Y luego año nuevo, como muchos dicen año nuevo, look nuevo. Ella se lo tomo literal.
— ¿Y yo te podre hacer un look a ti?— juego con una hebilla de las tantas que están esparcidas por el suelo.
— Por favor no— abro la boca exageradamente y note mi súper indignación
— quizá te pida que me maquilles.
Ahora si me volteo aunque me fulmine con esos ojos.
— ¿Perdón? Pero si tú eres una niña— ¿Cómo es que piensa ya en maquillarse?
— Ya no. Soy grande, cumpliré 6 años.
— Todavía una niña
— No seas mala ¿Si?— parpadea rápidamente y abre un poco más los ojos, no, no me va a manipular.
— Ni siquiera yo me maquillo
— Pero yo no soy tú. Y si me enseñas bien yo te maquillare a ti—la ilusión me aprieta el pecho.
No soy de maquillarme. Ya mis amigas me dijeron que debería hacerlo pero simplemente no va con lo mío, lo máximo que me he hecho fue un delineado, casi chueco y un bálsamo de esos que usas en el invierno. Tampoco lo he hecho en una cita con Leo. Nadie a parte de mis amigas me lo habría propuesto y una niña de a punto de cumplir 6 años lo hace.
Estos niños de ahora.
Me sigue mirando con esa mirada que podría derretir hasta el ser más frio del mundo.
— Está bien— sonríe emocionada y la invade tanto el sentimiento que me da un beso en la mejilla.
— Otro— lo duda y me da dos más.
Luego volvemos a ser la estilista y su clienta por casi una hora más.
El celular me vibra y sonrío al grupo de mis amigas
Lara: ¿Pi jamada alocada?
Rubia: Todas tus pijamadas son alocadas
Lara: (Emoji que gira sus ojos)
Yo: Me encanta la idea.
Escucho la puerta y papa aparece con bolsas de compras y viene a nosotras luego de dejarlas en la heladera. Clarita estira los brazos y el la recoge levantándola y dejándola con un beso en la frente en el sofá.
— ¿Qué trajiste?— lo saludo. No estuvo desde que nos levantamos y yo tuve que cocinar, por suerte no nos intoxique.
— Helado
— ¿Qué sabor?— Clarita intenta trepar su espalda y el niega cansado lo que me detiene unos segundos.
— Las favoritas de mis princesas. Chocolate con almendras y menta granizada. — ella corre a traerlo.
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el mejor amigo de mi novio
Novela Juvenil¿Alguna vez sentiste que tu mundo se derrumbada poco a poco? Esto es lo que le pasa a Valeria, una adolescente que empieza su vida adulta. Asustada de comenzar a asumir esas responsabilidades y ese gran paso. Y ella esta dispuesta a enfrentarlo por...