¿Es mía?

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Harry llegó a casa de su mamá, y abrazo a su pequeña bebé, era lo que necesitaba, sentir su olor para saber que todo iba a ir bien.

—  Mami, hueles muy rico — habló la pequeña.

— ¿Si amor? — le sonrió a su bebé

— Si mami, a chocolate y menta, mh, delicioso. — frotó la nariz en el cuello de Harry.

Harry no supo que decir, tomó a su hija en brazos, le dio besos en las mejillas, tomó sus cosas, se despidió de su mamá, y se fue rumbo a su casa.

Llegaron, comieron y tomaron leche con galletas, vieron El Rey León, jugaron a las muñecas, hasta que Hailey le pidió ir al Nido para dormir, subió su playera y la pequeña se engancho a su pezon, durmieron plácidamente con el olor de chocolate y menta.

Al día siguiente Harry despertó con su hija llenándolo de besos.

— Mamiiii, mamiiii, mamiiii.

— Amor, ya te escuché, ¿qué necesitas? — abrió los ojos y vio a su hija sentada a lado de él.

— A mami — sonrió con sus hoyuelos expuestos.—  Mi panza tiene mucha hambre, mucha, ven y escuchala. — le hizo una seña para acercarse

— Te creó amor

Harry rió, su hija siempre tenía hambre, ahora que ya estaba dejando de amamantarla durante el día, quería comer todo el tiempo.

Se paró, y ambos lavaron sus dientes, se bañaron y Harry comenzó a hacer el desayuno, hizo pan francés y un poco de huevo, le dio leche en vasito a Hailey y el se preparo un té.

El timbre sonó, y recordó que Zayn iría a verlo, tenía que firmar algunos papeles, y le pidió de favor ir a su casa.

Abrió la puerta y ahí estaba Louis, en el umbral de su puerta , con su expresión decaída, nervioso, lo conocía y sabía realmente cómo se sentía, no supo cómo reacciónar y antes que alguno de los dos pudiera hablar, Hailey salió de la cocina, dando pequeños saltos, quitándose sus rizos de la cara y sonriendo.

Cachorra, nuestra. — habló para sus adentros el Alfa de Louis

— Mamii, mami, ya acabé, quiero ver Mulan — Hailey se percató que no estaban solos, sonrió, alzó su manito y saludo a Louis.

Louis estaba sorprendido, pero respondió el saludo y miró a Harry, con cara de confusión .

— ¿Es tuya? — Habló Louis con ojos llorosos.

Harry suspiro y tuvo que tomar aire, no sabía dónde meterse, no pensó que así sería como se conocerían Louis y Hailey.

— Si, permiteme un momento, pasa y siéntete cómodo, iré a ponerle una película y hablaremos. ¿Bien?

— Si, claro — Se sentó en el sillón, que ya no era el mismo, su departamento había cambiado mucho, había fotos de la pequeña y Harry por donde sea, había juguetes, y protecciónes por todos lados, había una pared llena de rayones con crayolas, el departamento estaba pintado de lila y olía a menta, fresas y un olor a  cereza, que le calmaba el alma, ¿era suya? ¿La pequeña era su hija y de Harry? ¿Por qué no le dijo? Tenía muchísimas dudas.

Harry salió de una de las habitaciones y le ofreció té, se sentaron frente a frente.

— ¿Es mi hija? — Preguntó directamente Louis, no podía seguir con la duda.

Harry asintió, con una mueca.

— ¿por qué no me lo dijiste? — alzó la voz

— Te fuiste Louis, y estaba triste, el departamento se me caía encima, las paredes me gritaban tu nombre, la casa olía a ti, y lloré tanto, mi omega estaba triste, caí un par de veces y estaba solo, despertaba después de días y solo, eso solo hacía que me sintiera peor de lo que ya era, hasta que comencé a tener síntomas y fui al doctor, me dijo que estaba embarazado, supuse que los supresores fallaron cuando llego tu último celo, me recomendaban no tenerlo porque no tenia marca , y podía morir, no me importo, desde el momento que supe que estaba dentro de mi, fui más que feliz, fue mi luz en la oscuridad y me aferre a ella, tuve un embarazo difícil realmente, triste, pero cuando la sentí dentro de mi, todo eso terminó, tuve un motivo para seguir y sonreír, te fuiste Louis, y yo te amaba tanto y durante años lo fuiste todo, me heriste y sufrí de una manera que jamás pensé que se podría hacerlo, tuve tanto frío, durante esos meses, hasta que nació, y pude tocarla, y sentí como todo lo malo se fue, me salvo, tenía un motivo para no rendirme, y pasó el tiempo y te borré de mi vida, me aleje de tu familia, porque eran el recuerdo latente de tu existencia, hasta hace unos días, que mi mamá se encontró a tu mamá, sinceramente no sabía ni siquiera que habías vuelto, y jamás me plantee la posibilidad de verte de nuevo, te fuiste a triunfar y a buscar una vida mejor, a cumplir tus metas y mi hija y yo no íbamos a impedirlo.

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