Yesterday.

Extra II - Familia

La vida de Harry y Louis después de la llegada de los gemelos había sido caótica, tener cuatro hijos y ser dueños de sus propios negocios no era algo con lo que fuera fácil lidiar, Hailey tenia nueve años, Alex cinco, y Los gemelos tres años, era difícil la situación en la que se encontraban y la falta de sueño era el principal factor con el cual tenían que lidiar.

Harry estaba dentro del baño con una prueba de embarazo positiva, no sabía que haría, ni siquiera pensó que cabía la posibilidad de que estuviera embarazado dado a que usaba supresores, una vez más habían fallado en el peor momento, y no es que no amara a sus hijos con toda el alma, pero jamás le dijeron que ser madre sería tan complicado, y menos cuando cada uno de sus hijos era diferente, apenas se estaba empezado a acoplar a ellos y a su estilo de vida, no quería tener otro hijo, estaba seguro que ya no podría, no tenía clara su decisión, no tenía claro si después de que si decidiera interrumpir su embarazo Louis querría seguir con él, incluso si lo aceptaría y aunque las cosas para los omegas estaban bastante mejor de lo que estuvieron, la sociedad aún los tachaba de monstros si decidían abortar, pero era su cuerpo y podía hacer lo que decidiera, pero estaba muerto de miedo.

— ¡Mami! — se escuchaban los golpes en la puerta — ¡Mami, Noah me pego, y me dolió mucho! — la voz de Alex se escuchaba tras ella.

— ¡No pegue Mami! ¡No pegue! — Noah era el más travieso de sus hijos, y siempre estaba haciendo travesuras con su gemelo.

— ¡Mamiii, por favor sal, mamiiii! — Alex comenzó a llorar estruendosamente y Harry sabia que era hora de levantarse e ir a arreglar la situación que sus hijos estaban pasando.

— ¿Qué sucedió? — Alex tenia sangre en la nariz.

— Mami, Noah me pego con un bloque en la nariz y ahora estoy sangrando, ¡Voy a morir! — Se escucho el llanto estruendoso de su hijo.

— No claro que no vas a morir, ven — tomo su mano y se adentraron en el baño.

Harry comenzó a limpiar la nariz de Alex cuidadosamente, mientras se escuchaba un pequeño sollozo de parte de Noah quien estaba tras ellos, viendo todo lo que estaba sucediendo.

— ¿Por qué lloras, Noah? — Preguntó Harry, tuvo que respirar suavemente para no comenzar a gritar.

— Mamá, mi culpa — se escucho la voz de Noah tras de él.

— Si tonto, si fue tu culpa — Alex le saco la lengua.

— Basta, niños. — Harry dejo la toalla con la que estaba limpiando la nariz de su hijo y suspiro — por favor espérenme en la sala, y siéntense en lo que enjuago esto .

— Pero mami — Alex interrumpió

— Silencio, basta ya, les di una orden, los quiero en la sala, y por supuesto tranquilos, no quiero más alboroto, y más les vale cumplirlo. — los miro y ellos asintieron

Lavo la toalla llena de sangre, miro que tenia los ojos llorosos, esperaba que Louis no hubiera sentido nada a través del lazo, peino ligeramente sus rizos y salió del baño, al bajar las escaleras, sus cuatro hijos estaban sentados en el sillón de su casa, en silencio.

Hailey le regalo una sonrisa, su princesa seguía siendo tan hermosa y tranquila, le devolvió la sonrisa.

— ¿Me pueden explicar qué sucede? — Harry le preguntó a sus hijos.

— ¡LOS GEMELOS SON MUY MOLESTOS! — Alex grito.

— Baja la voz, Alex, en esta casa no gritamos, si gritas yo no te entiendo. — Harry negó con la cabeza — ¿Yo te grito? — Alex hizo un puchero y negó — Entonces no me grites.