UN MES DESPUÉS...
Finales de Noviembre. El frío polar había llegado a Málaga y en la cálida provincia andaluza ya se respiraba ambiente navideño con las calles adornadas e iluminadas. Las familias paseaban llevando acuestas un paquete de castañas asadas y todos los niños soñaban con sus listas de regalos mientras miraban los escaparates de las jugueterías. Todo eran sonrisas e ilusión en la recta final del año.
A escasos metros de la playa, vivía un chico de 16 años llamado Andrés. Pero no vivía solo, lo acompañaba su ángel de la guarda: Una dulce chica de 18 años con un radiante pelo oscuro ondulado llamada Rocío. Ella era su niñera, y gracias a ella, Andrés aprobó el examen de Matemáticas y recibió el mejor regalo de cumpleaños que ningún niño de su edad habría recibido jamás: Un día entero juntos, poniéndole la guinda al pastel viviendo una de las mejores experiencias de su vida. ¿Lográis adivinarla? (...) Exacto, fue al cine con una chica por primera vez. Y no con una chica cualquiera, sino con ella: Rocío.
Pero claro, no todo es de color de rosa: Días antes de eso, Andrés fue expulsado de su instituto en el período de un mes. ¿La razón? Fue por una pelea, la cual él no provocó, sino fue un siniestro y malhumorado chico de su misma edad llamado Raúl.
¿Ya tenéis fresca la memoria? Pues empecemos: Andrés salió del baño de darse una ducha y en el salón le esperaba Rocío, que se levantó del sofá en cuanto lo vio entrar.
— ¿Tienes ganas de volver al insti? —dijo con dulzura.
—Hombre, sinceramente no muchas —respondió entre risas —Pero este tiempo a tu lado ha sido increíble, Rocío. Eres la mejor.
Ambos se abrazaron con fuerza y Andrés acariciaba su pelo largo —Te quiero un montón, Rocío.
—Yo también te quiero, cariño.
Andrés se sorprendió — ¡Nunca me habías llamado cariño!
— ¿No te gusta?
—Me encanta.
Rocío sonrió y le dio varios besos en la cabeza.
—Rocío...
—Dime.
— ¿Me puedo sincerar contigo otra vez?
— ¡Claro que sí, hombre!
Andrés se separó un poco de ella para mirarla a los ojos —Eres la mejor persona que he conocido nunca, eres literalmente perfecta: cariñosa, dulce, comprensiva y encima divertida y lista. Muchísimas gracias por aparecer en mi vida. Aunque al principio te despreciara, quiero que sepas que nunca voy a encontrar a nadie como tú. Ya no solamente te quiero... yo te amo.
Rocío se deshizo en lágrimas, aquellas palabras le partieron el alma —Y tú eres el mejor niño del mundo... yo sí que te amo, mi campeón.
Ambos se volvieron a abrazar con todas sus fuerzas —No quiero perderte nunca, Rocío. ¿Me prometes que vas a estar siempre conmigo?
—Te lo prometo —dijo con la voz quebrada. Después de cenar, ambos se fueron a la habitación de Andrés.
—Andrés, ¿quieres que hoy duerma en tu cama contigo?
—Claro, teníamos un trato.
Rocío deshizo la cama y ambos se tumbaron. Antes de dormir se miraron sonriendo, eran conscientes de la conexión que existía entre ambas almas.
— ¿Has puesto el despertador? —le dijo Rocío y Andrés asintió. Ésta en ese momento le abrazó y le acarició con dulzura la espalda.
—Rocío...
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Mi niñera y yo
Teen Fiction#MiNiñeraYYo Andrés es un chico de 16 años, al que en su instituto, todos admiraban: sacaba buenas notas, era muy trabajador, era muy cariñoso con las chicas... Su vida en el nuevo curso iba viento en popa. Una cálida tarde de octubre, sus padres, i...