⌕ gaman; palabra japonesa que hace referencia a soportar con paciencia y dignidad.
⌗ yut lung
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Los astros fueron testigos de la peculiar unión, con recelo vieron crecer la nefanda semilla disfrazada de amor y normalidad.
El matrimonio suponía un destino satisfactorio al lado de la persona deseada, el escenario asemeja un gardín repleto de flores donde no existe sufrimiento o angustia; porque si la unión es anhelada por ambas partes, se era posible gozar de un pequeño paraíso terrenal. Pocos eran los casos donde aquello se cumplía, especialmente en una sociedad tan retorcida y preocupada solo por el beneficio propio.
Es más fácil ignorar que involucrarse en problemas graves. La gente acostumbra a hacer la vista gorda ante casos inexplicables e infames, porque claro, no hay problema mientras el afectado sea otro. Eso le había quedado muy claro desde corta edad, no podía confiar en nadie y mucho menos mantener un corazón ingenuo; los débiles eran el blanco perfecto de los ojos maliciosos. Su inocencia marcaría su fin, su empatía lo llevaría a la perdición; las acciones buenas únicamente le restarían días, por lo que era mejor ocultarlas.
Evidente era que su madre había terminado como una de las tantas víctimas dentro de ese mercado oscuro y corrupto. Descrita como una mujer etérea y pacífica, piel tersa que asimilaba la porcelana y cabellos de color noche; una belleza envidiable y exótica. Eran buenos rasgos que debieron cuidarla y alejarla del lado amargo de la vida, pero en su lugar le marcaron una silenciosa condena de la que se vio obligada a cargar.
Su encanto la puso en un centro de atención masivo, donde variedad de personas se limitaba a reducirla como producto y no como persona. Sus derechos fueron robados al igual que su adolescencia, afortunado era quien pudiera hacerse con ella. Nadie perdió la oportunidad de tenerla, de reclamarla como suya en contra de su voluntad. Puesto a que su voz no era válida, sus opiniones no eran escuchadas y con el tiempo había aprendido a morderse la lengua para evitar quejarse; en ese mundo no existían otras escapatorias además de aceptar o morir.
Fue adquirida por un respetuoso y temido hombre cuando se supone debía estar disfrutando sus años frescos, realizando actividades cotidianas y llevando una vida quizá aburrida, pero normal. Era una niña cuando aprendió a comportarse como mujer, cuando no tuvo más opción que aceptar el lazo de compromiso que la ataba a ser una de las favoritas de aquel hombre. Por ello su maternidad se vio rodeada de caos y preocupaciones, ¿cómo cuidaría de una criatura tan pequeña cuando ella misma no tenía control de sí?
Pero nadie opinó, nadie hizo un esfuerzo mínimo por salvarla. Se disfrazó de la esposa ideal y vistió un bulto en su vientre poco después de conocerlo; esa era la sentencia última que le dictaba que jamás podría alejarse de su destino. Quien venía en camino era producto de una unión forzosa y errónea, una prueba del marchito mundo lleno de egoísmo y soberbia.
