GABRIEL
¿Por qué me comporte así? No lo sé, en un minuto quería tenerla cerca de mí y otra apartarla completamente de mi vida, si mi madre viviera se avergonzaría de como la he tratado, yo no soy esa clase de hombre pero apuesto que piensa que soy algún tipo de monstro.
Alena que lo único que ha hecho es aceptar casarse con un completo desconocido quien la trajo a Londres donde no conoce a nadie, sacándola de su zona de confort, era diferente a todas las que he conocido, tan humana pero a la vez tan misteriosa, simplemente era letal.
Por eso decidí salir del país unos días, necesitaba pensar claramente que es lo que quería, que era lo mejor para ella.
Tenía que solucionarlo… esto no podía quedar así.
**
Habían pasado dos días desde que Gabriel se había ido de viaje, no sabía nada él, no es que estuviera con el pendiente pero pues muy en el fondo me preocupaba total dormíamos en la misma casa.
Trataba de que mi vida siguiera lo más normal posible así que seguía llegando a mis clases y a la cafetería que estaba cerca que se había vuelto uno de mis lugares favoritos.
Cuando llegue a casa me lleve la sorpresa de que se encontraba de visita el papá de Gabriel, no sabía cómo actuar si ser la esposa que vive un cuento de hadas pero esa idea la deseche al segunda que lo pensé, simplemente sería yo.
-Buenas tardes Sr. Gaznerla- dije cuándo entre a la sala
El giro para verme de frente recibiéndome con una acogedora sonrisa –Nada de señor hija, me haces sentir muy viejo solo llámame Rodrigo- yo solo sonreí- Esa pequeña cabecita se preguntará que hago aquí- asentí mientras el papá de Gabriel me señalaba el mueble para sentarme- Quiero que hablemos Alenna, saber cómo te ha ido y como llevan este asunto-dijo tocando mi anillo de matrimonio.
Lo dude un momento pero con quien más podía hablar de esto –Bueno, ¿por dónde quiere que comencemos?-
-Comenzaremos por una caminata en Hyde Park ¿Qué te parece?-
-Sí, claro- me gustaba la idea, mientras menos tiempo pasara en esta casa mejor
Unos quince minutos después cuando ya nos encontrábamos en la caminata rodeada de un silencio cómodo, hasta que ese silencio fue interrumpido por la voz masculina que se encontraba a mi lado - ¿Cómo estas Alena?
Su pregunta me confundió un poco así que solo dije un simple – Bien- era una sola palabra pero que estaba acompañada de miles de cosas que quería decir pero que simplemente no me atreví.
Tu muy bien Alena, sigue así dijo una voz en el interior de mi cabeza, sentí como un par de ojos se fijaba en mí mientras hablaba -¿Así que bien eh?-
Yo seguí caminando dando como respuesta un encogimiento de hombros, era una cobarde no quería hacer contacto visual sentía que iba a descubrir todo lo que en mi mente rondaba, pero fue más – Bueno no también como quisiera- hice una pausa mordiéndome el labio- Es simplemente que…. no sé ni cómo empezar- dije derrotada después de pensar tanto.
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Solo es cuestión de tiempo
ChickLitUna chica que ha intentado buscar una salida pero parece que todo está en su contra, Chicago no está preparado para Alena Kloss o es ella que no es preparada para volver y mucho menos para un matrimonio al cual ella se niega pero todo se escapa de s...