Alena había regresado a Chicago después que se juró no volver a esta casa que malos recuerdos le traía siempre se había sentido sola en esta gran propiedad aunque estuviera llena de personas entrando y saliendo.
-Tu padre te está esperando en el despacho-
Alena levanto la vista de la foto que había estado observando para encontrarse con su madrastra Verónica quien la miraba con mala cara, claro tampoco se esperaba que le recibiera con una larga charla de bienvenida.
Así que sin más se paró y siguió a su madrastra no es que necesitara una guía para llegar al despacho de su padre conocía bien la casa aunque hubieran efectuado unos cambios.
Al ver a su padre serio e imponente detrás de ese escritorio pensó que aquí no está pasando nada bueno vio como Verónica toma asiento en un pequeño sofá.
-Buenas tardes padre- habló la chica.
-Dejemos de formalismo, tengo que decirte algo importante – interrumpió su padre con el mal humor que lo caracteriza.
Alena estaba acostumbrado al tono tosco de su padre no iba ir a esconderse tras un mueble a llorar, pero se siento decepcionada que a pesar de los años que paso fuera el no mostraba un poco de sentimiento por su llegada.
-Sabes que en el mundo de los negocios tienes que actuar rápido y aprovechar la oportunidad cuando se presenta…- empezó su padre.
Si la chica ya se sabía ese discurso de los negocios, lo importante que son los arreglos, que las oportunidades solo se dan una vez, aunque le gustaba ese mundo su padre nunca permitió que Alenna estudiará nada de eso la limito a cosas más de niñas.
-Por eso aproximadamente en dos meses te casaras con Rodrigo Ganzerla ya hemos firmado el contrato y claro el pre nupcial –
Alena quien estaba recordando la última vez que había entrado al despacho desecha y en un mar de lágrimas presto mucha atención a las palabras que acaban de salir de la boca de su padre.
-¡¿Qué?!-
-Has escuchado correctamente porque hasta donde recuerdo no eres sorda-
-Estamos en el año 2014 no en el 1800, no puedes obligar a nadie a casarse-
-Te casaras y no hay nada más que hablar- hablo su padre en tono autoritario y que no aceptaba un no de respuesta.
-¿Y quién es Rodrigo Ganzerla?-
-El dueño del bufete internacional Litt & Ganzerla y sobre todo el más importante Fascovich Motors-
Rápidamente la mente de la chica empezó a buscar en sus recuerdos para ver si sabía quién era y recordó como en primera plana del diario de Londres salía algo sobre su fábrica de motores y su gran foto a lado.
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Solo es cuestión de tiempo
ChickLitUna chica que ha intentado buscar una salida pero parece que todo está en su contra, Chicago no está preparado para Alena Kloss o es ella que no es preparada para volver y mucho menos para un matrimonio al cual ella se niega pero todo se escapa de s...