El sol se colaba por mi gran ventana lo cual hizo que me levantara, habíamos llegado a Portofino, Italia en un viaje corto, el lugar era hermoso, podía sentir la brisa marina, lo colorido del lugar, simplemente era magnifico estaba tan absorta en la vista que no escuche en que momento abrieron la puerta.
-Veo que te gusta la vista- habló Gabriel
-Si es magnífica-
Y sí que era magnifica cuando me gira para ver de enfrente a Gabriel que estaba vestido con una camisa de demin con el primer botón abierto y una bermuda, se veía tan relajado, sus ojos tenían un brillo especial que los hacia parecer más azules cosa que era casi imposible o tal vez eran alucinaciones mías, sentí que podía escuchar lo que mi mente estaba diciendo.
El primer día transcurrió en conocer las calles empedradas de Portofino, se podía ver todo el mar desde la pequeña ciudad, había un gran mercado italiano que vendían de todo, desde especias, comida, ropa, y pequeñas curiosidades.
Habíamos caminado cada posible rincón, compramos unos aperitivos para llevar no había entendido porque no habíamos comido en el lugar, yo estaba muerta de tanto caminar, hasta que vi que Gabriel se detuvo.
-Ten, ponte esto- dijo dándome un casco mientras él se coloca el suyo.
De seguro vio mi póker face -No puedes venir a Italia y no subir a una de estas- dijo riendo mientras señalaba una vespa color perla.
-¿Y estas seguro de que sabes manejarla?- Me ayudo a subir a la parte trasera, estaba nerviosa creo que era lo más cerca que habíamos estado, tuve que enrollar mis brazos alrededor de su cintura, podía sentir su cuerpo tonificado.
-Esto es Italia Alena, nadie sabe manejar-
Y así fue como hicimos el recorrido por la ciudad hasta llegar al punto más alto de la ciudad, nos sentamos como en un tipo mirador, y con un hermoso atardecer y justo ahí me di cuenta que no todo era tan malo en este arreglo que me habían impuesto, al menos me estaba llevando una buena parte o tal vez la mejor o simplemente algo más...
**
Los días habían sido una completa aventura, ya me sentí como una residente más de la ciudad, por más que trate y trate de que Gabriel me dijera a donde iríamos hoy, no quiso decirme, nuestra relación había mejorado mucho en estos días, ya no parecíamos dos completos desconocidos viviendo bajo el mismo techo, éramos amigos, ya sabíamos que le gustaba o disgustaba el uno del otro, la confianza iba creciendo poco a poco pero ahí iba.
-Nuestra transporte del día de hoy bella donna- dijo señalando la pequeña embarcación - ¿Ya estas lista para tener una tarde nosotros dos solos?-
-Sí, esperando que sea una tarde como las demás capitán-dije mientras me ayudaba a subir a la lancha.
Ya que estuvo todo listo nos pusimos en marcha, me sorprendía lo mucho que a Gabriel se le daban las cosas, como si siempre las hubiera práctico.
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Solo es cuestión de tiempo
ChickLitUna chica que ha intentado buscar una salida pero parece que todo está en su contra, Chicago no está preparado para Alena Kloss o es ella que no es preparada para volver y mucho menos para un matrimonio al cual ella se niega pero todo se escapa de s...