En respuesta a su reacción, Seo-won se puso ansioso. Se había frotado repentinamente, pero las lágrimas y el sudor también se limpiaron en las manos de Do-kyeom.
No era educado limpiarse el sudor con las manos de otra persona, y Do-kyeom era alguien muy pulcro. Al pensar que había hecho algo que Do-kyeom odiaba, Seo-won dejó de llorar y quitó la cara de su mano.
- "Lo siento...es refrescante".
- "No...no te disculpes. Tu cuerpo está ardiendo. ¿Fuiste al hospital? ¿Tomaste alguna medicina?"
Afortunadamente, Do-kyeom no se enojó. Normalmente, habría dicho algo, pero parecía tratarlo como a un paciente. En cambio, miró su mano de manera extraña y continuó apretando y abriendo su puño.
Era un comportamiento que normalmente se consideraría extraño, pero Seo-won, que estaba muriendo de dolor, no dijo nada. Seo-won respondió con voz arrastrada mientras abría los labios resecos.
- "No..."
- "¿Qué? Te estás muriendo pero, ¿no has ido al hospital? Llamaré a alguien..."
- "¡No, no puedes hacer eso!"
Cuando Do-kyeom estaba a punto de levantarse, Seo-won agarró su mano.
Era un agarre débil, pero afortunadamente, Do-kyeom se detuvo. A diferencia de antes, las manos de Do-kyeom estaban un poco tibias. Tenía la misma temperatura corporal que la mano de Seo-won, que tenía fiebre de 38 grados.
Tragó saliva y preguntó con voz calmada.
- "¿Por qué no?"
- "Nadie más debe saber el hecho de que el maestro y yo nos conocemos..."
- "Te estás muriendo. ¿Cuál es el problema?"
Dijo que no era razón suficiente y agarró a Do-kyeom, pero él escuchó en silencio y lo miró con cara de perplejidad, preguntándose si esa era la única razón.
Para Do-kyeom era "solo eso", pero para Seo-won no era así. Si Do-kyeom informa a otros que Seo-won necesita ser llevado al hospital, todos en la familia sabrán que Do-kyeom ha entrado y salido con frecuencia de esa habitación.
Yoon Seo-won vive en esta casa gracias a su madre, pero no podía conocer a Do-kyeom porque la condición era vivir como un fantasma, como si no existiera.
Si la señora conociera a Seo-won, probablemente odiaría que Dokyeom y él fueran amigos. Tal vez lo echen por no ser suficiente. No echará a su madre, pero quizá tenga que vivir él solo a los 14 años...
- "Si me echan de aquí...tal vez nunca vuelva a ver al maestro..."
Si se va de aquí, perderá completamente el contacto con Do-kyeom.
Lo ha visto con frecuencia durante nueve años, pero él y Do-kyeom eran diferentes en primer lugar. Si no hubiera vivido en esta casa, nunca habría conocido al maestro de una familia chaebol.
Al principio se preguntaba si estaba bien para él estar tan cerca del maestro, pero ahora cree que sería muy triste no volver a verlo.
Cuando Seo-won dio fuerza al agarre de su mano diciendo que no podía hacerlo, Do-kyeom hizo una pausa y dejó escapar un suspiro. Se sentó sobre su trasero y preguntó con voz resignada.
- "Entonces, ¿cuándo vendrá tu madre?"
- "Cuando la fiesta de cumpleaños del maestro haya terminado".
