- "¿Eh? ¿Por qué preguntas?"
- "Ayer, cuando llamaste para decir que vendrías a casa, tu voz y tu expresión eran extrañas. ¿Pensabas que mamá no lo reconocería?"
- "..."
El decir que su expresión era extraña puede haber sido puramente opinión de su madre, pero su intuición para notar que Seo-won estaba diferente de lo habitual fue siempre la mejor.
Cuando Seo-won dejó el tenedor que estaba usando para comer la sandía, Ji-hee puso ambos brazos sobre la mesa y lo instó a responder.
- "¿Qué sucede?"
Seo-won había ido hoy a contarle la verdad a su madre. Era un problema demasiado grande para afrontarlo solo.
Pero cuando llegó el momento de hablar, no pudo abrir la boca fácilmente. Aunque se preparó mentalmente durante unos días e incluso practicó por su cuenta, le fue difícil hablar.
Mientras Seo-won dudaba, Ji-hee inclinó la cabeza. Se preguntaba qué diablos era lo que iba a decir y que le tomaba tanto tiempo, pero parecía que no tenía idea de que algo serio sucedería.
- "Mamá... La verdad es que yo..."
Estaba a punto de decir algo, pero de repente se le secó la boca. Estaba tan nervioso y asustado que pensó que las personas que confiesan haber cometido delitos en sus vidas jamás estarían así de nerviosas.
Tenía miedo de la reacción de su madre después de decir la verdad, y tenía miedo incluso de decir la situación en la que se encontraba ahora. Sentía como si los fideos de soja y la sandía que acababa de disfrutar estuvieran en su garganta... Como un cojín de espinas.
Seo-won frunció los labios y respiró hondo antes de reunir coraje y abrir la boca nuevamente.
- "Estoy embarazado..."
- "¡¿Qué... ?!"
Ji-hee, que nunca pensó que diría una cosa así, no pudo ocultar su sorpresa.
Sus pupilas estaban dilatadas, sus labios entreabiertos, sus manos temblorosas... Sostuvo ambas manos sobre la mesa como para controlarlas y abrió la boca avergonzada.
- "No, lo siento. Es que... Seo-won... es tan repentino..."
- "..."
Ji-hee sentía que tenía demasiadas deudas emocionales con Seo-won. Cuando era niño, estaba tan ocupada trabajando en la mansión que no podía cuidarlo muy bien, además tuvieron que vivir como ratas en una habitación pequeña... Por eso, fue un niño que maduró demasiado rápido.
Se sentía muy culpable por no poder criar a su hijo como un niño de su edad, e incluso se manifestó como omega recesivo. Aunque el médico dijo que fueron factores externos más que genéticos los que al parecer determinaron su rasgo, aun así se sentía apenada porque sentía que todo era culpa suya.
Pero ese niño ¿de repente quedó embarazado?
Después de que lo diagnosticaron como omega recesivo, Ji-hee abandonó por completo sus expectativas de una posible segunda generación. Por lo que se sentía como una bendición que Seo-won tuviera un hijo, pero también se sentía extraño.
- "Quiero felicitarte por el embarazo, pero... ¿Qué hay con el alfa? Nunca me lo has presentado, ¿verdad? ¿Has estado saliendo con alguien?"
Ji-hee nunca había visto a su hijo salir con nadie. Ha sido así desde que estaba en la escuela.
Sabía que había muchos chicos a los que les daba vergüenza presentarles a sus padres a su pareja romántica y tendían a ocultarlo, pero incluso si no se lo había presentado, ni siquiera existía el más mínimo indicio de que estuviera saliendo con alguien. No sabía de nadie aún cuando vivieron juntos en la misma habitación hasta que Seo-won se convirtió en adulto.