-Entonces... ¿te gusta?- trataba de mirar a través de mis ojos llenos de lágrimas.
Todo relucia, era tan elegante, tan grande, tan bonito. Era imposible de creer.
Me abrace a su cuerpo, sus brazos se envolvieron en mis hombros y cintura, sentí su rostros posarse en mi cuello, dejó besos sobre él y lloro junto a mi.
Él quería vivir junto a mi, quería pasar junto a mi cada segundo que su trabajo le permitiera estar en la ciudad. Parados en el recibidor de un gran departamento con vista al Central Park lloraba de felicidad abrazada a él porque esto se sentía correcto.
Todo en mi vida desde que él llegó se siente correcto.
Me separe un poco de él, sin soltarnos del abrazo.
Seque mis lágrimas con una de mis manos las cuales estaban sobre su pecho.
- Es hermoso amor. - Lo mire a los ojos.- ¿este será nuestro hogar?
Suspiro profundo cerrando los ojos, sus brazos sobre mi cuerpo me apretaron más su calor y lo sentí por todas partes. Abrió sus ojos y me volvió a mirar, y como siempre temble, como siempre me volví agua sobre sus brazos.
-Nuestro hogar está donde tu y yo estemos juntos.- hizo una pausa.- nuestro hogar es aquel lugar que nos dé la privacidad y paz para poder amarnos libremente, donde nadie sea testigo de como yo soy capaz de dar todo de mi por una sola sonrisa tuya.- el brazo que sostenía mis hombros me soltó, su mano fue hacía mi mejilla y me acaricio tan suavemente, con miedo a romperme. - nuestro hogar está en cualquier lugar del mundo mientras seamos felices en él.
- Te amo Chris.- dije tomando la mano que me acariciaba y llevándola a mis labios para dejar un suave beso sobre sus nudillos.
Me besó. Sueave, lento, rosandonos, sin prisas, con delicadeza.
Las mariposas se salieron de mi estómago para hacer una fiesta al rededor de nosotros. Siempre se ha sentido así, lleva una de sus manos a mi nuca, sujetandome y profundizando nuestro beso.
Y como siempre el mundo desapareció. Todo se volvió de color rojo, tan rojo como el beso expresaba el deseo que nos consumía con tan solo una caricia. Su lengua acariciaba mi labio inferior para luego encontrarse con la mía, el ritmo del beso subía, nuestros labios se tocaban y rozaban con prisa, ya no sentía sus brazos rodearme, sentía sus manos por todo mi cuerpo lo sentía en tantas parte de mi a la vez, Chris era un experto en hacerme sentir que no pertenecía a esta existencia.
Ya no solo sentia su mano en mi nuca.
Lo sentí en mis piernas desnudas por mi vestido, lo sentí subirlo, ubicarse en lugares que sólo él había tocado.
Se separó de mi, mirándome con esa sonrisa tan oscura, que prometía no soltarme nunca, que prometía hacerme arder por siempre.
- Es mejor estrenar nuestro hogar de una vez bebé.- Dijo mientras me tomaba de los muslos, lo rodee con mis piernas en su cadera quedando levemente por encima de él.
-¿Venimos preparados?- dije haciendo referencia al preservativo. Este escondió su rostro nuevamente en mi cuello, besando, mordiendo y lamiendo.
-Siempre amor.- Dejó una larga lamida sobre mi manzada de adán, gemí al sentir con mordió sobre la misma.- Siempre estoy preparado para ti reina.
Solté una leve sonrisa.
- Llevame a esa cama nueva, rey.- solté una risita. El río conmigo ante el apodo, salió de mi cuello y se enterró en mis senos aún cubiertos por el vestido, mismo que revelaba mucho de ellos
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One Shots / Chris Evans.
FanfictionEmpecé escribiendo pequeñas historias, que terminaban siendo historias medio largas, así que las decidí publicar todas por acá. Sean Bienvenidos y disfruten.