1.2 Coma

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Orquídeas, margaritas, flores de cerezo, petunias, tulipanes, rosas de diferentes colores, distintos olores, aire fresco, una brisa tan fresca digna de una tarde de otoño, el marrón y amarillo de los árboles secos, y Chris rodeando mi cintura con sus fuertes brazos.

Ese era mi paraíso, ese era mi cielo en la tierra.

Era nuestro pequeño felices para siempre.

- Amo esto.- Dijo besando mejilla.- Amo la paz que me brindas, la tranquilidad, el amor, la felicidad, el desenfreno del secreto, el sabor de ser sólo de nosotros dos, de sólo ser nosotros. - él miróhacía ese hermoso atardecer que nos brindaba este hermoso día de agosto.- Así se siente el felices para siempre que tantas veces he leído en los libretos, los que tantas veces he interpretado.

Me hizo dar la vuelta para quedar frente a él, este soltó un suspiro, abajo su rostro para dejar un suave rose de sus labios con los mios.
- Si así empieza nuestro final feliz, quiero comenzarlo de la mejor manera.- Dijo este mientras...

¿Él se estaba arrodillado?

¿Acaso él iba a...?

Se puso sobre su rodilla derecha y del bolsillo interno de la chaqueta deportiva que vestía, sacó un pequeño estuche que abrió, y ahí estaba...

- Se que esto es una locura, aún ni llegamos a los dos años de novios pero...- sus manos temblaban, lo notaba el estuche donde reposaba ese hermoso anillo temblaba con él. - pero lo siento en mi, quiero esto amor. Se que tu eres mucho más joven que yo, y que posiblemente no estés preparada para esto, y yo aceptaría ese no, de ser así.

Mis ojos se llenaron se lágrimas, mi Chris, mi etreno soltero, mi niño hecho hombre, el apasionado amante de noches eternas estaba incado en su rodilla con un anillo en sus manos temblorosas.

- Pero esto se siente tan correcto, está vez la vida me dio el amor que he esperado desde hace 20 años amor.- tomo una respiración profunda.- ¿Le harías el grandísimo honor a este simple mortal de convertirte en su esposa?, ¿qué dices amor, te casas conmigo?

Lo había dicho, él se quería casar conmigo. Anhelaba tanto una vida conmigo, como yo con él, este sentimiento de quererlo todo junto al otro era compartido.

Mis sueños locos de una hermosa casa, con 6 niños corriendo y riendo por ella, junto a un Chris cincuentón, ya no se sentía como eso un sueño.

- Si, señor acep...- mi voz se quebró en un sollozo.- acepto ser su esposa.- dije como pude.

Sí este era el principio de nuestro final feliz, no quería que esta película acabara nunca.

(...)

Los siguientes días se sintieron como un borrón, de pronto eran semanas, en esa habitación. Pidiendo, rogando, que mi Chris entrara por esa puerta y me dijera que todo había acabo, que ese final feliz no estaba esperando. Pero nada de eso pasó.

Gisele llegó 3 días después de la noche del accidente, pidió un permiso especial para salir temprano del trabajo y estar conmigo parte del día. La misma noche que llegó de su viaje para estar junto a mi le di la noticia del embarazo. Y ella me hizo la pregunta que yo le hice cuando estuvo en la misma situación.

¿Quería tenerlo?

Sí, si lo quería aunque no lo esperaba, si lo deseaba y me sentía lista para afrontarlo. La maternidad debe ser deseada, y yo quería tener a este bebé. Y Gi como siempre estuvo para apoyarme en cuál sea que fuera me decisión, así como yo lo estuve cuando ella decidió todo lo contrario.

One Shots / Chris Evans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora