El reloj marcaba las 7:00 am.
Estábamos justo sobre la hora para que salieran a tiempo, camine hacia el refrigerador a buscar la leche de Andy, sacando el yogur con frutas, avena y ciruelas que había hecho la noche anterior para Chris, puesto que a él le gustaba espeso y el sabor de todos los ingredientes integrados.
Camino hacia la barra de desayuno para terminar de dar los últimos retoques al desayuno servido, verifico la hora nuevamente, al mismo tiempo que escucho los pasos de mis dos hombres, mientras mantienen una charla animada.
- Buenos días mami.- mi Andy corrió hacía mi.
- Buenos días mi amor.- lo recibí con los brazos abiertos, dándole un gran abrazo y besando su frente. Aunque ya nos habíamos visto cuando fui a despertarlo, ambos repetiamos el ritual de buenos días dos veces, todo los días.
- Buenos días Cariño.- Saludo mi esposo.
- Buenos días bebé.- me acerqué y le di un beso, el primero del día. Ese rose de labios que despertaba las mariposas que revolotean dentro de mi por el resto del día.
Cuando me levanté este aún seguía dormido, como de costumbre cuando tiene grabación, trata de dormir todo el tiempo que puede.
Los tres nos sentamos en la barra a desayunar, mi bebé comía su panqueques con emoción, y me sonrió.
- Está muy rico. Gracias mami.- yo le sonreí, tirando en su dirección, un beso al aire.- ¿Verdad que sí papi?
No hubo respuesta de Chris, ambos miramos en dirección a este. Estaba con la mirada perdida, sin prestarnos la mínima atención, mi mano derecha fue hacía la suya, apretandola, este al sentir mi tacto volvió mirándome ceñudo.
- ¿Pasa algo amor?- pregunté, este simplemente negó con la cabeza y continuó con su desayuno.
Andy volvió a retomar la palabra, siendo yo la única en responderle, puesto que Chris no había dicho ni una palabra. Había amanecido tan extraño.
Al levantarnos del meson, Andy corrió por sus cosas a su habitación, mientras Chris se colocaba su abrigo.
De pronto este estaba frente a mi, pegando sus labios a los míos con desesperación, moviendolos con fuerza, mis manos temblorosas fueron a sus mejillas y las suyas a mi cintura pegandome a su fuerte cuerpo.
Incito a mi boca a abrirse para él, pero sin darle tiempo a él mi lengua invadió su boca rozando la suya, bailando con la suya, mis piernas se volvieron hojas de árboles en pleno huracán, se sentían volar, bueno, mi cuerpo entero se sentía en el cielo, en el aire.
Un sonido de impresión nos hizo separarnos, aún con las respiraciones ajitadas, he intentando tomar aire. Miramos a nuestro hijo que, estaba parado a unos metros de nosotros con el rostro lleno de impresión.
Ambos reímos.
- Debemos irnos.- volví a mirar a Chris, él tomo mis mejillas esta vez.- Te amo, no lo olvides nunca.- y dejó un suave rose de labios.
Me soltó, me agache para sentir el beso que mi bebé dejaba en mi mejilla.
- Te amo mami.- se separó de mi.
- Mami te ama con toda su alma, mi amor.
Andy tomo la mano de Chris y salieron por la puerta principal, uno hacía la primaria y el otro al trabajo. En los últimos dos meses había sido esta nuestra rutina, puesto que Chris tenía grabaciones en la ciudad y podíamos disfrutar de las rutinas de una familia promedio.
Regresé a la cocina, empezando a recoger todo el desastre que dejaba el desayuno. Estaba de vacaciones del trabajo, entonces había desidido dedicarme cien por ciento a mi hogar y familia, aprovechando que mi esposo estaría junto a mi por lo que restaba de año, hasta que en enero un nuevo proyecto se lo llevará a L.A y volveríamos a la rutina de meses separados.
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One Shots / Chris Evans.
FanficEmpecé escribiendo pequeñas historias, que terminaban siendo historias medio largas, así que las decidí publicar todas por acá. Sean Bienvenidos y disfruten.