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El sonido del despertador rompió el silencio de la habitación, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la vida de Youngmi. Abrió los ojos lentamente, recordando que hoy comenzaba su nueva rutina como aprendiz oficial de Source Music.
Suspiró mientras se levantaba de la cama, un tanto nerviosa, pero decidida a dar lo mejor de sí misma. Se dirigió al baño, lavándose los dientes y duchándose rápidamente para despejarse del todo. El agua caliente corría por su piel, ayudando a relajar los músculos que, a pesar de no haber comenzado oficialmente, ya parecían sentir la presión del día que le esperaba.
Después de ducharse, desayunó rápidamente, optando por algo ligero pero energético: un poco de fruta, una tostada y un café. Sabía que la jornada sería larga y exigente. Por la mañana tendría una reunión y luego empezaría sus clases, así que era mejor no saltarse la comida. Luego, comenzó a arreglar su bolso, metiendo un conjunto deportivo y algunos snacks. Todo estaba listo para afrontar su primer día oficial.
Se cambió a una ropa cómoda pero adecuada para su reunión, en la que conocería a más personas del equipo que la acompañaría en este proceso. Tomó su bolso y salió de su apartamento, caminando hacia la agencia con la mente llena de expectativas y preocupaciones.
Al llegar a HYBE, fue recibida por una de las asistentes, quien la guio hacia la sala de reuniones donde se llevaría a cabo el encuentro. El ambiente dentro de la agencia era frenético, pero organizado, y eso le transmitió cierta tranquilidad. Una vez llegó a la puerta de la sala, la asistente le indicó que allí estarían esperando.
Youngmi respiró hondo antes de entrar.
Cuando abrió la puerta, vio que varias personas ya estaban sentadas. Reconoció a algunas de ellas, los mismos que habían evaluado su talento antes de que firmara el contrato, pero también había caras nuevas. Todos la miraron con sonrisas amables, pero había una seriedad en el ambiente que no podía pasar desapercibida.
—Toma asiento, Youngmi —dijo una mujer que parecía liderar la reunión. Era estricta pero cortés.
Youngmi se sentó nerviosamente en la mesa, escuchando atentamente mientras la mujer tomaba la palabra y comenzaba a hablar.
—Hoy, nos reunimos para presentarte oficialmente a parte del equipo que te acompañará en este proceso. Él será tu manager, Minsoo, quien se encargará de supervisar tu agenda, organizar tus actividades y apoyarte en todo lo que necesites. — dijo apuntando a un joven. Éste sonrió e hizo una pequeña reverencia. —Los otros presentes serán tus entrenadores, cada uno especializado en diferentes áreas que necesitarás para tu debut.
Cada persona se presentó, uno a uno. Había un entrenador de baile, una profesora de canto, y un coach de actuación, todos los cuales estarían directamente involucrados en su preparación diaria. A medida que las presentaciones avanzaban, Youngmi trataba de recordar cada nombre y rol, pero era mucha información en poco tiempo.
—Ya hemos hablado un poco de la planificación para tu debut —continuó la mujer—. Tu manager, Minsoo, te explicará más en detalle sobre tu horario semanal y los objetivos que queremos alcanzar contigo en los próximos meses.
Cuando la mujer terminó de hablar, todos en la sala se levantaron para irse, dándole una sonrisa rápida a Youngmi y deseándole suerte antes de salir. Pronto, la sala quedó vacía, dejando a Youngmi y Minsoo sentados uno frente al otro.
Minsoo la miró y sonrió amigablemente.
—Hola, soy Minsoo, tu nuevo manager —repitió—. Quiero que te sientas cómoda conmigo. Estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites, no para evaluarte, así que no te preocupes. Mi trabajo es ayudarte a organizar tus días y facilitarte las cosas para que puedas concentrarte en lo importante.
