—¡No quiero saber de ella!
No estaba listo, no podía tener una hija en esos momentos, ella consumiría todo su tiempo y perdería todos sus planes y sueños, él quería terminar de estudiar, cumplir todos sus sueños.
No quería hacerse cargo de esa bebé, no se sentía capaz de poder adecuadamente a esa bebé, él no era como Allen, si se quedaba, nada bueno pasaría, prefería evitar que la bebé viviera dentro de una familia donde hubiera discusiones, en dónde él, no podría mirarla con amor porque no sentía nada por ella, quería que ella viviera en un ambiente tranquilo y si se queda a eso no pasaría.
Así que tomo la decisión de irse, pero primero tenía que recuperarse o si no podría tener problema, sabía Allen era inteligente y sabría que hacer con la bebé, si la cuidaba o la daba en adopción estaba bien, él no tenía voz ahí, porque así lo decidió él.
—Joven Seo— Miró a la enfermera— Descanse— Le sonrió y salió de la habitación.
Cuando creyó que ya estaba lejos, se levantó de la camilla, se quedó sentado unos minutos y después se levantó, la madre de Allen le había llevado ropa, pues él y la bebé, ya estaban por ser dados de alta, se vistió con toda la prisa que pudiera permitirle el dolor en su vientre, pero podía soportarlo.
Allen tenía todo el apoyo de sus padres si es que decidía quedarse con la bebé, así que no le faltaría nada.
Salió del hospital, evadiendo a las enfermeras que lo cuidaron en ese tiempo. Fuera de ahí, tomo un taxi, si tenía suerte podría convencer a sus padres para poder regresar a la casa, pero tenía que buscar una buena excusa y que se la creyeran, el conductor le pregunto a dónde se dirigía y él le dio la dirección.
Estando frente a su casa soltó un largo suspiró, le pidió al conductor que esperará un poco, por dos razones no tenía dinero y por si sus padres no lo aceptaban ahí. Camino con algo de desconfianza y tocó el timbre esperando a que abrieran, escuchó la voz de su madre y poco después la puerta comenzó a ser abierta, la mujer quedó sorprendida al ver a su hijo.
—Woobin— El castaño le sonrió con timidez.
—¿Quién es?— Una segunda voz se hizo presente— ¿Qué haces aquí?
—Y-yo no sabía a dónde ir— Murmuró con su voz, a punto de romperse.
—¿Y tu novio?— Woobin negó.
—Ya no es mi novio— Sus padres se desconcertaron— Hubo muchos problemas, con él, el embarazo y...— Su voz se quebró y soltó un sollozó— Se adelantó cinco semanas, no lo soporto— Su madre, llevo sus manos a sus labios, después de haber soltado una jadeo.
La mujer lo abrazó y lo adentro a la casa, mientras su padre le pagaba al taxi, sus padres lo apoyaron después de eso, lo trataron como si jamás lo hubieran corrido por haber quedado embarazado, pero era lo que menos le importaba.
Desde ese día no supo más de Allen, se mudó junto a sus padres a Incheon, dónde terminaría sus estudios, y era lo único que le importaba en esos momentos, no le interesaba tener amigos o siquiera pareja, solamente quería terminar su carrera sin un problema de por medio, ya no quería más problemas que le impidiera completar sus planes.
Un año en Incheon y todo estaba perfecto, tenía muy buenas calificaciones, no había problemas, sus padres estaban orgullosos de él, nada le faltaba. Y si, a veces se frustraba porque habían cosas que se le complicaban pero se rehusaba a pedir ayuda, quería salir por su cuenta de los problemas.
—Así no es— Saltó en su lugar, al escuchar una voz desconocida— Tienes que restar los resultados— Woobin miró al desconocido y sólo por curiosidad hizo lo que había dicho, y para su sorpresa obtuvo el resultado que quería.
—Gracias, supongo— El chico de cabello oscuro le sonrió.
—No fue nada, soy Seongmin.
—Y yo Woobin.
—Es un gusto— Woobin sonrió tímido.
Seongmin se quedó a ayudarle y el mayor no se quejó, para que mentir, a veces si necesitaba ayuda. Pero por ello, logró una amistad, después de un año, sin querer estar cerca de alguien.
Los meses pasaron y su amistad creció, hasta convertirse en otro sentimiento, que Woobin no se atrevía a demostrar, porque a él no quería mentirle, si pasaba algo entre ellos, quería que supiera qué pasó antes de conocerlo.
—Seongmin, antes de que digas algo, yo quiero contarte algo— El menor asintió— Hace poco más de un año, yo tuve un novio y terminé embarazado, él me dejó decidir— Seongmin pareció asombrarse— No me sentí capaz de abortar, así que decidí tenerla, pero tarde en darme cuenta que eso no era lo quería, empezamos a tener muchos problemas, yo no quería tener a la bebé, porque se que sería mucha responsabilidad y yo quería terminar mis estudios, cuando nació no quise conocerla.
—¿Qué pasó con ella?
—Me escape del hospital dos semanas después de su nacimiento, no sé que paso con ella, no sé si su padre se quedó con ella o no— Limpió unas cuantas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas— Mis papás, me habían corrido de la casa por haber quedado embarazado, tuve que buscar una excusa para que me dejarán volver, y les dije que perdí a la bebé— Seongmin lo miro incrédulo— Sólo estaba asustado de no poder cumplir mis planes, me fui, porque era lo mejor para la bebé, si me quedaba o les decía a mis padres que tuve a la bebé, yo estaría forzado a estar ahí, y la bebé no viviría en un ambiente sano, no fui egoísta al irme, no pensé sólo por mí.
—¿Y por qué me lo dices?
—Porque quería ser sincero contigo, a ti, si te quiero decir la verdad— El menor se acercó a él a abrazarlo— Está bien ¿Crees que hice mal por abandonar a la bebé?
—Creo que tenías tus razones, pero ¿Crees que la bebé se quedó bien con su padre?
—Porque lo conocía, es muy inteligente y tenía todo el apoyo de sus padres— Seongmin le sonrió con calidez.
— Es bueno que te hayas sincerado conmigo— El mayor asintió.
Y Woobin ese día se pudo sentir más tranquilo, al menos una persona sabía la verdad.
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Papá, ¿Estas Enamorado?
FanfictionEl mayor tesoro de Allen es su pequeña y tierna hija de 6 años. Por años, lo subestimaron diciendo que no podría cuidar adecuadamente a su pequeña si era sólo él, y por supuesto que demostró que por su hija era capaz de todo. Pero la idea de criar...