3. Un inocente plan

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Serim ladeo su cabeza, al ver a Jinha sentada sola en el salón, se acercó para ver qué ocurría pues normalmente jugaba con sus compañeros.

—Jinha— La menor volteó y sonrió al ver a su maestro—¿Por qué estás aquí sola?

—Uhm, no quiero jugar— Serim la miró preocupado.

—¿Pasó algo?¿Tuviste algún problema con tus compañeros?— La menor negó— ¿Entonces? Sabes que me puedes decir lo que sea— Le sonrió.

—Sonríe muy bonito— Serim se avergonzó un poquito— Ellos tienen dos papás y yo no.

—Pero tienes a tu papá, él seguro te quiere mucho y eso es lo importante que te quiera— Jinha asintió.

—Mi papá me quiere muchísimo, es el mejor papá del mundo— El pelinegro asintió.

—Ve a jugar antes de que se acabe el recreo— Jinha le sonrió y se levantó de su así, salió corriendo para buscar a sus amigos.

Serim sonrió, era una niña muy tierna, se fue a su escritorio para revisar los cuadernos de sus alumnos, mientras revisaba, recibió mensajes de su hermano demostrándole que ya tenía un trabajo, dejó de prestarle atención, al ver cómo uno de sus alumnos entraba llorando, se preocupó, así que dejó todo para llevarlo a la enfermería pues sus bracitos estaban raspados.

—Listo— Murmuró cuando termino— No pasó nada— Le sonrió al menor— ¿Y que pasó?

—Jinha es mala— Serim ladeo su cabeza— Ella me empujó y me caí, es mala.

Serim ayudó a su alumno a tocar el suelo y juntos caminaron al salón, pues ya era momento de entrar a los salones, al llegar varios de los niños estaban corriendo y al sentir su presencia se fueron a su asiento, envío al infante junto a él a sentarse y comenzó la clase, claro que en la salida buscaría hablar con quién sea que recoja a Jinha.



—A ver pequeña— Jinha miro a su papá—¿Por qué empujaste a tu compañero? Eso no está bien, pequeña.

—Pero estábamos jugando— Allen negó.

—Pequeña, tu maestro dijo que tu compañero le dijo que lo empujaste, y yo quiero que me digas la verdad— Tomo las manitas de su hija— No te voy a regalar mi niña, pero en verdad, necesito que me digas si lo empujaste o no— Limpio con delicadeza una lágrima que se deslizó por su mejilla— No llores, sólo dime si o no.

—Si— Balbuceó la menor, mientras tallaba sus ojitos con sus manitas hechas puño.

—Mi niña, ve a jugar debo hablar con tu abuelita, ya, no llores o estaré enojado— Acarició con amor la mejilla de su hija— Anda ve a jugar.

Jinha asintió y se bajó del sofá para ir a organizar una fiesta de té con sus peluches, mientras Allen caminaba a la cocina donde estaba su madre.

—Eres blando— Comentó su madre— Pero eres un buen padre.

—Y eso es lo único que importa, mañana debo ir a su escuela y nuevamente llegar tarde al trabajo— Tallo su rostro con algo de frustración, no le molestaba atender asuntos de su hija, pero no podía estar llegando todos los días tarde a su trabajo.

—Te ayudaría pero en las mañanas estoy ocupada— Allen  asintió.

—Lo sé, por eso no te lo pido, ya veré que hacer para que esto no se repita seguido— Hyebin le sonrió— Pero es muy extraño que Jinha de pronto se comporte de esta manera, ella es tranquila no es problemática.

—Tal vez, pase algo en la escuela, algo que la haga actuar de esa forma— Allen miró a su madre y colocó si mejilla derecha sobre su palma.

—¿Tú crees?

—O habla con tu hija y pregúntale, por cierto, sigue hablando de su maestro— Allen asintió con una sonrisa.

—Papi— Allen miro a su hija— Si saco buenas calificaciones, me regalas un osito de peluche.

—Pequeña, ya tienes muchos peluches y quedamos que la jirafa de peluche era el último— Su pequeña abulto sus labios.

—Pero está solo y necesita un acompañante, ándale papi ¿Sí?¿Si me lo vas a comprar?— El pelinegro, miro a su madre quien negó para que él lo hiciera y después miro los ojitos de su hija.

—Que tal si cambiamos lo de las calificaciones por tu comportamiento, ¿Sí?— Su hija asintió.

—¡Tendré un osito de peluche! ¡Gracias papi!— Y se regresó a su habitación.

Allen miro de nuevo a su madre para sonreírle avergonzado, Hyebin negó mientras se cruzaba de brazos.

—Allen, Allen era ver qué problemas podía tener tu hija en la escuela y ver cómo podías resolverlos, no resolverlos con un peluche cambio de mejorar su comportamiento.

—Es que tenía esa tierna mirada ¿Cómo puedo decirle que no a mí niña?— Hyebin siguió negando.







—¡Papi! Ya vámonos— Jaló sin fuerza su playera— Vámonos, se nos hará tarde.

No entendía porque su hija estaba muy apurada por irse si aún era muy temprano.

—Pequeña, aún es temprano— Jinha negó y siguió insistiendo en que debían irse.

Finalmente cedió y salieron de la casa, Jinha extrañamente le contaba todo lo que aprendía en la escuela y como se llevaba con sus amigos, ¿Que no se supone que no ponía atención y que tenía pleitos con sus compañeros? Se puso a pensar seriamente, y llegó a una conclusión.

—Pequeña— Su hija lo miro— ¿Por qué tu mala conducta en la escuela? Me estás diciendo que aprendes mucho y te llevas muy bien con tus amiguitos ¿A qué querías llegar?

—Uhm, papi es muy inteligente— Allen negó— Perdón.

—Pequeña.

Ya que Allen no había puesto de su parte para acercarse a Serim, Jinha tuvo que hacer un gran e inocente plan para que su papá se estuviera viendo con su maestro, ella en verdad quería a Serim de papá, así que comenzó a portarse un poquito mal y a no prestar mucha atención, pero el lado bueno era que funcionó.

Siguieron caminando hasta finalmente llegar a la escuela, fue una sorpresa para Allen ver que el maestro de su hija estaba llegando apenas, se avergonzó, cuando su pequeña llamo su atención y después le pidió que lo saludará.

—Hola, aún es muy temprano ¿No?— Allen sonrió y asintió avergonzado.

—Lo es, pero está pequeña estaba apurada en llegar— La menor asintió efusiva.

Si eso no funcionaba Jinha iba a llorar, porque ya no sabría cómo hacer para que su papá viera a su maestro. Pero, no era intención de Jinha presionar a su papá para que tuviera una pareja, Allen jamás le menciono que ya no quería nada con nadie, porque únicamente estaba enfocada en ella y así le era suficiente.

—Pórtate bien ¿Si?— Su hija asintió y se fue corriendo— Mi hija no es una mala niña, es sólo que le entró un pequeño capricho— Excusó a su hija, para él, lo que Jinha tenía podía llamarlo capricho, pero la menor no lo pensaba de ese modo.

—No dudo que Jinha no sea una mala niña, pero es extraño que su comportamiento haya cambiado de la nada— Allen no diría porque su hija se comportaba así tan de repente.

—Sí, muy extraño— Murmuró por lo bajo viendo cómo su hija se divertía sin problemas.

Allen prometió que hablaría seriamente con su pequeña para que su comportamiento volviera a la normalidad, después de su plática con el maestro de su hija, se despidió de ella pidiéndole que se portará bien.

Tenía que hablar seriamente con su hija para arreglar ese problema, no podía permitir que su hija, se comportara de esa forma solamente porque le entró un capricho, así que apenas llegará a la casa en la tarde, hablaría con ella y le explicaría.

Serim le sonrió y él no pudo negar que era una linda sonrisa, desde que lo vio sonreír, no podía sentirse extraño al verlo con ese simple gesto, era muy linda su sonrisa, le devolvió la sonrisa y el menor pensó igual que él. Y después estaba Jinha que mirará en dónde no podían verlo, estaban sonriéndose, ya quería a su nuevo papá.

Papá, ¿Estas Enamorado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora