—El maestro de tu hija es una lindura— Allen miró a su madre— Entiendo a tu hija.
—¡Por favor! ¿Tú también?— Hyebin asintió.
—Muy bien, debemos hablarlo a fondo, siéntate— El pelinegro iba a negarse, pero prefería no molestar a su madre—¿Tienes sentimientos hacia ese chico?
—No lo sé, ¿Tal vez? Hace mucho no me siento de esta forma y es extraño— Su madre asintió comprendiendo todo— Ha pasado tiempo.
—Seis años, es un tiempo considerable para ti, Allen si sientes algo por el maestro de tu hija, está bien no pasa nada y te conviene, él adora a Jinha ¿Lo sabes no es así?
—Desde que lo conocí, pude ver que la adora— Hyebin alzo una de sus cejas— Serim es lindo y adora a Jinha, creo que eso es suficiente para que yo pueda ¿Enamorarme?
—Entonces debes aceptarlo, acepta que estás enamorado— Allen se sonrojo— Mi hijo está enamorado.
—No le digas a Jinha, se hará ilusiones y no quiero.
—Por supuesto— Murmuró comprensiva.
Después de su plática, se pusieron hablar sobre el cumpleaños de Jinha, querían darle una linda sonrisa, pero, aún no se les ocurría algo, por suerte, tenían tiempo de sobra.
Y nuevamente había problemas con Jinha, bien pudo ir su madre, pero ella no podía estar siempre al pendiente de Jinha, él era su padre y era responsable de ella. ¿Estaba nervioso? Por supuesto ¿Estaba preocupado por su hija? Obviamente ¿Cumpliría un deseo a su hija? Sí, si lo haría.
—¿Puedo pasar?— Jinha se sorprendió al ver a su papá, ella pensaba que sería su abuela que iría.
—Por supuesto, adelante— Allen sonrió.
—¿Y ahora que pasó?— La menor bajo la mirada y empezó a balancear sus piernas.
Serim le comento que nuevamente su comportamiento dejaba mucho de que hablar y Allen se sentía avergonzado de que su hija estuviera haciendo un berrinche. Pero Serim a pesar de eso, parecía estar muy preocupado por las reacciones que tenía Jinha.
—¿Tiene idea de que le ocurre?— Allen miro a su hija, por supuesto que lo sabía.
—Claro que tengo idea, volveré a hablar con ella y me aseguraré de que está vez no vuelva a ocurrir esto— Serim asintió y le sonrió.
Después de la escuela, Allen habló con su hija, sobre su comportamiento y le explicó que no podía ponerse así solamente porque no podía ir siempre a su escuela, también le explicó lo que ocurría sobre sus sentimientos, solamente para poder controlarla, claro su pequeña salto de felicidad pero le dejo en claro que ella, no podía hacer nada para que Serim se sintiera igual, su pequeña pareció entender, así que le prometió ya no portarse mal.
Su papá, estaba enamorado de su maestro, ahora sólo esperaba que él también lo estuviera de su papá, estaba a nada de tener otro papá y eso la ponía muy feliz, demasiado si era sincera, estaba segura de que su papá podría enamorar a su maestro.
—Serim— La voz cantarina de su hermano, llamó su atención— ¿Sigues con tu trabajo? Es viernes Serim.
—Me gusta tener las cosas listas, ¿Qué necesitas? Y si es para salir, de una vez te digo que no— Murmuró, sin despegar su vista de la libreta, dónde hacia ejercicios para sus alumnos.
—Pero Serim...— Se quejó como un niño— Antes si salías.
—Antes no tenía trabajo o obligaciones, y sabes que no me gusta salir a menos que sea muy necesario— Minhee bufó.
—Es muy necesario que salgas un rato a divertirte, si no sales ¿Cómo conocerás personas?— El mayor dejó de hacer su trabajo.
—Ya deja de insistir, por favor, sé que me quieres apoyar para salir más, pero yo no quiero.
—Esta bien, dejaré de insistir, es obvio que aún no estás listo— Le sonrió a su hermano— Pero pasemos tiempo juntos ¿En qué te ayudo?
—¿Me quieres ayudar?— El menor asintió— Bien ¿Puedes hacer ejercicios de matemáticas?
—Por supuesto, ¿Fáciles?
—Para unos niños de seis años, ¿Hoy no saldrás con Jungmo?— Minhee negó y después se puso a pensar pasa poder ayudar a su hermano.
Serim agradeció por el hecho de que su hermano menor, ya no insistiera por el tema de salir de la casa, aún a pesar de años, le aterraba salir, sin que hubiera un motivo importante para hacerlo, que su miedo, ya no era tanto, si se sentía nervioso cuando estaba afuera.
—¿Y por qué haces esto?— Preguntó Minhee recortando dibujos de cupcakes— Aunque acepto que es entretenido— Serim sonrió.
—Cada mes hago uno para los niños que cumplirán años— Murmuró, mientras veía la lista de los niños que iban a cumplir años.
—¿Lo haces todos los meses?— Serim asintió—¿Y por qué no sólo uno para todo el año?
—Si lo pensé, pero lo preferí de esta forma, así me entretengo— El menor lo miro con una ligera mueca de tristeza.
—Selm, ¿Elegiste está profesión por lo que pasó?— El pelinegro dejo de escribir para mirarlo.
—Sabes que no me gusta hablar de eso, pasó hace mucho.
—Perdón— Musitó.
Siguieron con su trabajo en completo silencio, Minhee miraba de vez en cuando a su hermano tallar sus mejillas para quitar las lágrimas que caían por estás, aún después de años le afectaba.
—Pero si sabes que le afecta ¿Por qué lo mencionas?— Reclamó Jungmo a su pareja— Sabes perfectamente que no es un tema sencillo para él.
—¡Lo sé! Pero me hace sentir mal, saber porque decidió ser maestro cuando daba para más, sí puede ser porque eso le gustaba, pero ponte a pensar— El menor suspiro, bueno no negaba que fue muy sorpresivo cuando Serim dio la noticia de que elegiría ser maestro de primaria, pues jamás había dado indicios de que lo sería, incluso, se veía interesado en otras profesiones, pero nadie a excepción de sus padres le dijeron algo.
—Quizás sea así, pero sólo él lo sabe y nosotros, no podemos pedirle que nos lo diga— Minhee abulto sus labios— Haz hecho de todo para ayudarlo.
—Aun así siento que no lo suficiente— Jungmo lo miró y sonrió.
—¿Y si pasas más tiempo con él en lugar de estar todo el día fuera?— El pelinegro se lo pensó unos minutos— Al menos dentro de su casa y sin presionarlo para que salga.
—Me agrada la idea, a partir de mañana conviviré más tiempo con mi hermano mayor, también había pensado en volver a llevarlo a terapia— Murmuró presionando su mentón.
—Primero acércate a él— San asintió, se acercó a su novio y lo besó.
—Eres el mejor novio.
—Lo sé, pero siendo sincero, debiste acercarte a Serim desde hace mucho— El menor abultó sus labios— Es la verdad.
—También lo sé, ¿Me llevas a mi casa? No me agrada mucho que Serim este solo en la casa de noche— El rubio asintió.
—Vamos.
—¿A Serim se le hará raro que quiera pasar más tiempo con él?— Jungmo se encogió de hombros.
—Lo más probable— Murmuró.
Siguieron su camino hasta la casa de del mayor, a Serim le sorprendió que su hermano llegará temprano, pero tenía sueño como para preguntarle, les deseo buena noche a ambos para después irse a su habitación. Al menos, Minhee estaba tranquilo de que su hermano lo estaba.
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Papá, ¿Estas Enamorado?
FanficEl mayor tesoro de Allen es su pequeña y tierna hija de 6 años. Por años, lo subestimaron diciendo que no podría cuidar adecuadamente a su pequeña si era sólo él, y por supuesto que demostró que por su hija era capaz de todo. Pero la idea de criar...