—¿Y Jinha?— Preguntó después de haber besado los labios de Serim.
—Se quedó jugando con un par de sus compañeros, dijo que se quedaría, hasta llegarán por ellos— Allen sonrió mientras negaba, su hija era un amor.
—Entonces mientras esperamos, te invito un helado— El mayor asintió.
Caminaron hacía una heladería que estaba cerca de la escuela, igual no se iban a tardar, porque no podían dejar a su hija tanto tiempo.
—Me alegra saber que nuestra pequeña se está portando bien, a pesar de que hizo un berrinche, porque ya no serías su maestro— Serim asintió, mientras recargaba su cabeza en el hombro del menor— Por cierto, pensé que no te gustaba el helado de fresa— Serim lo miro.
—Uhm, no lo sé, sólo lo quise— Murmuró y lamió su helado— Está rico.
—Serim has estado muy raro estás últimas semanas— El mayor soltó un ruidito.
—¿Raro en que forma?— Preguntó, mientras lo veía y lamía su helado.
—No sé, sólo te noto muy diferente, a los últimos meses que hemos estado juntos— Serim abultó sus labios.
—Pues me siento bien, para nada diferente— Allen lo miro y sonrió— Hoy no me podré quedar en tu casa, tengo que ayudar a Minhee con algo.
—Por supuesto, yo le explicó a Jinha...
Serim le agradeció, dejaron el tema, cuando Jinha llego corriendo hacia ellos y se fueron a casa de Serim.
El mayor estaba nervioso, sí, había estado al tanto de lo raro que se había vuelto y estaba asustado de que fuera lo que estaba pensando, pero eso lo iba a comprobar junto a su hermano.
—Adiós papi — Serim le sonrió.
—Adiós pequeña, mañana si estaré en tu casa— La menor asintió y besó su mejilla— Hasta mañana.
—Hasta mañana— Dio un tierno beso en su frente, antes de que él y su hija se fueran a su casa.
Entró apurado a su casa, encontró a su hermano junto a su novio, en media de una discusión que se detuvo cuando él entro.
—Dile que la prueba es para ti y no para mí— Jungmo lo miró.
—E-es para mí— Admitió avergonzado y con miedo.
—¿Sospechas estar embarazado?— Serim asintió con unas inmensas ganas de llorar— Selm...
—¿Por él te preocupas? Pero bueno lo entiendo, yo igual estoy preocupado... Hay que confirmarlo ¿No?— El pelinegro asintió, Minhee le entregó una bolsa donde estaba la prueba, Serim la tomó entre sus manos temblorosas.
—Tienes nuestro apoyo— El mayor les sonrió.
Serim se fue al baño para realizarse aquella prueba, estaba asustado y no por la reacción de Allen, sabía que ya no era aquel de dieciséis años y que está vez si podría tener a su bebé e incluso está vez, si podría escucharlo decirle papá ¿Se sentiría igual que cuando Jinha le dijo papá? ¿O sería un poco mejor? Pero ¿Y sí no estaba esperando un hijo de Allen?
Unos minutos después, el resultado ya estaba, pero no se animó a mirarlo y que viera que era negativo, así que entre lágrimas abrió la puerta y le extendió la prueba a la pareja que lo estaba esperando.
—¿Qué?— Preguntó confundido su hermano.
—N-no quiero ver el resultado— Minhee miró a su novio.
—¿Nosotros lo vemos y te decimos?— El mayor asintió.
La pareja miro la prueba y casi enseguida miraron a Serim con una expresión sorprendida.
—Selm...— Este sollozo— Vas a ser papá— Afirmó mostrándole la prueba, Serim lo tomó de nuevo, mirando el resultado y sin evitarlo, sonrió entre lágrimas.
Ahora tenía que decírselo a Allen, sabía que se iba a alegrar y Jinha igual por tener un hermanito.
Allen miró al menor procesando la reciente noticia ¿Tendría un bebé con Serim?
—¿Tendremos un bebé?— Serim asintió—¿Le daremos un hermanito a nuestra pequeña?— Volvió a asentir.
Allen tomó sus mejillas y dejo repetidos besos en sus labios, seguido lo abrazo con fuerza, por supuesto que estaba feliz ¿Cómo no estarlo? Si su familia estaba creciendo.
—¿Y cómo te sientes con esto?— Preguntó para después besar su frente.
—No lo voy a negar, estoy un poco asustado, pero sé que está vez es diferente y si tendré a mi bebé— Allen sonrió.
—Y lo escucharás llamarte papá— El mayor soltó un pequeño sollozo—¿Pero también estás feliz?
—Claro que lo estoy— Alzó su cabeza para mirarlo y Allen aprovechó para besar de nuevo sus labios.
—Te amo— Pego su frente contra la del menor.
—También te amo— Murmuró.
—¿Entramos y le contamos a Jinha?— Serim lo miró y asintió.
Entrelazaron sus manos y entraron a la casa del menor, para la mala suerte de Allen, ese día su madre comería con ellos, así que cuando le dieron la noticia a Jinha, Hyebin se enteró y comenzó a burlarse de su hijo, pero los felicito igual. Jinha por supuesto que se alegró, al saber que tendría un compañero de juegos próximamente, aunque ella creyó que lo tendría justo en ese momento, así que le explicaron que tardaría unos meses en conocerlo y unos años para poder jugar con él o ella, eso al principio no le gusto, pero la hicieron entender.
—Sabes antes de conocerte, no me veía con nadie más que con mi pequeña— Habló al mismo tiempo que daba caricias en el vientre de su novio— No pensé que mi familia se agrandaría.
—Yo tampoco me veía con alguien ni con hijos— Lo miró con una sonrisa— Y estoy feliz que eso sea contigo.
—Yo también estoy feliz que tú me des a mi segundo hijo y que sea a quién amo— Besó su frente y el mayor se acurrucó en él— Cualquier cosa, espero me lo digas ¿Sí?
—Te lo diré todo, ya deberíamos dormir, mañana nos tenemos que despertar temprano— El menor soltó un ruidito en reproche.
—La única razón por la que aceptaré dormir, es porque de lo contrario, tú no lo harás y tienes que dormir bien— Serim sonrió.
— Estás en lo correcto— Besó su mejilla, antes de que se acomodarán.
—La noticia de que tendré un bebé contigo, me tiene muy emocionado— Abrazó al mayor pegándolo más a su cuerpo.
—Y a mi también, pero ambos debemos trabajar mañana...
—Bonito ¿Te gustaría vivir aquí?— El mayor volteó, eso significaba pasar tiempo con Jinha y Allen ¿No? Pasar más tiempo, con las personas que alegraron sus días—¿Qué pasa?— Preguntó preocupado al ver lágrimas salir de sus ojitos.
—Si quiero vivir aquí contigo y con Jinha— Ocultó su rostro en el pecho de Allen.
—Mi vida— Lo abrazó sin tanta fuerza.
—No me dejes de abrazar— Pidió entre sollozos.
—Te abrazaré todo la noche— Murmuró cerca de su oído— Aquí estaré junto a ti.
Nunca hubieran imaginado que se encontrarían en esa situación, ellos sólo habían sido profesor y padre de familia, no creyeron que por Jinha terminarían enamorados, aunque se rehusaron, ella los terminó por convencer y ahora así, estaban en espera de su primer hijo juntos. Y tener a ese bebé, no cambiaría nada, el amor que le tenían a su pequeña niña, nada cambiaría sólo su familia se iba a agrandar y habría más amor para dar.
Ahora sólo contaban los días para el nacimiento de su hijo el cual sería recibido con gran amor de parte de Serim, Allen y Jinha
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Papá, ¿Estas Enamorado?
FanficEl mayor tesoro de Allen es su pequeña y tierna hija de 6 años. Por años, lo subestimaron diciendo que no podría cuidar adecuadamente a su pequeña si era sólo él, y por supuesto que demostró que por su hija era capaz de todo. Pero la idea de criar...