14. Hora de explicar

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—¡Estaba asustado! No supe que hacer, E-ellos no me escucharon— Seongmin negó.

—Te dije que tenías que decirles la verdad, ya no vives con ellos como para que te corran, debiste decirles que si tuviste a la bebé, pero no quisiste hacerte cargo— El mayor sollozó— Los dejaste creer que tu ex, te mintió diciendo que perdiste a la bebé, sabes de qué lo pueden acusar ¿No? Eres un adulto Woobin, ya eres muy consciente de todo.

—Ya te dije que me asusté, creí que me apoyarías en esto.

—Te voy a apoyar en todo, pero no en una mentira que puede perjudicar a esa niña— Woobin bajo la mirada— Yo estaré a tu lado, pero sé sincero con tus padres, antes de que esto se haga más grande— Limpio las mejillas del mayor y besó su frente— En verdad, puedes perjudicar a esa niña, Woo.

—Seongmin, cariño— La madre de Woobin llegó junto a ellos—Woobin, hijo ¿Qué pasa?— Y antes de que el rubio abriera la boca, ella se respondió a sí misma— Seguro ya le contaste de la situación, debe ser sorpresivo enterarse que tiene una hija.

—En realidad, Woobin me había contado lo que pasó— Comentó mientras veía a su novio— Y no tengo ningún tipo de problema.

—Por eso supe que eras perfecto para mí hijo— Seongmin se avergonzó— Cariño, todo está listo y la próxima semana será la primera audiencia— El rubio sonrió sin saber que poder hacer, mientras que Seongmin, esperaba que dijera algo de lo que habían hablado hace unos minutos.

—Mamá yo...

—Shh, sé que esto será un poco tenso para ti, pero por fin podrás hacerte cargo tal y como nos dijiste esa vez— El pelinegro miró a su pareja, esperando a que lo dijera— Tú padre investigó, Allen no termino la universidad— Un nudo apareció en la garganta de Woobin.

—¿N-no?— Su madre negó.

—A diferencia tuya, eso es ventaja para nosotros— Seongmin dejo de prestar atención lo más que pudo, pero fue casi imposible ya que pedían su opinión, aunque no la dio, porque sentía que él no era parte de ese tema, ni siquiera conocía a la niña o al padre de ella.

En toda la comida Seongmin no pudo evitar sentirse incómodo, la madre de su novio hablaba del padre de la niña, como si fuera un irresponsable que no le importaba el bien de su hija, pero Woobin ya le había dicho que la niña no parecía que le faltará algo, y lo que más le molestaba era que su novio no dijera nada.







—¿Papi?— Allen suspiró, Serim tomó su mano y le sonrió para darle fuerza.

—Recuerdas a los señores que vimos el otro día— Su pequeña asintió— Y recuerdas, al que tenía su cabello rubio.

—¡Si! Era muy bonito

—Bueno pequeña, recuerdas cuando preguntaste por tu otro papá...

—Pero ya tengo a papá Selm— Allen sonrió.

—Lo sé, pero tengo que decirte mi niña, tu otro papá, era el que tenía cabello rubio— Su hija abrió sus ojitos— Y te lo estoy diciendo porque ahora es importante.

—¿Por qué?

Allen apenas le iba a responder cuando el timbre de su casa se escuchó, le pidió a Serim que la cuidará, pues creía saber quién era. Abrió la puerta y no se sorprendió, al ver al señor Seo y su abogado.

—¿Allen Ma?— Pregunto el abogado, el pelinegro asintió— La primera audiencia, será la próxima semana— Allen tomó los papeles— Ahí viene el día y la fecha.

—Ahí estaré— Respondió con tranquilidad.

—¡Papi!— Jinha llego corriendo hasta él— ¿Uh?

—Hola princesa— La menor negó.

—No soy una princesa, soy una pirata— Allen frunció el ceño, al ver la expresión del señor Seo.

—¿Eso es todo?— El abogado asintió— Entonces nos veremos ahí, que tengan buena tarde— Antes de cerrar la puerta el señor Seo quiso hablar.

—Estarás en grandes problemas por hacerle creer a mi hijo, que perdió a la bebé.

—Yo no hice eso, ¿Es todo señor Seo?— El hombre bufó y se alejó.

—¿Todo bien?— Preguntó Serim, el menor le mostró unos papeles—¿Y tienes abogado?

—No, tengo que buscar uno— Serim asintió.

—El novio de mi hermano, tiene un amigo que lo es— Aquello pareció aliviar a Allen.

—¡Papis! Quiero jugar— Serim le sonrió al menor.

—Todo estará bien— Besó su mejilla—¿Jugamos?

—Por supuesto.

Y así fue que toda la tarde, se la pasaron jugando con Jinha hasta que cayera rendida, en parte lo agradecieron porque querían hablar.

—Allen eres un gran papá, todos se darán cuenta de eso, te has desvivido por ella— Acarició su mejilla— Y no le ha faltado nada.

—Lo sé, aún así temo que pase algo, que me quite a mi pequeña— El mayor le sonrió comprensivo— Ella es mi vida entera.

—No lo dudo, y estoy seguro que para ella igual, quiero que sepas que estaré junto a ti en todo este tiempo— Allen tomo su otra mano y la besó.

—Y yo lo agradezco.

Allen dejó un pequeño y tierno beso a los labios del mayor.







—¿Entonces Woobin se apareció de nuevo?— Allen asintió—¿Y por qué me lo dices?

—Sus padres exigieron por la custodia de Jinha— HyeongJun frunció el ceño.

—¿Y con que derecho?— Bramó— En fin ¿Ya conseguiste un abogado?— Allen asintió.

—Serim me ayudó con eso... Llevo siete años, haciendo todo para que a Jinha no le falte nada, ni siquiera amor o atención, y ahora soy un bastardo que le dijo a Woobin que perdió a mi hija— Soltó una risa sin ganas, sólo pensar que había una posibilidad de perder a su hija, no le hacía nada bien.

—Exacto, te has desvivido por Jinha en todos estos años, te has esforzado por ella, cambiaste tus sueños por los de ella, ¿Y ellos? Los padres de Woobin, lo corrieron de su casa, al enterarse de que estaba embarazado, Woobin se descuido dando a entender que su hija no le importaba, después se fue dejándola, tú tienes todas las de ganar— El pelinegro sonrió.

—Aun así creo que ellos, tendrían una posibilidad...

—Pero mínima ¿Con qué argumentos pelearán la custodia? Aparte de eso de que le dijiste a Woobin que la perdió, va a ser un proceso un poco frustrante para ti, ¿Tienes que llevar a Jinha?— Allen asintió.

—No quería que ella se viera involucrada, pero prefiero hacer todo lo que diga un juez — Mingi asintio.

—Todo estará bien, y si necesitas un testigo aquí estoy yo, pero ya cambia esa cara, no tardas en ir por Jinha y lo mejor es que no la preocupes en este proceso, podría asustarse.1

Mingi tenía razón, no debía preocupar a su pequeña ella no debía estar tan involucrada en lo que ocurría, tenía que ser fuerte por ella, pero él también tenía miedo nunca se vio venir esa situación, todo estaba tan bien y ahora cabía la posibilidad de perder a su niña, la amaba más que a nadie, juro protegerla de todo y si la perdía no podría cumplir esa promesa, eso en caso de que por alguna razón Yeosang obtenga la custodia completa, tampoco quería la custodia compartida pero al menos de esa forma todavía tendría a su pequeña con él, no sabía cómo lo tomaría su hija si eso pasara.

Papá, ¿Estas Enamorado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora