12. Primera cita

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—... Y le conté todo— Minhee abrazo con fuerza a su hermano.

—¿Y que te dijo? Necesito saber todo, absolutamente todo— El mayor rodó los ojos con diversión, su hermano era muy entrometido.

—Después de contarle, dijo que si me incomodaba que su hija me dijera papá, él podía hablar con ella— Minhee alzó sus cejas y una nueva duda surgió.

—¿Qué sentiste cuándo te dijo papá?— El pelinegro suspiró un poco decaído.

—Varios niños por accidente me habían dicho papá, pero con Jinha es diferente, cuando me dijo papá me sentí feliz y nostálgico, y entre un poco en pánico, por supuesto, Jinha no es el reemplazo de Hohyeon, él jamás tendrá un reemplazo, aún cuando me haga responsable de ella o si en caso de que llegue a tener otro hijo— El más delgado lo abrazo.

—Sé que hubieras querido que te dijera papá, aunque fuera por accidente— Serim asintió— Pero, al menos estuviste a su lado y él estaba muy feliz de que lo estuvieras, Selm— El mayor sollozó bajito— No crees que ya es momento de que salgas de tu escondite, afrontes todo lo que pasó, ya iniciaste una relación es un gran paso, pero, aún así sabemos que hay una gran roca ahí.

—¿Qué sugieres?— Minhee sonrió.

—Terapia hermanito, Jungmo me lo sugirió después de regañarme y no es mala idea, pero ya lo había pensado antes— Limpio las mejillas del mayor— Piénsalo y después me dices tu respuesta, sabes que yo te apoyo en todo.

—Lo pensaré, mañana saldré con ellos, será nuestra primera cita y estoy muy nervioso, nunca he tenido una cita— Serim entrecerró los ojos.

—Saldrás con una niña y su padre, no es tan difícil ¿Ha habido actividades de padre e hijo en dónde trabajas, no?

—No es lo mismo una actividad escolar, a una cita— El menor, colocó sus manos en los hombros de su hermano.

—Park Serim, sólo deja que las cosas fluyan, si pasa esto o lo otro está bien, no te preocupes por nada más ¿Si?— Serim asintió— Es tu primera cita, sabía que algún día la tendrías, se lo informaré a Jungmo, volveré muy temprano.

—Por supuesto— Murmuró.

Cuando su hermano salió de la casa, él suspiro, iba a tener una cita con Allen y Jinha, aún no podía asimilar que estaba en una relación, jamás pensó que se daría una oportunidad para enamorarse de nuevo y menos pensó que se enamoraría del padre de una de sus alumnos, nunca lo había visto moral, pero ahí estaba y no estaba mal, porque separaba su vida normal de su trabajo y ya se lo había explicado a Jinha, ya que la pequeña, estaba ansiosa de decirle a todos que él era ahora su papá.

Dejo de pensar en eso porque tenía trabajo que hacer para las clases del día siguiente.







Después de las clases, Allen llegó por ellos, Jinha estaba muy emocionada por ir al parque a jugar con sus dos papás, ella había elegido el lugar y los mayores no se negaron, al contrario les pareció muy buena idea.

—¡Mira papi! ¡Globos!— La pequeña señaló a un señor con muchos globos— Quiero, papi quiero una espada.

—¿Pasará lo mismo que con tío HyeongJun?— Jinha negó y jalo del pantalón de su padre— Bien.

Los tres caminaron hacia el señor, bueno Jinha corrió, cuando obtuvo su globo en forma de espada comenzó a jugar con ellos y Allen tuvo que comprar otros dos porque su pequeña era una tramposa. Les importó muy poco, como los miraron cuando jugaban con la menor, nada importaba más que hacerla reír y que se divirtiera, Allen por supuesto, había jugado un par de veces con su hija, pero en casa ya que la mayoría de las veces no podían salir, pero en esa ocasión jugando con Serim era más divertido.

—¡Yo soy la capitana! Y digo que papá es malo, a menos que compre helado para los tres— Allen rió por lo bajo al escuchar a su pequeña.

—Y yo digo que mi niña es una tramposa— Jinha negó, mientras abrazaba las piernas de Serim— Está bien yo no seré el malo, sé que tú quieres de fresa— Su hija asintió— Pero aún no se de ti— Serim sonrió.

—Igual que Jinha— Murmuró. Allen asintió y se alejó para ir por los helados.

Mientras Serim y Jinha se quedaron jugando un rato más, hasta que el globo de la menor explotó, pero aún quedaba el de su papá Allen, así que con ese siguió jugando.

—Mi pequeña pirata, aquí está tu helado— La menor corrió hasta él por su helado, le agradeció y se fue a sentar— El tuyo.

—Gracias, Jinha tiene demasiada energía— Allen asintió.

—Mi madre dice que yo era igual cuando era un niño— Serim sonrió y se enterneció al imaginarlo— ¿Qué paso con mi espada de globo?

—Exploto la de Jinha y tomó la tuya— Escucharon como algo explotó y ambos miraron a Jinha que miraba los pedazos de su espada.

—Papá Selm— Serim le entrego su espada— Gracias.

—Normalmente no podemos salir— Comentó Allen — Y cuando salimos, es porque alguien más está con no.

—¿Enserio?

—Si, aunque sólo hemos salido con mi mamá y unos amigos— El mayor asintió.

—Bueno, yo no salgo a menos que sea muy necesario, después de lo que pasó, me dio miedo a salir— Allen lo abrazo— Pero me siento tranquilo en estos momentos.

—Me alegra— Su vista se enfocó en su hija— Pequeña ¿Qué te pasó?— Serim volteo y no pudo evitar reír bajito, Jinha tenía sus mejillas llenas de helado.

—Quiero otro— Su padre negó y la cargo porque de otra forma saldría corriendo.

—Vamos a buscar algo para limpiarte— Jinha comenzó a moverse.

Al final Jinha se rindió, pero sólo porque quería seguir jugando con sus papás.

Gran parte de la tarde se la pasaron jugando hasta que Jinha ya parecía estar cansada, pues nunca había jugado tanto pero le gustó jugar con ellos.

—Tengo sueño— Balbuceó la menor mientras tallaba sus ojitos.

Allen la cargo para que descansara, mientras llegarán a su casa, y sí Jinha apenas se acomodó quedó rendida, los mayores entrelazaron sus manos y comenzaron su camino.

—Jinha se divirtió mucho— Murmuró el mayor— Y debo decir yo igual.

—También me divertí, digo, he jugado con los niños, pero está vez fue diferente— Allen sonrió.

—¿Es bueno que haya sido diferente?— Serim lo miro y asintió con una linda sonrisa—¿Quieres que te acompañe a tu casa?

—Por favor.

El camino fue muy tranquilo, habían disfrutado tanto esa cita que sería un día que no olvidarían. En el camino, Allen le contaba la vez que su hija, cambio a su tío, por un globo que no le duró mas de cinco minutos y bueno Serim reía, él no tenía mucho que contar su vida, se resumía en su trabajo y sólo en eso.

Llegaron hasta la casa de Serim, el mayor notó que su hermano tenía visitas y sabía quienes eran.

—Serim— El mayor, se tensó al escuchar aquella voz y no paso desapercibido por Serim—¿Allen?

—¿Se conocen?— Se atrevió a preguntar.

—Sí, algo— Respondió el rubio que miraba a la niña que estaba dormida.

—Debo irme— Murmuró Allen— Jinha tiene que descansar— Serim asintió.

—Esta bien, te veré mañana— El mayor sonrió y antes de irse dio un beso en su frente.

—¿Esa niña era su hija?— Inquirió.

Y el menor, al fin se dio cuenta a quien le recordaba Woobin, él era el otro papá de Jinha.

Entonces se aterró ¿Y si Allen creía que se acercó a él, para que Jinha se encontrará con su otro papá?

Papá, ¿Estas Enamorado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora