La música nos unió -Equestria girls

Glimmer's.

Un joven sacaba fotos en un tranquilo día de primavera, estaba en un parque lleno de hermosas flores, tenia una cámara profesional, y usaba la perfecta iluminación que creaba el sol aquel día, realmente le estaba gustando lo que estaba haciendo.

A la lejanía un pre-adolecente observaba a ese joven, estaba sentando en una banca interesado en lo que hacía el joven, la fotografía le encantaba, poder crear arte con tu ambiente ers una idea que le maravillaba, algún día quisiera dedicarse a eso, siempre se imaginaba con una cámara profesional sacando fotos a su alrededor, pero el sonido de su teléfono lo sacó de esos pensamientos, lo revisó, se le estaba haciendo tarde, se puso su mochila y salió corriendo a su casa, llegar tarde iba a ser lo peor que podía pasarle.

Al cabo de unos minutos había llegado, había corrido demasiado pero no había llegado tarde, abrió la puerta con su llave, entró y cerró la puerta. Paso directamente a su cuarto, cambiándose y ordenando su mochila, tenia hambre, pero no iba a comer, no hasta terminar todos sus deberes, sacó todo lo necesario y se puso en su escritorio frente a la ventana de su cuarto.

Ya no sabía cuánto tiempo había estado allí, tal vez dos horas, tal vez cinco, lo único que sabía es que solo era un punto más y por fin podría ir a comer, lo termino fácilmente y guardo todo. Salió de su habitación hacia la cocina, allí estaba su madre, lavando platos, nervioso saludo.

-Hola, mamá- dijo feliz.-, termine toda mi tarea de hoy.

-Eso es lo que debes hacer.- respondió secamente.

Suspiro y bajo un poco la cabeza, agarro un plato y un cuchillo, se acercó al refrigerador y lo abrió, sacando lo que necesitaba para prepararse dos sándwiches de queso, empezó a cortar el pan, hasta que escuchó la puerta abrirse y cerrarse, eso solo significaba una cosa, su dolor de cabeza había llegado, la vio entrar y dejar su mochila colgada en una silla pasando directamente a la cocina.

-¡Hola mamá!- saludo alegre mientras agarraba un vaso.-, no sabes lo que pasó hoy con la profesora de historia.

-¿Acaso no estoy aquí?- penso el chico rodando los ojos.

-¿Que paso?- respondio interesada.

Eso había sido el colmo, molesto hizo presión en el cuchillo que tenía en su mano. Suspiro y tomo su plato y se fue a su cuarto cerrando con seguro, se sentó en su cama y empezó a comer, no había prendido la luz, prefería comer en la oscuridad, tal vez para deprimirse más. Esa era su rutina, llegar, hacer su tarea sin ayuda, ir a prepararse algo, volver a su cuarto, comer y esperar a la noche para volver a comer y luego dormir.

No sabía cuando había tomado ese hábito, pero era mejor que lidiar con su familia, tampoco es como si les importaba, era invisible allí, si desaparecía se daría cuenta primero la escuela antes que su familia, a veces simplemente quería empacar y escapar por su ventana o tal vez simplemente, dejar de vivir, pero eso no era posible, tal vez le causaría daño a alguien, si es que alguien lo quería, no sabía en qué momento había empezado a llorar, eso definitivamente le arruinaba la comida, pero no iba a parar, las lágrimas ya eran habituales, simplemente las ignoro.

Llego la noche, había vuelto a tener hambre, se levantó de su cama cansado y salió a la cocina, miró al comedor y vio a sus padres y a su hermana cenar felices, sin él...

Presiono su mandíbula y empezó a prepararse algo de comer, mientras escuchaba la conversación que tenia su familia.

-¡Tengo puros 10! Como siempre.- comentó la joven emocionada.

-Nos alegra, estamos orgullosos.- hablo el padre con una sonrisa.

¿y él qué? El también tenía toda su libreta con 10, ¿por qué no le decían eso a él también? Las lágrimas amenazaron en salir, y sin darse el cuenta el vaso que tenia en su mano cayó, esto iba a ir mal. Vio a su madre levantarse y acercarse amenazantemente. Solo sintió dolor y miedo. No iba a poder comer, no esa noche, se había ido a su cuarto llorando... enserio los odiaba.