Y ¿recuerdas cómo se tropezó Carlos y rodó hasta un árbol?- Esteban me contaba miles de anécdotas de cuando salíamos con nuestros amigos y ambos reíamos a carcajadas, llevábamos mucho rato caminando en un enorme parque disfrutando de la naturaleza
Oh por Dios no lo recordaba, sí que me reí ese día- Me reía tan fuerte como él y limpié una lágrima que salió a causa de las carcajadas
¿Quieres un helado?
¡Si!
Genial, vamos- Me tomó la mano y corrimos hasta un puesto de helados- Por favor un helado de pistacho y otro de chocolate- Pidió sin preguntarme que sabor quería y la verdad no era necesario que lo hiciera, al contrario, me dio mucha ternura que aún lo recordara y me sacó de mis pensamientos cuando acercó el cono a mi
Gracias
No hay de qué, ven, caminemos por aquí- Me dirigió por un camino que se fue reduciendo, a un lado había un pequeño lago y al otro muchos árboles, continuamos caminando sin prisa mientras hablábamos de cualquier cosa y comíamos nuestros helados, así pasó mucho rato hasta que llegamos a lo que parecía un huerto, pues era como una casa y se lograba ver detrás de ella mucha vegetación, nos detuvimos cerca de la puerta y se paró frente a mi- Majo, este lugar es supremamente especial, es mi escape, cuando me siento ansioso entro y me inspiro, pienso en ti, en tu familia y en lo que fuimos, me llena de mucha emoción que lo conozcas y quiero que sepas que no te soltaré ¿Ok?
Ok- No entendía bien a que se refería y más porque decía que le recordaba a mi familia, nos acercamos más y una persona nos recibió sonrientes, nos dio la bienvenida y explicó un poco normas de ingreso, ambos asentimos y finalmente pudimos entrar. Al principio era un pasillo sin nada a su alrededor y luego cruzamos otra pequeña puerta que me dio la vista más hermosa que haya podido observar en mi vida, de inmediato me tensé, ahora entiendo a lo que se refería Esteban, habían muchos árboles y flores de todo tipo, demasiados para ser verdad, pero lo más hermoso y particular eran las cientos de mariposas alrededor, todas muy hermosas, grandes, pequeñas, miles de colores. Pensamientos y emociones se cruzaron por mi mente en un segundo y sin darme cuenta tomé la mano de Esteban con fuerza y el apretó más el agarre, me quedé quieta un minuto observando todo a mi alrededor y luego comenzamos una marcha en silencio sin soltarlo, me dejé llevar entre tanta perfección, este lugar me representaba muy bien, era tranquilo y habían muchas mariposas, ese apodo que me acompañó durante años y me hizo feliz. Mis lágrimas salieron en silencio y las dejé correr mientras me adentraba más en el lugar. Sin notarlo estaba caminando sola, no sé cuanto tiempo pasó pero ahí estaba sonriendo, llorando, emocionándome, sintiendo tristeza y alegría a la vez. Llegué a un espacio donde había una mariposa verde y azul, grande, majestuosa, estaba posada en una flor y era perfecta, abría y cerraba sus alas despacio y luego alzó su vuelo para posarse en mi hombro, no me atreví a moverme para no asustarla y luego vi como muchas otras se pararon en mi haciéndome reír y en ese momento vi como Esteban tenía una cámara y me tomaba muchas fotos, luego bajó el lente y se quedó viéndome durante mucho rato y yo a él, ambos sonreíamos con notable nostalgia, se acercó más a mi, las mariposas volaron y me abrazó fuertemente- Gracias, muchas gracias por esto de verdad- Lo abracé con tanta fuerza que podía jurar que mi respiración se vio comprometida pero no me importó en lo absoluto
Gracias a ti, gracias por ser como eres, sé que este lugar es especial y que te gusta a pesar de la nostalgia, solo quería que supieras que te recuerdo y que venir aquí me llena de fuerza
Tienes razón, es hermoso y si me llena de tristeza pero también me emociona el poder tenerla presente en cualquier cosa, su recuerdo siempre vivirá en mi y gracias a ti por tenernos en tus pensamientos, tú también formas parte fundamental de mi vida
Gracias pequeñita- Volvió a abrazarme fuerte y luego nos separamos para continuar caminando por el lugar. En definitiva es de esos momentos que jamás olvidaré, es la persona, lo que me hace recordar, es el lugar, nuestros pensamientos y sobre todo la admiración que sentimos el uno por el otro, es sencillamente perfecto. Luego de mucho rato salimos y esta vez sabíamos que el momento de dejarnos estaba próximo, así que tomamos un taxi en dirección a mi apartamento y una vez llegamos nos detuvimos en la entrada
Gracias por hoy Esteban por ayer, por nuestra vida. Gracias por seguir, por ser el hombre maravilloso que eres, sigue así, sé feliz porque lo mereces más que nadie. Recuerda que hay una persona que te ama y que siempre deseará tu bienestar
Gracias a ti Majo, gracias por aceptar, por luchar, por favor nunca dejes de soñar, eres fuerte, nunca habrá otra persona tan valiente como tú. Recuerda que te amo y que a pesar de la distancia siempre estaré para ti. ¿Me regalas un último abrazo por favor?
Claro que si, ven aquí- Esta vez nuestro abrazo se resumió en una despedida, ese que nos llena de nuevas fuerzas y sensaciones, con nuevas promesas y con la firme convicción de avanzar. Me siento feliz a pesar de todo, porque pude verlo, escucharlo, reír con él, llorar, entender que el ciclo se cumplió y que seremos capaces de avanzar porque hemos visto el resultado de lo que nos juramos hace años. Me hace muy bien verlo convertido en quien siempre quiso ser. Nos despedimos una vez más y finalmente entré al lugar llena de esperanza, de valor, más fuerte y segura que nunca de que el sacrificio que fue dejarlo dio sus frutos y es hora de que ambos continuemos sin ataduras ahora que nos hemos visto y entendido que así tuvo que pasar y que nuestras parejas son muy afortunados en tenernos, así como nosotros de tenerlos a ellos en nuestras vidas a pesar de nuestras cicatrices.
ESTÁS LEYENDO
Existencial
General FictionSi la vida no tuviera tantos matices no podría llamarse vida. Conoce a María José y su impactante historia.