¿Cómo me ha dicho?- Volteo a mirar a Bruno con aparente sorpresa e incertidumbre y él asiente dándome a entender que es real que tanto Mía como él le han hablado todo este tiempo de mi, regreso la vista a la pequeña y sonrío con mis ojos llenos de lágrimas
Hola princesa hermosa. ¿Cómo estás?
Bien mariposa ¿Y tú? ¿Estás triste?
No amor, estoy muy feliz de poder conocerte y por eso un par de lágrimas se escaparon por tanta emoción. ¿Me regalas un abrazo?- La pequeña sonrió y me abrazó del cuello fuertemente, yo la tomé por la cintura y la abracé con mucho ahínco, este abrazo, este ángel, este momento me ha devuelto un poco del aliento que he perdido, de verdad quisiera no llorar pero es difícil, mis lágrimas salen sin control e intento hacer el menor ruido posible. Luego limpio mi rostro y me pongo frente a ella nuevamente- Eres muy hermosa
Tu también lo eres, mami y papi dicen que me parezco mucho a ti
Y tú ¿Qué crees?
Que si- Se llevó sus manos a la boca sonriendo con picardía mientras me veía con sus hermosos ojos
Pero yo creo que tú eres más linda- Me acerqué y le di un beso en su mejilla. En ese momento Bruno aclaró su garganta, había olvidado que estaba presente
Bueno, yo estaré afuera por si necesitan algo- Se agachó para ver a la pequeña- Amor ya traen tus juguetes. ¿Necesitas algo más?
No papi
Bueno cielo, ya nos vemos- Le dio un beso en su mejilla, luego me miró sonriendo y articulé la palabra "gracias" él cerró sus ojos en respuesta y dio media vuelta marchándose, en ese momento entró el mismo hombre alto con unos juguetes, los colocó cerca de nosotras y rápidamente volvió a retirarse
¿Quieres jugar conmigo?- Me veía con mucha ternura
Claro que si hermosa ¿Qué quieres jugar?
A las muñecas, ven- Me tomó la mano y dimos un par de pasos hasta llegar a sus juguetes- Mira, mami me regaló estas tres- Contaba mientras sacaba sus barbies- Decía que esta eres tú- Me la entregó- Que esta era ella y esta más pequeña era yo- Me mostraba ambas muñecas que tenía en sus manos
Que lindas son. ¿Y se llaman como nosotras?
¡Si!- Exclamó emocionada y me hizo reír- Esta se llama mami, la tuya se llama mariposa y la mía mariposita. Mami dijo que me llamo como tú en honor a ti y que te dice mariposa, por eso me llama mariposita. ¿Eso te parece bien tía?- Me veía con tanta ternura que les juro que quiero lanzarme a la cama y llorar, mis emociones están a tope, no puedo procesar tanto en un menos de un minuto, sabe el origen de su nombre, mi hermana le dice mi apodo y ¡Acaba de decirme tía!
Eso me parece perfecto, me hace muy feliz que te llames como yo. ¿Te digo un secreto?
¡Si!
Solo tu mami me decía mariposa y me gusta mucho que ahora tu también lo hagas, y amo que seas una hermosa mariposita- Me acerqué a ella y le hice pequeñas cosquillas en su abdomen por lo que dio una fuerte carcajada y yo no podía creer lo que oía, hasta su risa es perfecta
¡Ya mariposa!- Continuó riendo y recordé las veces que hacía lo mismo con Mía y me decía que parara exactamente igual a ella. Luego empezamos a jugar, ella desarrolló una historia, las muñecas iban al parque, compraban ropa e iban al cine. Pasamos alrededor de una hora jugando y riendo; hace más de una semana jamás hubiese imaginado estar aquí encerrada y menos tener la dicha de conocer a la hija de mi enanaMariposita, me dijeron que te gusta pintar ¿Es verdad?
Siii, me gusta mucho, antes lo hacía con mami pero ella no está. Papi me dijo que está de viaje y que él entrena todos los días para ir a buscarla y que pronto regresa, ya quiero que vuelva- La abracé para sentarla en mis piernas alrededor de sus juguetes, me dolió mucho lo que acaba de decir y ese fue mi instinto para protegerla
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Existencial
General FictionSi la vida no tuviera tantos matices no podría llamarse vida. Conoce a María José y su impactante historia.