La Sonata de Nueatro Amor [TodoDeku][Omegaverse]

~ 11 ~

Al terminar su actuación vio como todos se quedaron en silencio hasta que una melena peliverde dio un paso al frente y comenzó a aplaudir.

Posteriormente se sumaron sus compañeros de clase, así que, agradeció por los elogios con una reverencia y se acercó hacia el peliverde entrelazando nuevamente sus manos, Shoto al regresar se aseguró que todo haya sido visto por la atenta mirada de la chica de coleta.

Una vez todos se calmaron era hora de proseguir con la evaluación, porque todavía faltaban unas cuantas personas.

Y así fue, uno a uno pasó al frente, hasta que solo quedaron una chica de cabello corto que siempre llevaba auriculares; por lo que recordaba su apellido era Jiro, Yaoyarazu, Bakugo y su pecoso.

Poco después fue llamada Yaoyarazu, que con su apariencia de niña buena pasó empujando a Izuku provocando que este empujara a un par de sus compañeros.

- Ho, Lo siento~, pero creo que seria bueno que no estorbes en el camino.

- No pensé que una vaca pasaría por aquí como para que necesitara más espacio para pasar. – contestó irónico el pecoso.

Esto provocó que la de coleta se pusiera de todos los colores de la ira; enviándole una mirada de furia – como puñales que atravesaban al pecoso – pero este solo sonreía mientras veía como la chica avanzaba hasta donde estaba el maestro; esto lo único que provocó fue un absoluto disgusto por parte de Jiro quien le miró desafiante; por otra parte Shoto se sintió orgulloso de su omega al tiempo que le comenzaba a hervir la sangre por la rabia provocando que su lobo empezara a gruñir en su interior por las acciones de la pelinegra, y de pronto la idea de golpear a esa omega presumida paso por su cabeza, hasta que algo llamó su atención, era la mano del pecoso sosteniendo gentilmente la suya.

Izuku, al ver que la pelinegra lo único que trataba de hacer era fastidiarle prefirió devolver el insulto, logrando que su ira se apaciguara un poco por el hecho de haber intentado robar a su alfa, lo que le izó regresar su vista a Todoroki quien seguía con la mirada a la muchacha de coleta, pero mientras él hacia eso el creciente sentimiento de ira que percibía por el lazo que compartían comenzó a irritarlo a él también; así que, para calmar a su alfa entrelazó sus dedos afianzando aún más el agarre de su mano, al mismo tiempo que le daba pequeñas caricias con el pulgar; brindándole de este modo la calma que le hacía falta.

Al sentir esta caricia por parte de su pareja el albino regresó su vista al más bajo sorprendido por su accionar, pero al ver la tranquila mirada de su pequeño sonrió y toda la ira que sentía comenzaba a disminuir. Para Shoto las acciones de Midoriya a veces podían ser un poco sorprendentes; ya que, estos eran extremadamente cálidos y reconfortantes; es por lo que, aquel pequeño gesto fue más que suficiente para calmarlo a él y su lobo.

Una vez Todoroki se calmó, ambos regresaron su atención a la pelinegra.

Para Midoriya era importante ver cómo ella podría desenvolverse, ya que planeaba dejarla en ridículo sin importar que tan bien tocara, no iba a permitir que lo humillara delante de Todoroki – no por nada era conocido como El Ángel Celestial –.

Cuando la morena ya se encontraba junto al atril lista para tocar, regresó su mirada hacia el bicolor el cual en esos momentos estaba contemplando al peliverde; esto lo único que causó, es que la morena regresara su vista hacia un costado de Todoroki, encontrando al pecoso sonriéndole a su futuro alfa – como ella lo había autoproclamado desde que lo vio por primera vez –, provocando que su odio hacia él aumentara; así que sin más rodeos comenzó su presentación.

Al comienzo de la pieza nadie pudo reconocerla, hasta que el peliverde mencionó el nombre de esta en uno de sus innumerables murmullos, mientras analizaba la técnica y musicalidad que le estaba dando Yaoyarazu a la pieza nombrada como "La fuga de la sonata en Do Mayor BWV 1005" de J. S. Bach.